¡ En el mismo tiempo , el papel del Comité de No Intervención qué se ocupa sin embargo sin parar en Londres, se volvió irreal! Su sola utilidad consiste en abastecer un tipo de cobertura moral a las potencias que actúan cada uno por su parte, sin embargo con una preocupación común, ninguno desea que la guerra de España se transforme por el momento en una Guerra General. Las declaraciones cínicas de Hitler, el 5 de noviembre de 1937, traducirán de hecho la mentalidad general. Inglaterra Conservadora , no piensa favorecer la empresa de Franco, cuyo espíritu fascista le inspira inquietudes, pero considera sin la menor simpatía los excesos extremistas de las izquierdas y España Republicana ofrece su espectáculo. El gobierno francés del " Frente Popular " está dominado por un deseo de apaciguamiento, precursor del espíritu de Munich, fiel al formalismo Republicano y democrático. Desea el fracaso de los insurrectos cuyo carácter totalitario le repugna, pero en Francia también, una franja de moderados no aprecia el lado revolucionario del campo Republicano Español. Hitler escoge en su doctrina del " abceso de fijación ", mientras que Mussolini desea el éxito de un Franco debilitado, pálido, muy de préstamo para hacerse el satélite de Italia Fascista en el Mediterráneo Occidental. Queda Stalin, desde el otoño de 1936, la política soviética enfrente de España se vuelve tortuosa a medida del deseo. Para unos, será puesta a la cuenta del "maquiavelismo" del dictador rojo, para otros, tal el historiador Hugh Thomás, se explicará por el hecho de que es concebida y ejecutada por rusos, que son lentos y poco activos de naturaleza. Parece que ninguno de estas dos teorías se agarran frente a la realidad. Mientras que se repone las condiciones de la intervención soviética en España en el contexto del conjunto de la política stalinista hasta el ataque de Hitler contra el URSS, el 22 de junio de 1941, comprobamos que perfectamente se insertan en la lógica de una doctrina que Isaac Deutscher cualifica agradablemente de acumulación primitiva del socialismo en un solo país, parafraseando a Marx que había hablado de acumulación primitiva del capital. Stalin tiene sólo una preocupación, mantener el statu quo en la gente, para permitir a Unión Soviética acumular un potencial que basta para hacer frente a los gigantes capitalistas. De donde sus rodeos en las primicias del conflicto que se anuncia entre las Democracias Occidentales y las Dictaduras Totalitarias. La Guerra Civil española, escribirá Isaac Deutscher, puso a Stalin delante de un nuevo dilema, podía sólo desear la derrota de Franco... Por otra parte, la Guerra Civil era pesada de complicaciones revolucionarias. La clase obrera armada para la defensa del Gobierno republicano, podía intentar proclamar la dictadura del proletariado comunista o anarcho-comunista... Las contradicciones en las cuales resistía Stalin le dictan de dirigir, desde el Kremblin, una guerra civil dentro de la Guerra Civil española, en el campo Republicano. El motivo principal de esta política era el deseo de Stalin de guardar en el Frente Popular español su respetabilidad Republicana, para evitar un conflicto con los gobiernos Français et Anglais. No salvaguardará la respetabilidad de nadie y entrará en conflicto con todo el mundo. La opinión conservadora en los países occidentales, que se desinteresaba de luchas intestinas de las izquierdas españolas, embrolladas por la complejidad de Stalin, le atribuirán la responsabilidad de todas las tentativas revolucionarias. Una bella foto de la época que muestra a esta dama de edad, con una mirada amedrentada...
Posted on: Fri, 20 Sep 2013 10:04:53 +0000
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