En esta presentación no haré introducción, ya que nuestro amigo Manuel Mendoza Chavez, es bueno para escribir jaajaj, bien el es ateo y nos expone su pensamiento aquí. Hola, mi nombre es Manuel Mendoza. Tengo 26 años. Trabajo como jefe de la unidad de informática en una universidad en mi país desde hace casi 2 años. Estudié ingeniería informática en Costa Rica, país al que fui becado por excelencia académica. Nací en una familia entre agnóstica y atea no practicante. Mi abuelo nos cultivó el gusto por la lectura a mí y mi hermana. El mismo antes era agnóstico, ahora es ateo, al igual que mi abuela. Mi familia tiene variopintas creencias, que van desde los judíos (mi bisabuelo era un judío emigrado de Turquía de apellido Jhabib), pasando por mormones, testigos de Jehová, evangélicos, y demás. En general, siempre fui un niño tímido, no hacía amigos con facilidad. Durante la infancia no tenía amigos, no hablaba mucho. Una negligencia médica hizo que, al recetarceme un medicamento demasiado fuerte para mi edad (tendría 5 años), quedara con daño neurológico permanente (tranquilos, no es lo que piensan). Eso se traduce en que quedé con un ligero tartamudeo de por vida, se afectó mi área de sociabilidad y mi cociente intelectual disminuyó unos puntos. Cuando niño, el no poder manejar adecuadamente mi tartamudeo acarreaba la burla de los demás. Ya con el tiempo y de forma autodidacta pude controlarlo, y si no dijera esto, quien me oiga hablar jamás pensaría que tartamudeo, pues debido al estudio y la lectura pude controlar mi habla y mediante el reemplazo de palabras, solucionar el problema. Aunque curiosamente surgió el problema de que al reemplazar ciertas palabras con palabras mas cultas, los niños me veían extraño, y se alejaban de mí….eso, o que me buscaran para resolverles las tareas. Era el típico cerebrito, al que todos buscaban por conveniencia, para que les resolviera o incluso hiciera las tareas. Ningún lazo verdadero, ningún amigo de verdad, lastimosamente. En el colegio había siempre una psicóloga, pero era una psicóloga cristiana. Ella hacía pruebas rutinarias a los niños requeridas por el ministerio (test de inteligencia y esas cosas). Desde el primer test de inteligencia siempre salí sobresaliente. Extrañamente, esa señora veía que no era como los demás, y al no gustarme que metiera la religión con la psicología, y expresárselo, casi me gano un problema en el colegio. Fue la primera vez que pude sentir el choque de la psicología con la fe, y el porqué no deben juntarse. Recuerdo que me dijo por ello: “Sigue así y ya sabes lo que serás en la vida…..ya sabes lo que te espera”. Nunca más volví a verla. A los 2 años, cambiaron de psicóloga. Desde pequeño me gustaba leer mucho. Como dije antes, mi abuelo nos cultivó el gusto por la lectura. Provengo de una familia de artistas. En ella el talento de la modelación de formas es muy fuerte: Dibujo, escultura, grabados, etc. Mi abuelo es uno de los mejores maestros medallistas de América, y el mejor de mi país. Casi una leyenda viviente en los círculos de la numismática y el arte. Mi tío es también un hombre multifacético, tiene “ carreras (fisioterapeuta y antropólogo), y además ha hecho varias exposiciones de dibujos y esculturas en Europa. Es uno de los que mas fuerte tiene el talento artístico, y al que le ha ido mejor en muchos sentidos. Mi otro tío también despegó rápido, apenas salió de la universidad se enganchó a trabajar para el gobierno, con un muy buen sueldo, y ahora tiene muchas propiedades y negocios. Actualmente vive en EEUU. Así que siempre tuve estándares muy altos que superar, y grandes expectativas sobre mis hombros. Se supone que las nuevas generaciones deben superar a las anteriores, así que me toca hacer algo realmente grande…y lo quiero hacer. Aunque a veces se siente un poco el estrés, y a veces es abrumador. Pero jamás me rindo!!! Siempre estaba en el cuadro de mérito del colegio, casi siempre primer o segundo puesto en el año, en el cómputo general de todos los salones (3 salones del mismo