En el espectro de manifestaciones de la dispersión, la - TopicsExpress



          

En el espectro de manifestaciones de la dispersión, la exterioridad o alteridad excluidas de los predicamentos ontológicos occidentales, en la multitud de plasmaciones del descentramiento de esencias, acordes a la proclamación del fin de la historia (Vattimo, 1991) y negación de la inmanencia que eclosiona en la edad posmoderna, frasean con impronta propia ciertas tendencias dentro de la corriente musical de finales del siglo XX y principios de la presente centuria. El espejo específico e ilustrativo de esta música no va a la zaga de otras cristalizaciones del período, tales como la evolución de los versos evanescentes de Charles Olson o David Anton, la literatura no secuencial de Julio Cortázar, la de identidades perdidas y fantasmas instintivos de Pierre Klossowski, la de paradojas indescifrables de Thomas Pynchon, Italo Calvino o Milan Kundera o la de los laberintos y espejos de Borges, cuya delectante ficción versa y ejemplifica quintaesencias de lo posmoderno como el pastiche, la confusión entre lo real y lo imaginario, lo inefable, la intertextualidad, la autorreflexión o la muerte del autor [1]. Como en el arte de estos visionarios, la música posmoderna ha minado también las bases de certidumbre del pentagrama estructuralista para sumergirnos en una vorágine ecléctica, de confusión de géneros y maridaje de tendencias, en la que se viene a mimetizar la piedra angular que supone la negación y el colapso de las metanarrativas o matrices de epistemología disciplinaria (Lyotard, 1984), la desmantelación de los mitos, los dictados reduccionistas, el positivismo y la racionalidad central, y se privilegia, por contra, la pluralidad textual (Barthes, 1977: 159), las lecturas resistentes, el escepticismo y la instauración del productivo e inclausurable juego de tensión entre contrarios (“jouissance”). El presente estudio tiene como objeto de análisis la última obra polifónica de Elfonía, una banda mexicana, de Monterrey concretamente, cuyos modos discursivos, tanto desde el punto de vista de la textualidad musical como del de la literaria, muestran un elenco de índices nítidamente entroncados con las modalizaciones y los postulados posmodernos. Gracias a la minimización de la frontera entre el arte considerado de predicamento canónico y las formas artísticas “underground”, además de la difusión de la cultura de masas, en especial el flujo de información a través de los espacios de hiperrealidad de la web, productos como el que pretendemos focalizar en estas líneas han superado los límites de la exclusión, de lo minoritario y la marginación, para trascender desde una latitud geográfica apenas reconocida. Una inmersión hermenéutica en los jeroglíficos musicales y líricos de Elfonía y su “This Sonic Landscape” supone, en puridad, el trazado de constantes temáticas existencialistas propias de una era esquizoide como la posmoderna. Su discurso, intrincadamente alegórico, evanescente entre las texturas movedizas de composiciones musicales harto fragmentadas, ilustra la anatomía de la “heteroglossia” y responde a los universales o particulares sobre los que versan sus paisajes sinfónicos. De entre tales ejes temáticos, privilegiaremos la consunción del ser lejos de la presunción acomodaticia de un sujeto individuado, asertivo, autosuficiente, con pleno control sobre sus actos merced a su lucidez racional y de conciencia, tal y como teorizan utopías del progreso y de la historia como la mentalidad de la Ilustración o el positivismo. Más allá, pues, de la precisa y matemática definición del individuo como rol dentro de un sistema, se nos revela la distópica conformación de lo subjetivo, la escisión psicológica del sujeto (Dunn, 1998), heredad del irracionalismo de Nietzsche y su crisis (una vez superados, tanto el hombre como el postulado de creencias occidentales, se debe tender a la constitución del “superhombre”), esbozada ya por Schopenhauer. Además, cifraremos en los modos de Elfonía la consecuente violentación y reconstrucción de la corporeidad por medio de la metonimia de fisicidad que desemantiza y elide la determinación del yo (desmantela la plenitud propia de las metafísicas de la presencia en favor de la desintegración), lo reduce a la mirada y, sobre todo, a la voz, concepto de significado plural en el texto. Aspectos tangenciales en nuestro análisis, la mayoría relacionados con el epicentro semántico de la dispersión, serán las cuestiones de género, el espacio, el tiempo, el animismo o el cromatismo.
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 00:02:15 +0000

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