El banquete y sus significados ¿Sabía usted que el comer en - TopicsExpress



          

El banquete y sus significados ¿Sabía usted que el comer en conjunto para festejar un acontecimiento es una costumbre antiquísima que ha implicado no sólo el disfrutar de alimentos preparados con esmero, sino también estos convites contienen un simbolismo? Se cree que la palabra banquete que quiere decir comida consumida en compañía, deriva del sustantivo banc, banco o asiento y que el término proviene de los tiempos de los primeros cristianos quienes se reunían en catacumbas y celebraban sus ágapes sentados en bancas. Sin embargo, los banquetes han sido una costumbre muy antigua, pues ya los egipcios, babilónicos, griegos y romanos acostumbraban recibir a sus huéspedes con opulencia y con un servicio de mesa que sobresalía de la comida cotidiana. El banquete ha conmemorado ocasiones ceremoniales, festejos, funerales, triunfos militares y acuerdos políticos y también se llevan a cabo para reunir a diversas personas con las que se reafirman ideas y creencias similares, ya sean religiosas, sentimentales o intelectuales. Hoy en día sabemos de los gustos culinarios de nuestros ancestros en diferentes épocas gracias a la arqueología. Desde el período paleolítico cuando surge la conciencia del hombre de pertenecer a un grupo, llámese familia, clan o tribu, el consumo de los alimentos se realiza en compañía, sobre todo después del descubrimiento del fuego en el cual se asaba y cocinaba la carne, sentándose el grupo alrededor de la fogata. Los concheros, es decir, los depósitos de basura que se han encontrado en cuevas nos reportan el consumo de carne y de la médula de los huesos desde hace varios cientos de miles de años. Los banquetes tenían un carácter místico, un ritual para que las fuerzas de la naturaleza fueran propicias. En las paredes de las cuevas denominadas Tres Hermanas en Francia, un artista primitivo representó al brujo de la tribu con vestimentas ceremoniales realizando una danza ritual en medio de una manada inmensa. Era un encantamiento para asegurar la cacería y los animales se dividían en dos porciones, una para los espíritus benevolentes y otra para el grupo humano. Así, el hombre se acostumbró a reunirse para dividir y compartir los alimentos, sobre todo en los dos momentos fundamentales de la vida, el nacimiento y la muerte. Con el desarrollo de la agricultura y de la ganadería, el uso de la cerámica y la metalurgia, las reuniones alrededor de la mesa fueron más comunes y más elaboradas, sobre todo en las regiones más fértiles. Herodoto, el padre de la historia, escribió hace 2,500 años sobre los banquetes que realizaban los antiguos egipcios. Ellos consideraban los alimentos como la fuente de salud o de enfermedad y por eso eran muy meticulosos a la hora de elegir y preparar sus comidas. Se han conservado descripciones de los banquetes que realizaban en pinturas murales en las tumbas y en los relatos históricos. Recibían a sus invitados en comedores o en los jardines de sus casas en los que las plantas aromáticas y las palmeras refrescaban el ambiente. La anfitriona se encargaba de elegir el menú, supervisar su elaboración, dirigir el servicio y presidir la celebración junto con su esposo, a diferencia de las culturas de Oriente en las que las mujeres no participaban en los festejos. Los huéspedes llegaban en palanquines y eran conducidos a una habitación en la que se lavaban las manos y los pies. Mientras se servía la comida eran entretenidos con diversos juegos, música de liras, arpas y tamborines así como por jóvenes bailarinas, acróbatas o mimos. Se les adornaba con coronas de flores y se les servía de beber. Hay que recordar que los egipcios desarrollaron una industria de vino y de cerveza y conocieron más de 2,000 hierbas y especies para aderezar sus alimentos. El libro de Éxodo en el Antiguo Testamento nos relata del banquete del faraón que tenía a coperos a su servicio cuyo único oficio era verter el vino para el gobernante y panaderos para la elaboración de pan exclusiva del palacio real. Herodoto, ateneo y Plutarco reseñaron que para inspirar a los comensales, al final del banquete se traía un sarcófago que contenía un esqueleto, para que ante la imagen de la muerte se concediera más valor a las alegrías de la vida y de la comida. El banquete, desde entonces, ha sido una oportunidad para demostrar la generosidad y riqueza del anfitrión. Por supuesto que no toda la población recibía así a sus invitados, pues alimentarlos y entretenerlos implicaba un costo elevado para poder sufragar un servicio doméstico, cocineros y despensas bien abastecidas. También contar con un vestuario apropiado y los recursos para pagar el espectáculo. Era una oportunidad de demostrar la posición social y el poder así como halagar a quien se pretendía impresionar para algún cargo o algún negocio. Se cuenta que la última reina de Egipto, Cleopatra, acostumbraba poner perlas y piedras preciosas en las copas en las que servía el vino a sus huéspedes, quienes conservaban la joya como recuerdo memorable. Pobre de aquel que sediento apurara el contenido y no se diera cuenta del regalo. Para demostrar que a 100 años de su independencia el México porfiriano se incluía en el concierto de las naciones civilizadas, para los festejos de septiembre de 1910 y en un banquete ofrecido en el Castillo de Chapultepec para los encumbrados representantes internacionales se elaboró un menú que bien podría haberse servido en el palacio del Eliseo en París: Consommé Riche Petits Patés á la Russe Escaloppes de Dorades á la Parisienne Noisettes de Chevreuil Purée de Champignons Foie Gras de Strasbourg en Croutes Filets de Drinde en Chaud Froid Paupiettes de Veau a l’Ambassadrice Salade Charbonniére Brioches Mousseline Sauces Groseilles et Abricots Glace Dame Blanche Desserts Café-Thé Para acompañar las viandas se eligieron las bebidas más finas: Jerez Fino Gaditano Chablis Moutonne Mouton Rothschild 1889 G.G. Mumm & Co. Cordon Rouge
Posted on: Tue, 30 Jul 2013 03:43:49 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015