El otro día iba caminando, como siempre espectante y sombrío, por la calle Ballesta y aledaños. Esa zona legendaria y casta de Madrid de la que hablan los versos: A Ballesta nos animamos un rato/ donde el wisky es garrafón/ pero los polvos son baratos [...] en fin, pues en una de las calles cercanas, concretamente la calle Puebla, me encontré la Iglesia de Los Portugueses (prefiero usar los nombres antiguos). Habré pasado cien veces por delante de ésta y nunca me había llamado la atención hasta el otro día que me decidí a entrar. Mis ojos se encontraron con aquello que mi madre denominaría "arte repujado". Al mirarla por fuera se pueda apreciar fácilmente que si bien no es fea, es bastante sobria. Pero al cruzar el portón de madera, podríamos sentir algo muy parecido a lo que tuvo que sentir Stendhall en la Basílica de Florencia. Sin duda, una joya de Madrid seguramente desconocida por muchos. Dejando las ideologías, credos y cuestiones de fe a un lado y respetando el valor del arte por el arte, os cuelgo las imágenes (sacadas del google por cierto, que ese día no me apetecía hacer fotos).
Posted on: Fri, 21 Jun 2013 23:36:48 +0000
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