En el mes de julio de 1963 se celebraron las elecciones presidenciales que llevaron al Dr. Arturo Illia a la presidencia de al Nación, la que asumió el 12 de octubre de ese mismo año. Se recuerda mucho su honestidad y su forma de vida austera, atributos que por mera comparación con quienes hoy gobiernan nuestra Nación no hacen más que destacarlas a niveles impensados. Lo que a veces no se recuerdan con demasiada precisión son los innegables logros de su política económica. He extraído algunos datos de una fuente insospechada de parcialismo, la del libro “Crónicas económicas – Argentina 1969 – 1988” del Dr. José María Dagnino Pastore (Editorial Crespillo, Buenos Aires, noviembre de 1988, páginas 11 y 12) que validan plenamente esta afirmación. Cuando asumió el gobierno en octubre de 1963 el país sufría una gran depresión, al punto que en el bienio 1962 – 1963 el PBI había caído un 6,7 %. Su política económica procuró entonces desde el primer día mejorar la actividad económica, disminuir la desocupación, que trepaba al 8,8 %, equilibrar la situación monetaria y fiscal y reprogramar los fuertes compromisos externos que provenían de sucesivas refinanciaciones desde la época en la que el “gobierno nacional y popular” de Perón había contraído deudas a tasas exorbitantes con la banca internacional, y que sus sucesores se encargaron de incrementar. Para lograr esos objetivos su política económica se basó en las siguientes medidas: 1. Se implantaron sistemas de créditos especiales a plazos e intereses cómodos con el fin de instalar las máquinas y equipos importados que se encontraban en la Aduana desde el año 1961, dado que las empresas no las retiraron ante las incertidumbres de los años anteriores al advenimiento del gobierno de Illia. 2. Se implantó un régimen de facilidades de pago de deudas fiscales y previsionales –aclaración: no era un blanqueo-, 3. Se estableció un régimen selectivo de importaciones (sin prohibir tontamente como ahora insumos indispensables para la producción). 4. Se estableció un tipo de cambio que respetase puntualmente la evolución de los precios, sin permitir que se atrasara como ocurrió luego durante varios de los gobiernos que lo sucedieron. 5. Se renegociaron los créditos externos una vez que las políticas implementadas merecieron la confianza de los acreedores. 6. Se establecieron límites predeterminados a la emisión de dinero sobre la base de una programación monetaria para los seis años que constitucionalmente debía durar el gobierno, la que se estaba cumpliendo estrictamente cuando fue derrocado por el golpe militar del 28 de junio de 1966. 7. Para el cumplimiento del objetivo indicado en el punto anterior, se monitoreó, aún con los precarios medios tecnológicos de esa época, la producción de bienes y servicios, a fin de evitar que la emisión de dinero no estuviese estrictamente respaldada por el crecimiento de esa producción, evitando así la inevitable inflación que un exceso al respecto acarrearía Los logros de todas estas políticas se resumen en las siguientes cifras: 1. El PBI que venía en caída como se señalara anteriormente, creció a tasas anuales del 9 % en 1964 y 9,50 % en 1965. 2. En particular el PBI industrial en esos dos años creció a tasas del 13 % 3. La desocupación bajó al 6 % y se procuraba que cuando el gobierno terminase su mandato en 1969 no debería exceder el 4 %. 4. La participación del salario pasó del 36 % en 1963 al 41 % en 1966, año de la caída de Illia. 5. La deuda externa se redujo a 2.650 millones de dólares a fines de 1965. Cuando asumiera el gobierno en 1963 era de 4.200 millones de esa moneda. 6. Con el renacimiento de la confianza, la inversión privada en equipos industriales creció un 13 % en 1964 y un 5 % en 1965. Todo esto en un contexto de austeridad y honestidad absolutas. Y algo más: ante la escasa confiabilidad de los indicadores con las que entonces se contaba, había dado los primeros pasos para la creación del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (el INDEC), objetivo que el golpe militar (entre otras muchas otras cosas) abortó El INDEC fue inaugurado luego por su sucesor, el presidente de facto Juan Carlos Onganía, quien creó este organismo en enero de 1968 mediante un decreto ley basado en el minucioso trabajo de su antecesor Creo que vale la pena recordar los logros económicos y sociales del Dr. Illia (que no "posaba de nacional y popular", prefería hablar por sus acciones) cuando iniciamos el mes en el que se cumplen 50 años de la elección de este ejemplar presidente.
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 20:57:35 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015