En el noticiero estaban hablando de un grupo que estaban juntando firmas en contra del Bullying. Desde jardín de infantes, los pendejos me miraban con raro por la forma de mi cara y por el pelo corto (hasta los 4 años lo tuve así). En primer grado, más o menos hasta cuarto; tenía un problema grave con la comida: mi insensible “papá” me obligaba a comer sin que yo tenga hambre, me maltrataba a mí y a mi mamá… Apenas podíamos desayunar a la mañana. Llegaba al colegio y me cargaban con Chucky y Scream, pero esos no eran los miedos más fuertes que tenía; sino que, en mi infancia, “imaginaba” monstruos mucho más horribles y espeluznantes que esos. Sufrí tironeos en el pelo, cosas pegadas en mi cabeza, papeles, cargadas, escupitajos, burlas, golpes y hasta robos. En quinto de primaria, mi mamá se estaba separando del forro hijo de puta de mi papá; siendo mucho más fuertes los ataques de mi viejo hacia mi persona, empecé a engordar. Compraba panchos, sánguches, toda clase de golosinas para saciar mi sufrimiento. Ya separados mis viejos y con 13 años de edad, empecé a escuchar otra clase de música, empecé a ser gótica, a ser antisocial, fuerte pero a la vez, deprimida y seria. Veía cómo mis compañeros que conocía de jardín abrazaban a otras pibas que acababan de entrar y se caían mis lágrimas llenas de dolor. No toleré ese sentimiento y me cambié a otro colegio. Las cosas fueron mucho más fuertes allí, hasta que hicieron acordarme de un pasado triste y muy oscuro con respecto a mi viejo, algo que JAMÁS en la vida había dicho, algo oculto que solamente yo sabía qué era eso. Repetí, me avergoncé de mi misma y encontré otro lugar totalmente diferente a ese mundo tan triste que me desgarraba el alma. Encontré gente muy diferente a la que yo estaba acostumbrada, gente a la que agradezco de corazón tener en mi vida… Leí por ahí que una minita había estado hablando de su “historia” de bullying y sin embargo, sostuvo que le daba GRACIA y que el pasado es eso. ¿Sabés cómo lo pienso yo? Mientras esas personas se revuelquen en sufrimiento, yo disfrutaré totalmente sus caídas, me alegra ver su decadencia, que se puedan torcer de dolor como cucarachas, que se destruyan totalmente porque es lo mínimo que merecen… Sí, soy una muy mala persona diciendo todo esto, pero… ¿Yo merecía todo aquello?, ¿por qué tengo que perdonar a gente que no lo merece? Mientras más aplastados estén, mucho mejor para mí. El daño de una simple cargada, puede provocar lo peor; como pasó con ese nenito que se pegó un tiro por no poder soportar tanto dolor.
Posted on: Thu, 01 Aug 2013 01:09:48 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015