El discurso del miedo. En la Costa Rica, de siempre, tierra de - TopicsExpress



          

El discurso del miedo. En la Costa Rica, de siempre, tierra de profundas tradiciones religiosas, hablar de política, de izquierda, socialismo o comunismo o de anarquismo, es algo desdeñable, detestable e incomprensible, propio de una sociedad apolítica, que come cuento y que valoriza los discursos demagógicos. Es lógico, porque aquí en tiquicia (aparte de finales de la década de los 30 y hasta la guerra civil de 1948) nunca existió una oposición fuerte, una agrupación política de izquierda y eso provocó miedo entre los sectores tradicionalistas y conservadores. Actualmente, con el sorpresivo ascenso del Frente Amplio, como fuerza política, renacen los miedos por los comunistas (los ateos, satánicos, come chiquitos…) El tico común se deja llevar por los relatos de “terror” de países como Venezuela, Cuba, Nicaragua, no sería raro escuchar casos extremos sobre Corea del Norte y sus relaciones directas con el FA. Al final todos comen cuento y el tico común (el buen lector de la Nación y la Teja) no quiere nada con los comunistas (considerados “los parias políticos”). Es un hecho, la cultura de los ticos se ha arraigado en un sistema capitalista de por vida; el egocentrismo, el pragmatismo de un liberalismo a ultranza (desde hace más de tres décadas de manera evidente), así como la religiosidad de los pobladores que ha existido desde siempre. Todo esto ha minado la posibilidad de crear grupos opositores, que de manera abierta se opongan al orden establecido por los sectores tradicionalistas y conservadores. La gente común y corriente, no logra comprender la lógica de la democracia y suponen que democracia significa que todos deben pensar igual y que aquellas personas que tengan tendencias medio exóticas, izquierdosas, esas personas son rarezas en el sistema, medio odiosas y hasta deplorables. Entonces, la lógica histórica se impone, el miedo cunde entre los ingenuos e ignorantes, igual el fanatismo religioso se apodera de aquellos con odios radicalizados totalmente intencionales que, sin pelos en la lengua, satanizan cualquier pensamiento contrario al orden económico establecido y la lógica religiosa. Ese tipo de personas, algunos ignorantes otros con toda la intensión, no comprenden o no les importa el origen histórico de grandes cambios en materia laboral, bienestar social, educativo y salud de la clase trabajadora de nuestro país. Los años cuarenta del siglo XX, es ejemplarizante. La izquierda tica (El Partido de los Obreros y Trabajadores, luego llamado el Partido Vanguardia Popular), la jerarquía de iglesia católica y el gobierno conservador, encabezado por Partido Republicano, del primer quinquenio de la década de los cuarenta, lograron hacer cambios trascendentales en la vida del país. Grandes logros como la Caja Costarricense del Seguro Social, La Universidad de Costa Rica, el Código de Trabajo y el apartado de las Garantías Sociales de nuestra Constitución Política, fueron grandiosos logros que sin la discusión sana y el consenso entre los grupos sociales (a pesar de las diferencias ideológicas), jamás se hubieran logrado gestar. No existe un fundamente real, racional basado en temores infundados. Bajo el contexto de la campaña política actual, ¿por qué creer en las campañas del miedo, que nos venden situaciones políticas extranjeras abstractas, complejas, lejanas a nuestro contexto geográfico, histórico, social, político, económico; lejano a nuestra idiosincrasia costarricense?; ¿por qué dejarnos vender la supuesta idea de que el socialismo es lo peor, todos son ateo, o satánico o que gustan de comer chiquitos (como dirían nuestro abuelitos)?; igual diría, ¿por qué no se referirse a los caso históricos de depredación generados por el sistema capitalista salvaje, que ha conducido a millones de almas a la pobreza y exclusión, durante los últimos treinta años en toda América Latina? Hay una muy simple razón: miedo e ignorancia. El mismo Jesucristo en su contexto, fue considerado por las autoridades y los poderosos un revolucionario y un agitador, sin embargo, por sus obras fue conocido como el maestro bondadoso, que nos enseñó el amor y piedad de Dios y el amor por el prójimo; nos demostró cómo ser un gestor del bien social, y principalmente de aquellos de los desposeídos, excluidos y perseguidos. Incomprendido por los poderosos y amado por el pueblo. Si eso no es socialismo, entonces qué es? Si usted es partidario del miedo, siga su camino, siga con su fundamentalismo intransigente que no conduce más que al odio y represión, continúe siendo parte de los que no permiten generar cambios valiosos e indispensables para el progreso país; niegue los hechos. Tal vez la historia y Dios lo o la absolverán…
Posted on: Fri, 08 Nov 2013 05:20:28 +0000

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