El padre y su hijo adolescente caminaron por el barrio en la tarde, cuando vio a un par de viejos zapatos frente a un terreno baldío y pronto se dio cuenta que pertenecía a un hombre que trabajaba en la limpieza del suelo y estaba a punto de terminar su viaje. ¿Entonces el niño dijo a su padre: Papá, vamos a jugar un poco? ¿Ocultando sus zapatos y viendo su reacción cuando puedo encontrarlos? Entonces apareció y devolver los zapatos, ¿qué te parece? -Hijo, tengo una idea mejor. -respondió el padre-¿y si hay que poner una moneda en cada zapato y ocultar para ver su reacción cuando los encuentras? El hijo aceptó, y así pusieron las monedas en los zapatos y se escondió en los matorrales para ver la reacción del hombre, que pronto terminó sus tareas diarias y caminó hacia los zapatos, para volver a casa. Para poner el primer zapato sintió que había algo en él y tire hacia fuera encontró la moneda. Se perdió un poco, miró a su alrededor, no vi a nadie, admiró la moneda durante unos segundos, guardada en su bolsillo y feliz de la vida comenzaron a poner en el otro zapato. Su sorpresa fue aún mayor cuando encontró la segunda moneda. Luego levantó los ojos al cielo y agradeció, porque ayudarían a esas divisas le comprar más comida para su esposa e hijos. El niño, que lo vieron todo en silencio, estaba profundamente conmovido por la escena. – Y después? ¿-dijo al padre – este juego no te dejó más satisfecho? Y respondió el hijo: Papá, yo nunca olvide ese día... ahora sé lo que significa: "es mejor dar que recibir".
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 22:46:03 +0000
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