El papa Francisco dice tenerlos calados. A todos aquellos que con una mano defraudan al Estado y con la otra dan dinero a la Iglesia. Dice Jorge Mario Bergoglio que para los “cristianos de doble vida” no hay perdón de Dios: “Se merecen —lo dice Jesús, no lo digo yo— que les pongan en el cuello una piedra de molino y los arrojen al mar”. Las palabras contra la corrupción se producen apenas tres días después de que, también durante la misa en la residencia de Santa Marta, el Papa clamara contra “los devotos del dios soborno”, aquellos que dan de comer a sus hijos pan sucio: “Tal vez deberíamos rezar por estos niños y jóvenes. Ellos también tienen hambre. Hambre de dignidad”.
Posted on: Tue, 12 Nov 2013 21:07:54 +0000