En el Evangelio de hoy, Jesús nos enseña a dirigirnos a Dios como Padre. Dirigirse a Dios como Padre es sentirse hijo de él. Y la gracia de "ser hijo de Dios" solo se le concede a aquel que tenga el Espíritu del Señor o que se deja guiar por el Espíritu; ese mismo Espíritu que acompañó a Jesús a lo largo de su ministerio. Solo bajo la inspiración del Espíritu Santo podemos ser considerados como hijos de Dios. Al despertar ese día, hermanos y hermanas, pidamos a Dios que nos conceda la gracia de actuar bajo la inspiración del Espíritu Santo para que así al terminar el día podamos dirigirnos a Dios como nuestro Padre como Cristo nos enseñó.
Posted on: Wed, 09 Oct 2013 11:43:54 +0000
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