En el día de nuestra Señora del Rosario publicamos la Carta de - TopicsExpress



          

En el día de nuestra Señora del Rosario publicamos la Carta de Octubre 2013 del Asesor Nacional de la Campaña del Santo Rosario de la Virgen Peregrina en Schoenstatt Padre Guillermo Carmona Muy queridos misioneros, Una y otra vez me sorprende la acción de la Mater a través de la Campaña. Recuerdo la Misa que el Card. Bergoglio celebró en la Catedral metropolitana, en honor de Juan Pablo II, que acaba de morir. Al terminar la misma, entrando a la sacristía, me paró y me habló de una señora allegada a él -cuyo hijo había muerto en el incendio de Cromañón. Le había confesado que sólo encontró consuelo en una imagen peregrina que había llegado esos días a su casa. El Cardenal me lo quería comentar, “para que sigan adelante con ese apostolado”. La afirmación del hoy Papa Francisco no pasó desapercibida para mí y lo comenté con otras personas. Fue una constatación de que Ella llega en el momento oportuno; su visita genera paz y unidad en las familias, pone dulzura al sufrimiento y ayuda a asumir la cruz de cada día. Me tocó estos días compartir el diagnóstico de cáncer de una persona y ver cómo él se aferraba a la peregrina que estaba en su casa en el momento en que supo de su enfermedad. Él está seguro que la Mater le dará una mano, ya sea curándolo, ya sea regalándole la fortaleza para dar el “sí” al tratamiento terapéutico y sus consecuencias. Pero yo les escribo estas líneas el 7 de octubre, día de Nuestra Señora del Rosario. Ustedes conocen el origen de la fiesta: eran tiempos donde el cristianismo peligraba ante la invasión musulmana. El Papa Pío V pidió a los cristianos que recen el rosario, sabiendo que esa oración podía ayudar a los cristianos a vencer en la batalla decisiva de Lepanto. ¡El rosario es poderoso! Entre algunos de nuestros dirigentes se conversó -hace tiempo- sobre el título que debería llevar nuestra Campaña. Don Joao la llamaba “la esforzada campaña”, por ejemplo; pero ante todo la denominó, la “Campaña del rosario de la Madre peregrina”. El rosario que lleva cada imagen es un medio para que la Mater, llegando a los hogares, haga su trabajo silencioso y eficaz. El rosario es una forma de traerla a la Mater a la vida cotidiana; no permitir que el desánimo, las cuitas del camino, nos quiten las ganas de vivir. Los misterios del rosario son anticipos de las vivencias humanas y cristianas. Hay en nuestras vidas momentos de gozo, donde sentimos que todo es anuncio y plenitud. En esas situaciones podemos asociarlos a los misterios gozosos: ¡Cómo no gozar con la encarnación del Verbo, la visita de María a su prima, la presentación del Niño en el templo...! Pero luego vienen los inviernos: desilusiones, desengaños, mentiras, fracasos, enfermedades, partida de seres queridos. Es el tiempo de la prueba y también de la confianza: dejar que la Mater nos acompañe, como acompañó a Jesús en su viacrucis y entrega en la cruz. Son los misterios dolorosos del rosario. Si logramos llevar con dignidad, esperanza y confianza la cruz, amanece la mañana, la pascua. Son los misterios gloriosos. La gloria no es la vuelta al gozo, sino el amor acrisolado, que superó y venció en la prueba. El rosario describe, por tanto, nuestra vida: algo de gozo, bastante de dolor y mucho de gloria. El destino final es la victoria: “Nuestra Señora de la victoria”, la que venció con Cristo en la Cruz, la que venció en Lepando y vencerá en las batallas de nuestra vida. Con esto les estoy insinuando a aprovechar el rezo del rosario haciendo el puente entre el misterio que rezamos y la nuestra realidad cotidiana. El papa Juan Pablo II instituyó los misterios de la luz. La luz nos hace descubrir dimensiones que en la oscuridad no logramos percibir. Hay algunos misterios de la luz que me gustan especialmente, por ejemplo, las bodas de Caná o la transfiguración de Jesús en el Tabor. ¡Cómo no rezar el segundo misterio de luz, pensando en la necesidad de que el agua conyugal se transforme en vino fuerte de la Alianza! ¡Cómo no sentir que el Tabor puede ser mi santuario hogar y santuario corazón, es decir, esas fuentes en las cuales bebo y donde aplico las mismas palabras del Padre a su hijo Jesus: “Tú eres mi hijo (mi hija) muy amado (amada), en quien tengo puestas mi predilección”. Lo que vale para Jesús vale también para nosotros: “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos”. En las entrevistas que el Card. Bergoglio dio, comenta que él intenta rezar cada día todos los misterios del rosario. Confiesa que no siempre lo logra, pero que se complace en intentarlo. Otro buen medio para difundir el rosario es invitar a mis amigos -amigas- a rezarlo juntos. Muchas familias o matrimonio lo hacen al caer la tarde: le piden a Jesús y María que se queden en el hogar “porque el día declina y la noche ya se acerca”. Las redes sociales y los medios masivos de comunicación nos van quitando tiempo, que podríamos aprovechar para rezar. Pero nada es imposible. Cada vez que rezamos el rosario divinizamos al mundo, exorcizamos los becerros de oro de la sociedad del puro poder, placer y tener egoístas. Finalmente. El 18 de octubre de este mes comenzamos el año jubilar de nuestro Movimiento. ¿No podría ser este año una gran ocasión para hacer “um poquinho mais”, por la Campaña, como decía don Joao? Esta es una pregunta que la hago a cada misionero y a quien recibe estas líneas. “Un poquito más” puede ser invitar a nuevos misioneros, a ampliar la comunicación entre nosotros, a servir a las parroquias, a recordar que la Alianza de Amor es fundamental para ser un fecundo misionero, a visitar a menudo la Mater, llevando nuestras peregrinas a los Santuarios y ermitas… Tengo la certeza que mis humildes “rosas”, ofrecidas por amor a la Mater se convierten en rosas de oro presentadas por Ella a su Hijo y al Dios Trino. Con mi bendición y recuerdo, Padre Guillermo Carmona
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 22:59:16 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015