En Italia, en el pueblo de Cremona, vivió durante el siglo XVI un - TopicsExpress



          

En Italia, en el pueblo de Cremona, vivió durante el siglo XVI un joven llamado Antonio, quien se sentía triste porque no podía cantar ni tocar. Sus amigos se burlaban de él porque parecía que el único talento de Antonio era tallar sobre madera. Un día se enteró que un famoso fabricante de violines llamado Amatti vivía en Cremona. Al día siguiente fue a verle y le rogó que le admitiera como aprendiz en su taller. Allí estuvo trabajando muchos años. Con paciencia hizo muchos violines, procurando que cada uno fuera mejor que el anterior. Cuando Antonio murió dejó hechos mas de mil quinientos violines que en su interior llevaban grabado el nombre de Antonio Stradivarius. Hoy son los violines mas buscados y apreciados de la tierra. Los violines de Antonio se venden hoy por cantidades astronómicas (millones de dólares). Antonio Stradivarius no podía cantar ni tocar, pero hizo lo que pudo, y ahora, después de trescientos años, sus violines todavía producen música bellísima. Los cristianos están a veces preocupados porque no pueden cantar, tocar el piano o el órgano, predicar o enseñar; sin embargo, no es cuales y cuantos son nuestros talentos, sino lo que hacemos con ellos. Un don de Dios que esté en el corazón de algún creyente dedicado encontrará, sin duda, alguna manera de producir frutos notables para la gloria de Dios. “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales… Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere” I Corintios 12: 1, 11
Posted on: Tue, 26 Nov 2013 06:32:55 +0000

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