En el suplemento cultural Áncora de La Nación de hoy domingo 29 - TopicsExpress



          

En el suplemento cultural Áncora de La Nación de hoy domingo 29 de setiembre, salió publicado un artículo mío con el título "Ya no solo Don Quijote habla en chino", en donde intento un brevísimo repaso de la traducción al mandarín de obras literarias escritas en español . Por alguna razón, la publicada no es la última versión, sino una previa. La última incluía una serie de datos sobre la traducción de "Mamita Yunai", de Carlos Luis Fallas (año de traducción, título con que se publicó, nombre del traductor) y otros comentarios que considero importantes. Por esa razón, me permito compartir con los interesados el artículo, tal como debió haber salido y que pueden leer a continuación. *************************** Ya no solo don Quijote habla en mandarín Albino Chacón "[…] es mucha la priesa que de infinitas partes me dan a que le envíe para quitar el hámago y la náusea que ha causado otro don Quijote que con nombre de Segunda parte se ha disfrazado y corrido por el orbe. Y el que más ha mostrado desearle ha sido el grande emperador de la China, pues en lengua chinesca habrá un mes que me escribió una carta con un propio, pidiéndome o por mejor decir suplicándome se le enviase, porque quería fundar un colegio donde se leyese la lengua castellana y quería que el libro que se leyese fuese el de la historia de don Quijote. Juntamente con esto me decía que fuese yo a ser el rector del tal colegio. Preguntele al portador si Su Majestad le había dado para mí alguna ayuda de costa. Respondiome que ni por pensamiento. –Pues, hermano –le respondí yo–, vos os podéis volver a vuestra China a las diez o a las veinte o a las que venís despachado, porque yo no estoy con salud para ponerme en tan largo viaje". Miguel de Cervantes Saavedra: dedicatoria al conde de Lemos. Segunda parte de Don Quijote, 1615. Primeros pasos A pesar del valor premonitorio de la ironía cervantina de 1615, y del deseo de Cervantes de que su obra fuera leída hasta en China, la enseñanza del español –que hubiera hecho realmente posible tal aventura literaria, más allá del capricho cortesano de un emperador evidentemente bien informado– se inició en este país solo más de trescientos años más tarde, en 1953, cuando se creó la Facultad de Filología Francesa, Alemana y Española en el Instituto de Lenguas Extranjeras de Beijing. Así se fundó el departamento de español, que conoció una primera expansión a comienzos de los años 60 gracias a la revolución cubana y a las sólidas relaciones políticas que hubo entre Cuba y China. Esto generó una mayor demanda de hablantes chinos de español y, con ello, un interés por la literatura en lengua española. Como no podía ser de otro modo, la primera obra traducida del español al chino fue "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", en versión de Lin Shu y Chen Jialin, y publicada en Shanghai en 1922. El título que tuvo en chino fue "Moxiazhuan" (“Biografía del caballero loco”). Varias curiosidades rodean esa primera publicación, según Hu Zhencai (2004): ninguno de los dos traductores sabía hablar español. Chen Jialin conocía el inglés y tradujo "Don Quijote" de una versión inglesa. Lin Shu anotó toda la versión de Chen, pero de una manera totalmente libre. Por otra parte, Lin Shu utilizó el idioma chino antiguo. Solamente avanzada la primera mitad del siglo XX, los chinos supieron que existía la segunda parte de Don Quijote. Quien tal vez sea el más famoso escritor chino del siglo XX, Lu Xun, tradujo los cuentos de Pío Baroja desde una versión japonesa a principios de los años 30. Un poco después, el poeta chino Dai Wangshu tradujo poemas de Federico García Lorca. Otros escritores chinos recomendaron traducir a autores de la Generación del 98, tales como Unamuno y Azorín, quienes fueron vertidos desde el inglés. Preocupación social Las traducciones aumentaron a partir de la segunda mitad del siglo XX, por razones sobre todo ideológicas. Este era el criterio fundamental para la selección de las primeras obras, luego de instaurada la República Popular de China en 1949. Se publicaron posteriormente las dos partes de Don Quijote, esta vez en traducción desde el inglés hecha por Fu Donghua. Solamente en 1978 apareció la primera edición del "Don Quijote" en mandarín, traducida directamente del español por la escritora Yang Jiang. Las obras completas de Cervantes se publicaron en 1996 en ocho volúmenes, obra titánica por los recursos humanos y materiales que exigió. Vendrían luego otras obras clásicas de la literatura de España: El lazarillo de Tormes; "Doña Perfecta", de Benito Pérez Galdós; "Novelas ejemplares", de Cervantes; dramas de Lope de Vega; autos de Calderón de la Barca, y "El sombrero de tres picos", de Pedro Antonio de Alarcón. Como se ve, en ese período, obras del país ibérico dominaban exclusivamente el panorama de interés en lengua castellana. A mediados de los años 80 se publicó la versión china de "La Regenta", de Clarín, y "Fortunata y Jacinta", de Benito Pérez Galdós. Entre las obras latinoamericanas traducidas y publicadas a partir de 1949, están "Frontera junto al mar", del mexicano José Mancisidor, retraducida al chino de la versión rusa de 1956. Obra menor de la literatura mexicana, interesó por reflejar las luchas populares y la vida social de México. El interés por traducir obras literarias hispanoamericanas al mandarín no venía del conocimiento directo de esta literatura; en un primer instante llamaron la atención obras que previamente habían sido traducidas al ruso. Igual sucedió con otra novela de Mancisidor, "El alba en las simas", traducida en 1958. Esto hizo de él el escritor latinoamericano más conocido entre los lectores chinos de esa época. Junto con Zhao Zhenjian, traductor de poetas como Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Rubén Darío, José Hernández y García Lorca, entre