El conejo de la Luna Había una vez en la luna, una princesa que - TopicsExpress



          

El conejo de la Luna Había una vez en la luna, una princesa que vestía de plata y era tan inocente y dulce como un conejo blanco. Ella era bastante solitaria. Esperaba la llegada del día en que se liberara. La princesa era llenada de muchos regalos y demás atributos materiales, sin embargo, era poco consentida sentimentalmente. Buscaba amigos pero no los conseguía, así que se mantuvo sola por mucho tiempo. Un día paseando por los prados de flores, bajo aquel cielo estrellado encontré una serpiente. La serpiente era muy iracunda pero no la mordió. Ella curiosa se acercó con cautela a la serpiente y le habló dulcemente. Aunque la serpiente le respondió mal, la princesa era fuerte, pues estaba acostumbrada a que le dijeran ese tipo de palabras. Todos los días empezó a visitar la princesa a la serpiente y a traerle distintos manjares para que la serpiente probara. El carácter de la serpiente se fue ablandando poco a poco. Un día la serpiente decidió ir a buscar a la princesa y la escuchó llorar. Cuando vio a la princesa sonriente como siempre lo era con ella, le comentó que le parecía una persona muy débil. La princesa muy triste se fue y decidió no volver a ver a la serpiente. La serpiente, que le había cogido cariño, se sintió triste y decidió ir a buscarla. Sin embargo cuando llegó, ella ya había huido a buscar una flor de plata. Una flor que florecía cada muchos años y concedía un deseo. La princesa recorrió caminos largos y llenos de peligro, donde se lastimó y se cayó varias veces antes de encontrar la flor. Cuando llegó hasta la flor lamentó haber huido sin avisarle a la serpiente. Se dio cuenta de lo inmadura y sola que estaba. La serpiente fue a buscar a la princesa, pues es ella se lamento de haber tratado tan mal a la única compañía que había tenido. Cuando la princesa regresó, halló a la serpiente y se disculpo al tiempo que la serpiente lo hacía. Supo entonces de lo ínfimas que son las palabras y lo grande de las acciones, y de la importancia de aquellos que son verdaderos amigos. Llevó a la serpiente nuevamente para mostrarle la hermosa flor, y entonces ella les concedió un deseo... ... Cuando hay luna llena se puede observar la forma de un conejo. Es el reino de la paz, la inocencia y la fuerza que forjaron juntos la princesa y la serpiente. La princesa dejó de ser princesa y se volvió reina y la serpiente dejó de ser serpiente y se volvió un príncipe que luego se convirtió en rey. La flor les concedió un deseo. Convirtió a la serpiente en un ser humano, para que ella y la princesa pudieran compartir y forjar lo que habían aprendido en el camino que cruzaron para hallar a la flor. Fin. Seven White
Posted on: Sun, 28 Jul 2013 01:24:34 +0000

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