El señor Rubalcaba que antes de ayer se colocaba de perfil para no acudir a la cita con las víctimas del terrorismo, se arrisca por el supuesto y posible espionaje de EE.UU. a España y pone morritos enojados calificando el hecho de gravísimo argumentando que los amiguitos no se espían. Es ejemplar este Rubalcaba que saca pecho a Obama desde el fondo de su impoluta camisa blanca, la que no se mancha nunca cuando hay que arremangarse con los verdaderos problemas del Estado, pues nuestro opositor a la Moncloa está más acostumbrado a ensuciarse la lengua mintiendo (¡ay, aquellos tiempos del GAL y los más cercanos del Pacto por las Libertades y contra el terrorismo!). Por otra parte, nuestro ilustre y afamado Presidente del Gobierno, el registrador Rajoy, ha ordenado a Margallo, que, a su vez, ordenará a otro que ordenará al ordenanza que se ponga en contacto con el portero de la embajada de los Estados Unidos, para pedir explicaciones sobre las noticias aparecidas sobre el asunto en cuestión. Algo así como: - Estoy oyendo por ahí que me espías, amiguito. - ¡Cómo puede creer eso, mister Rajoy. - Niégame que sea cierto. Yo no creo a esas malas lenguas, pero dímelo tú.
Posted on: Mon, 28 Oct 2013 09:06:00 +0000