“El profesor desde el momento que jubila baja a la pobreza” Mantenerse activos, y aferrarse a la familia y colegas, son las claves para afrontar este difícil momento que no es ajeno en nuestra zona. 2.530 lecturas. | 0 envíos Martes, 6 de Agosto del 2013 Un cambio rotundo en su nivel de vida es el que experimentan los docentes que se acogen a retiro, ya que -tras años de trabajo en las aulas- ven como sus ingresos bajan a mucho menos de la mitad de lo que recibían mientras impartían sus conocimientos; hecho que les genera rabia, angustia y depresión. Mantenerse activos, y aferrarse a la familia y colegas, son las claves para afrontar este difícil momento que no es ajeno en nuestra zona, donde docentes en retiro se reúnen para compartir, practicar deportes y promover -desde su realidad- una mejora a los ingresos para los maestros, profesionales claves en el desarrollo de cualquier sociedad. La Tribuna llegó ayer hasta la sede local del Colegio de Profesores, para conocer desde sus miradas la realidad de los docentes de nuestra zona, tras acogerse a retiro. Tras su participación en un taller de Taichí, accedieron a conversar y entregar sus apreciaciones, coincidiendo todos que “El profesor desde el momento que jubila baja a la pobreza”. Argumentaron su postura, señalando que de ganar sueldos de entre $700 a $800 mil, ahora reciben de jubilación, no más de $200 mil. Josefina Sidler. La profesora Josefina Sidler, se acogió a retiro el pasado 31 de diciembre, tras cumplir 33 años de servicio docente y manifestó tener sentimientos encontrados. Por una parte, extraña a sus colegas, y alumnos de generaciones anteriores, pero por otro lado, se siente tranquila ya que -a su juicio- existe mucha presión sobre los profesores. “El profesor ya no hace clases sino que llena y llena papeles, ya no existe autonomía, ni creatividad, sino que se sigue las reglas y sistemas auto impuestos. Desde ese punto, estoy feliz jubilada”, declaró. No obstante, lo más angustiante son la baja de ingresos, ya que indicó en su caso pasará de ganar $800 mil pesos, a unos $200 mil (está en trámite en la AFP). “La jubilación es horrible, jubilamos por la AFP y el fondo es una miseria, por cada $20 millones te pagan 100 mil pesos, algunos profesores que trabajaron hasta 40 años, ganan 135 a 138 mil pesos. Aquí los que ganan $230 mil son millonarios. Con suerte el 10% de los profesores jubilan con 44 horas, y ellos tienen un sueldo un poco mejor”, manifestó. Añadiendo que “el profesor desde el momento que jubila baja a la pobreza otra vez, nosotros vamos aumentar los pobres en Chile”. En este sentido, la docente indicó que se debe ser previsor, y ante esta realidad, intentar generar un ahorro pese a las dificultades con los sueldos, que tampoco son tan ostentosos. “Si los profesores ganaran un buen sueldo podrían ahorrar, pero con hijos estudiando, son muchos los gastos, en la vida activa tienen que restringirse mucho para tener un ahorro. En mi caso, en los últimos cinco años me dediqué a cerrar mis tarjetas, y mis hijos terminaron de estudiar antes de jubilarme. Pero no todos tienen esa suerte”, afirmó. Finalmente, recomendó a los docentes que se acogieron a retiro, a no dejarse estar, sino a seguir una vida activa. “Para no morir de tristeza y rabia uno debe seguir activa, hacer las cosas que le gustan, o que no podía hacer y ahora puede. Aquí nos juntamos, compartimos, encontramos cariño, apoyo y consolación, nos reunimos como taller de jubiladas los últimos martes de cada mes, también estoy viajando donde mis hijos, y leo mucho”. Mirta Arévalo. Mirta Arévalo, fue profesora en distintos establecimientos educacionales municipales de Los Ángeles, jubilándose el año 1987. Luego, trabajó 10 años más en el sistema subvencionado, dejando definitivamente las aulas el año 1997. Actualmente, y pese a sus esfuerzos, tiene una pensión de $211 mil pesos, pero cuenta con el respaldo de su familia. Indicó que pese a jubilar por el INP (Instituto Nacional de Previsión), actualmente ISP; la baja remuneracional fue notoria. Pese a ello se considera satisfecha y tranquila, ya que ha dedicado su tiempo libre a labores de voluntariado, y actividades recreacionales que le agradan. “Pertenezco a las Damas de Rojo, soy presidenta del grupo de profesores jubilados, estoy en el voluntariado de La Araucana, estoy en un grupo de oración y hago Taichí. Mi consejo a las profesoras es a no deprimirse, al segundo día dar vuelta la página, y comenzar a realizar actividades, caminar, salir todos los días, no quedarse en la casa”, manifestó. Luis Ferrés. Luis Sciarresi, jubiló hace 13 años de la Dirección Provincial de Educación, su realidad es mucho más alentadora, ya que -indicó- se pensionó a través de la Caja de Empleados Públicos, logrando un ingreso que le ha permitido vivir tranquilamente, y sin sobresaltos. Si bien, declinó indicar su renta, coincidió, que la realidad de sus colegas es diametralmente opuesta y genera muchos casos de angustia y depresión. “La baja de sueldo es un problema serio que tienen los profesores, la mayoría ha jubilado por las AFPs, y en realidad es como para sentirse angustiado, porque de una forma de vida que le permite el sueldo que ganan, al jubilar baja, y le cambia todo su sistema, eso los angustia. Por eso, lo mejor es no quedarse en la casa, hacer actividades, meterse en grupos, participar, sino el problema más se agranda”, apuntó. En su caso, manifestó, que pertenece al directorio del Colegio Concepción; además, de un grupo de Glaucoma, que trabaja al alero del Hospital de Los Ángeles. Betty Márquez. La profesora Betty Márquez, jubiló el 31 de diciembre del 2012, de la escuela D-926 (ex N°4). Su situación actual es similar a sus colegas, con una importante baja en sus ingresos. “La realidad del sueldo fue notoria, ahora ganaré poco más de doscientos mil pesos, y antes eran unos 700 mil pesos”, remarcó. En este sentido, llamó a los profesores jóvenes a luchar por mejores salarios y una jubilación más digna ya que -indicó- cuando se empieza a trabajar uno no piensa que va a llegar a jubilar, pero luego que esto sucede la realidad cambia. “Yo creo que nadie se prepara para su retiro. Se vive el día a día. En mi caso no es dramático porque mi esposo tiene su jubilación y realiza trabajos esporádicos, además, nuestros hijos ya están educados”, indicó. Señaló que actualmente está dedicada a realizar actividades de la casa, viajar y compartir con otros profesores. Aún así, extraña las aulas. “Se echa de menos el colegio, pero yo he regresado porque soy del Banco de Maestros, estoy tengo que ir a la escuela una vez al mes, para cumplir con mi deber de pagar el banco. A veces uno extraña compartir con los colegas, pero en mi caso he salido, me he dedicado a mi nieto, en las tardes salgo a caminar, y también estoy en Taichí”, resumió.
Posted on: Wed, 07 Aug 2013 01:52:14 +0000
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