El país celebró, por primera vez en su historia milenaria, unas - TopicsExpress



          

El país celebró, por primera vez en su historia milenaria, unas elecciones libres. Y la voluntad popular llevó al poder a un movimiento religioso que había sufrido duras persecuciones a lo largo de varias décadas: los Hermanos Musulmanes, bajo la presidencia de Mohamed Morsi. En lugar de construir la democracia, el nuevo mandatario y sus colaboradores se dedicaron a impedirla, siguiendo, de hecho, las consignas de la quinta columna, es decir, del islamismo más intolerante y radical. Los cristianos coptos, el 10 por ciento de la población, fueron acosados, perseguidos y algunos asesinados, se dieron leyes y reglamentos que, en lugar de respetar los derechos humanos, los violentaban abiertamente, encaminando el país, inequívocamente, al reinado de la sharía, la imposición del velo, la discriminación de la mujer, la desaparición de la enseñanza laica y mixta, la deformación de la justicia y de la información para acomodarlas a la voluntad de los clérigos. En su año de gobierno, Morsi no sólo acabó de arruinar la economía y sembrar el caos en la administración y el orden público; sobre todo, pese a las protestas en contra del Presidente, sirvió de caballo de Troya a los islamistas fanáticos. Millones de egipcios salieron de nuevo a protestar y a enfrentarse a los matones y policías y de nuevo corrió la sangre por la plaza Tahrir, las ciudades y los campos. ¿A quién recurrían en pos de ayuda esta vez los rebeldes frustrados y coléricos? ¡Al Ejército! Es decir, a la misma institución que, sin haber ganado una sola de las guerras egipcias, las ha ganado todas contra su pueblo, pues ha sido el sostén más firme de las dictaduras que ha soportado el país desde su independencia. Ahora, Egipto corre de prisa a convertirse de nuevo en una satrapía castrense. El régimen ha prometido llamar a elecciones pero todos los golpistas de Estado
Posted on: Sun, 11 Aug 2013 18:35:23 +0000

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