El pozo embrujado En toda mi carrera como oficial de policía - TopicsExpress



          

El pozo embrujado En toda mi carrera como oficial de policía presencié todo tipo de cosas, muchas de meticulosamente por personas impulsadas por todo tipo de siniestros motivos, locura, avaricia, ambición, fanatismo, ira, vi lo peor de la humanidad y viví momentos de mucho peligro y tensión, pero el hecho que les voy a narrar superó a todos por su naturaleza paranormal y misteriosa. Todo comenzó cuando concurrí al hospital a tomarle la declaración a un hombre que decía haber sido atacado en el interior de un aljibe,( un pozo que solía utilizarse para acumular agua de lluvia). El sujeto ( del cual no voy a revelar el nombre) dijo ser contratado para limpiar y despojar de malezas y pastos el terreno de una casa. Entre las tareas encomendadas estaba la de limpiar un viejo aljibe. Descendió hasta el fondo por medio de una soga que ató al travesaño que antes sostenía la roldana, el pozo, que en ese momento estaba seco, era mas ancho en su base, la luz del sol no alcanzaba los bordes mas alejados. En su declaración afirmó que mientras intentaba encender una linterna alguien lo atacó por detrás aferrándole el cuello con las manos. En su intento desesperado por librarse caminó hacia el centro, en donde la luz dibujaba un circulo, en ese mismo instante lo soltaron. Dijo que en ningún momento vio a su agresor, cuando consiguió acender retiró la soga. Cuando llegué al lugar junto con cuatro policías mas ya era de noche, tras no recibir respuestas luego de varias advertencias decidimos decender. Yo fui el primero en bajar por la escalera de soga, el trabajador agredido no mencionó las hordas de cucarachas que infestaban el húmedo suelo de piedra. Las cucarachas crujían bajo mis pies mientras me desplazaba y producían un sonido asqueroso al rozarse y caminar unas sobre otras. Fuimos tres los policías que inspeccionamos el lugar escudriñando con nuestras linternas durante largo rato sin hallar ninguna persona ni lugar donde alguien pudiera esconderse. Decidí ser el último en salir, cuando me disponía a hacerlo, ya agarrado de la soga de la escalera, me tomó por el cuello la helada asquerosidad de unas manos. Mis compañeros comenzaron a tirar de la escalera, rápidamente llegué hasta la boca del pozo donde las inmundas manos me liberaron. Mis compañeros horrorizados a mas no poder me explicaron que no le dispararon a mi agresor pues solo veían dos brazos sin cuerpo. Pudimos convencer a un juez para que ordenara tapar el aljibe, afirmamos que era un peligro sanitario.
Posted on: Wed, 21 Aug 2013 02:04:35 +0000

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