otros, así como recientemente de la obra de César Vallejo, Lin Yi’An es también uno de los más connotados traductores de literatura hispanoamericana al chino, y con él mantuve conversaciones sobre el tema. Lin fue el traductor jefe al chino de las +Obras completas de Jorge Luis Borges. Lin ha dicho: “El círculo de creación literaria de nuestro país prestaba más atención al conocimiento de la connotación social de sus obras que al estudio de su técnica literaria. En otras palabras, su impacto artístico sobre los escritores chinos no fue obvio, y Mancisidor no logró igualarse con los grandes maestros europeos y norteamericanos vertidos por traductores chinos”. También, en esa época, traductores del inglés al mandarín se fijaron en obras que, aunque escritas en otros idiomas, reflejaban las condiciones de países latinoamericanos. Es el caso de las novelas "The Rebellion of The Hanged" y "The General in the Jungle", escritas en alemán y en México por B. Traven, pero traducidas del inglés y editadas respectivamente en 1957 y 1958. Más títulos... Una vez más, el interés era el reflejo de lo social latinoamericano que se efectuaba en esas obras. "Mamita Yunai", del costarricense Carlos Luis Fallas, fue traducida bajo los mismos criterios de interés social, por su descripción de la dura vida que los trabajadores llevaban en las plantaciones bananeras. Según corroboré personalmente con el profesor Lü Longgen, la traducción china la hizo Hou Junji, célebre traductor, a partir de la versión alemana publicada en Berlín, en 1954, y conservó el título que ya tenía en ésta: "El infierno verde" (¿habrá estado enterado José Marín Cañas?). La publicación de la novela de Fallas en Shanghai, en la Editorial de Cultura y Nuevas Artes, es de agosto de 1958, con un tiraje de solo 8 500 ejemplares. La primera generación de hispanistas chinos se graduó entre 1959 y 1960; por lo tanto, era normal que las obras no fueran traducidas directamente de la versión española, sino del inglés, alemán o ruso, principalmente. Se tradujo también, del inglés y no del español, "The bosses" (Los caciques, 1917), de Mariano Azuela, en 1960. De él mismo se traduciría después, ya directamente del español, "Los de abajo, en 1981". A finales de la década de los 70, y sobre todo en los años 80, gracias a los intercambios, los estudiantes chinos que profundizaban sus conocimientos de español en universidades latinoamericanas comenzaron a prestar mayor atención a la literatura contemporánea, de la que luego devendrían sus traductores. Fue el caso de "Pedro Páramo" y "El llano en llamas", de Juan Rulfo, en traducción dirigida por Tu Mengchao, publicada en 1980 y luego reeditada en varias ocasiones. A inicios de los 90, China firmó el Convenio Berna de Propiedad Intelectual. Desde entonces, la traducción y la publicación de obras de la literatura contemporánea en español cayeron abruptamente por los altos costos de los derechos de traducción y publicación. Lin Yi’An me reveló que el proyecto de traducción de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, en un momento determinado se abandonó por el altísimo costo de los derechos de publicación que la agencia literaria del escritor cobraba. En el 2001 se publicó "Viaje a la semilla", del cubano Alejo Carpentier, y en el 2002 la novela "La profanación del amor", del argentino Marcos Aguinis. En ese mismo año se imprimió la novela "La piel del cielo", de la mexicana Elena Poniatowska; en el 2003, "El vuelo de la reina", del argentino Tomás Eloy Martínez; en el 2004, la novela "s amigos del crimen perfecto", del escritor español Andrés Trapiello. Las obras publicadas al día de hoy son muchas más. Citemos, solo a manera de ejemplo, "La región más transparente" y "La muerte de Artemio Cruz", de Carlos Fuentes; "Obras seleccionadas", de Octavio Paz, en 1993 y en traducción colectiva; "La casa de los espíritus" y algunos capítulos de "De amor y de sombras", de Isabel Allende, en traducción del mismo Lin Yi’An. En 1997 se publicó "Como agua para chocolate", de Laura Esquivel, novela traducida por Duan Ruochuan. Muchas otras podrían mencionarse al día de hoy, pero las indicadas muestran que la traducción, especialmente novelas, del español al mandarín ha sido una actividad permanente y sostenida, lo cual muestra el interés creciente por el castellano y el número cada vez mayor de chinos que lo estudian. Mundo académico Las universidades chinas no tienen el estudio de la literatura en español como su prioridad en cursos específicos, sino el idioma, pero aquella literatura se lee y se estudia cuando de trabajos de graduación e investigaciones de postgrado se trata. Se utiliza, eso sí, como soporte de la enseñanza de la lengua, con muy buenos resultados entre los estudiantes chinos, en general excelentes y disciplinados lectores. Sí debe anotarse que aún hay pocas publicaciones académicas, en el estricto sentido de la palabra, donde se incluyan investigaciones que permitan un mayor desarrollo de los estudios filológicos y literarios del español en China. Los departamentos respectivos en las universidades funcionan sobre todo como escuelas de enseñanza de lenguas. El crecimiento del mercado del libro y su penetración en el mundo académico y en los estratos más cultos de la sociedad china, hace que actualmente exista un creciente interés por la literatura que se produce en el mundo hispanohablante. Así pues, además de materias primas, objetos electrónicos y otros por el estilo, hay que pensar en la exportación de libros y en el contacto con editores y traductores chinos. Una traducción y una publicación en China nunca serán poca cosa. Quizás eso mismo pensaba Cervantes para su +Quijote antes de que comenzara a hablarse de globalización. A lo mejor, el emperador chino de entonces, premonitoriamente, sí había comenzado a entenderlo.
Posted on: Sun, 29 Sep 2013 23:04:31 +0000

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