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El movimiento adventista enseña, basado en las Escrituras, que el plan establecido por Dios para la salvación de los pecadores es el mismo a través de los siglos y no ha variado nunca; en una palabra, es eterno. También los resultados de la predicación del Evangelio son eternos: los redimidos vivirán eternamente en el reino de Cristo. Usted puede ser uno de ellos. Acepte al Señor Jesús como su Salvador personal, y el Evangelio tendrá resultados eternos en su propia vida. A todo el mundo Veamos cómo continúa Apocalipsis 14:6: Para predicarlo a los que moran en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. El adventismo predica el Evangelio a todo el mundo. En efecto, de acuerdo con las últimas estadísticas se halla extendido en el 99% de la superficie del planeta. Todos los creyentes están imbuidos del íntimo convencimiento de que es su deber supremo llevar o ayudar a llevar el Evangelio hasta el último rincón de la tierra. La Voz de la Esperanza y la Escuela Radiopostal colaboran con todo entusiasmo para cumplir esta tarea. Debemos temer y honrar a Dios Si pasamos ahora al versículo 7 de Apocalipsis 14, leemos primeramente: Diciendo en alta voz: temed a Dios, y dadle honra... El movimiento adventista anuncia en todo lugar: Temed a Dios y dadle honra. Llegamos así a uno de los detalles oportunos del último mensaje de amonestación de Dios al mundo. Vivimos en una época en que casi ha desaparecido el temor de Dios. Y recordemos que temor en este caso no significa miedo sino amor. Muy pocos le den honra. Una vasta proporción de la población del mundo está sumergida en el materialismo. La religión de millones pareciera ser el dinero; la de muchos otros, los honores; la de otros incontables millones, el placer. La violencia, ademas, sube de punto en todo el mundo. La carrera armamentista no tiene parangón en la historia. Las armas de destrucción en masa se acumulan peligrosamente en los lugares estratégicos del planeta. Y al mismo tiempo aumentan el vicio y la delincuencia en forma tal que decir que vamos hacia Sodoma y Gomorra no es suficiente: ya estamos en Sodoma y Gomorra. A esta época va dirigido el mensaje: Temed al Dios y dadle honra, y ése es precisamente el pregón de la Iglesia Adventista. El mensaje de la hora del juicio Se lee en Apocalipsis 14:7: ...porque la hora de su juicio es venida... El movimiento adventista predica decididamente que la hora de su juicio es venida, es decir, ha llegado. Desde 1844 en adelante está proclamando que, de acuerdo con las maravillosas profecías de las Sagradas Escrituras, el juicio de Dios comenzó en ese mismo año. Esta es una doctrina de la Biblia y que subrayan los adventistas, y el hecho de que la profecía que venimos comentando esté anunciada, le da sello de autenticidad divina a este movimiento. (Si desea tener más información acerca de esta profecía, a su pedido le enviaremos más material de lectura). Un detalle en relación con esto: los adventistas aparecieron en el escenario de la historia precisamente en 1844, cuando comenzó el juicio divino en el cielo (Daniel, capítulos 7-9), evidentemente para cumplir el cometido celestial de anunciar a todo el mundo, desde ese año en adelante, el mensaje de la hora del juicio. ¡Cuán maravillosos son los planes y las profecías del Señor! Adoremos al Creador El versículo 7 de Apocalipsis 14 concluye diciendo: ...y adorad a aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas. El movimiento adventista invita al mundo a que adore al Creador. Desde hace un siglo y medio, en los medios intelectuales, científicos y religiosos circulan teorías que pretender eliminar a Dios de la creación. Se enseña en forma dogmática que el relato bíblico de la creación es sólo una leyenda, y además que todos los seres vivientes, sin excluir al hombre, son el resultado de la evolución. El movimiento adventista rechaza de plano tales afirmaciones. Es fundamentalista, es decir, cree que la Escritura es la Palabra de Dios y la verdad. Cree que lo que relata la Biblia es rigurosamente histórico. Cree por lo tanto que el relato de la creación es una realidad. Cree que Dios es el creador del mundo, de la vida y del hombre. No es un movimiento retrógrado: cree en la ciencia verdadera y afirma, con sólida base, que la verdadera ciencia jamás ha estado reñida con la verdadera religión. Pero declara enfáticamente que la teoría de la evolución no es ciencia, sino simple y llanamente una teoría que nadie ha podido demostrar ni podrá hacerlo jamás. A una humanidad enferma de estas doctrinas seudocientíficas le conviene escuchar el llamamiento a adorar al Creador, que es parte descollante del mensaje de Dios y éste debe ser anunciado de viva voz y por la pluma, por la prensa, la radio y la televisión, y también con el ejemplo. Conclusiones El Dios de la Biblia es un Dios de amor. Ama a sus criaturas con un amor inmenso, incomprensible. No hará nada sin anunciarlo por medio de sus mensajeros para que los seres humanos tengan la oportunidad de prepararse a fin de hacer frente a lo que ha de venir. Y con mayor motivo lo hace ahora, que se aproxima rápidamente el regreso en gloria del Hijo amado, Jesucristo. Por medio del movimiento adventista-moderno Noé; moderno Juan el Bautista-, está dando al mundo su último mensaje de amonestación. Pide a los hombres que teman a Dios y le den honra, porque la hora de su juicio ha comenzado, y que le adoren, pues es el Creador. Este es el mensaje del Señor. ¿Le prestará oídos usted, apreciado amigo? Dios quiera que sí. No queremos terminar esta lección antes de invitarlo a meditar en la solemnidad que adquiere nuestra existencia cuando se apodera de nosotros el pensamiento de que vivimos en la hora del juicio. Puede ser que hoy, hoy mismo, se examine su vida en el tribunal celestial. ¿Está usted preparado? ¿Ha aceptado al Señor Jesús como su Salvador? Si él es su Salvador, no tendrá nada que temer. Dice la Palabra del Señor: Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, mas conforme al espíritu (Romanos 8:1). Si Cristo no es todavía su Salvador personal, no demore ni un solo instante más: entréguele hoy mismo la vida a su Señor.
Posted on: Sat, 30 Nov 2013 20:55:55 +0000

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