El perdón debe acompañarse del hacerse responsable por el quiebre del orden institucional y de las consecuencias de la posterior política de masiva violación de los derechos humanos; significa reconocer incluso la ilegalidad de origen de un régimen profundamente autoritario, nada democrático y fundado en la idea del enemigo interno y su Doctrina de Seguridad Nacional. Entonces, un sector no puede pedir perdón porque su ética y en general sus valores morales se rigen solo por el libertinaje de los mercados, donde incluso la vida de las personas y su bienestar queda supeditado a la necesidad y afán desmedido de lucro. Ese sector no puede pedir perdón porque a pesar de que en estos casi cuarenta años han sido los grandes beneficiarios de esta legalidad impuesta a sangre y fuego por la barbarie y brutalidad militar, políticamente han fracasado. Es que cuando el asunto se les complicó durante la Unidad Popular (cuando pese al boicot a la economía, el gobierno de entonces logra sumar más votos y conciencias al Parlamento y cuando vieron que no tenían ninguna posibilidad electoral de recuperar el poder) no les quedó más que recurrir al golpe de Estado lo que denota una profunda vocación antidemocrática.
Posted on: Thu, 29 Aug 2013 20:46:36 +0000
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