grado, con 25 alumnos cada uno…es decir, superaba a más de 70 niños). Siempre participaba en concursos de matemática, lenguaje, razonamiento matemático y razonamiento verbal. También de ortografía, aunque eso no cuenta mucho en estos tiempos xD. Casi siempre traía galardones a mi colegio. Creo que era una de las cosas que mas me gustaba. Siempre me ha gustado saber, conocer el porqué de las cosas. No me conformo con explicaciones simples ni mediocres. Considero que sabiendo el porqué de las cosas, y comprendiendo sus orígenes, pueden tratarse y solucionarse muchas cosas. Conociendo el origen del sufrimiento, es posible erradicarlo. En cuanto a mi tendencia ideológica, bueno, como dije, siempre me gustó leer. Mi abuelo no es alguien religioso, mis padres tampoco lo eran (olvidé decir que mi madre se volvió a comprometer años después, aunque después se separó. Ya llegaré a eso). Leía libros de todas las religiones y todo tipo de cosas: Desde poesía, medicina, biología y demás, hasta libros de todas las creencias. Tengo en mi biblioteca personal el libro de Mormón, la traducción del nuevo mundo (testigos de Jehová), la nueva versión internacional (biblia para protestantes), la Reina-Valera (católicos), el Bhagavat-Gita (parte del Srimad-Bhagavatam, escrituras sagradas hindues), parte del Canon Pali (escrituras budistas), y demás. Siempre leía esos libros con mente abierta. Nunca los leí con fe o convicción de que fueran ciertos. Eso hubiera sido un prejuicio que hubiera entorpecido la lectura de los libros de los cuales justamente quería obtener la esencia, imparcial y verdadera. Cuando uno entra en algo, debe hacerlo sin prejuicios. Todo prejuicio es una atadura previa, un velo que impide ponderar las cosas como realmente soy. No tengo prejuicios de ningún tipo, para con persona o cosa alguna. Siempre he considerado los prejuicios como una de las peores cosas que hay. Fui a varias iglesias. Mi madre siempre nos decía que para elegir algo, ser algo o estar en algo, uno debía conocerlo, no solo quedarse con lo que otros le dicen, sino verificar por uno mismo. Así que fuimos, a cosa de los 12 años, a visitar y concer muchas iglesias. Fui a la iglesia de los mormones, TJ’s, cristianos en varias sectas, hinduistas y budistas. De entre todas las figuras de maestros de la antigüedad me llamó la atención una, pues me di cuenta que se hizo, en s tiempo, las mismas preguntas que yo me hacía, y tenía sentimientos similares a los míos: Buda. El era un ser humano que buscaba el porqué de las cosas. No se rendía jamás. Aún a borde de la muerte, su voluntad era tan grande que logró superar todos sus miedos, vencer a todos sus enemigos, y a si mismo, y se transformó en alguien que es capaz de superar cualquier cosa. Esa misma voluntad, esa misma curiosidad intelectual, ese mismo deseo, esa fuerza inquebrantable, y esa humanidad, sobre todo esa humanidad, fueron las cosas que me hicieron identificarme con él. No era alguien que necesitara de un ser externo para ser alguien, no necesitaba basar su vida en un significado ajeno al mundo. Era alguien sin necesidad de un dios. Era alguien que tenía valor por sí mismo, el orgulloso valor de su humanidad. Y la fuerza suficiente para obtener sus objetivos, superando incluso a los dioses. Alguien que tenía un significado para su propia vida, y que no necesitaba que un ser externo le dijera cual era. Era un ser realmente libre y dueño de si mismo. El era como yo, solo que hace 2500 años. Creo que desde ahí me quedó claro que era ateo. Aunque eso ya lo sabía desde antes, eso lo confirmó. Esto a la edad de 13 años. Eso sucedió por un suceso extraño: Mi hermana conoció en el colegio a una amiga que era budista. Hablamos mucho con ella, y nos aclaró las cosas. Mi madre es actualmente budista. Mi hermana y yo somos ateos. Mi hermano menor es librepensador. Mi padre es católico (padre de crianza). Y bueno, así son las cosas A la edad de 15 años, mis padres se separaron. Conté antes que mi madre se volvió a comprometer. Su matrimonio duró como 7 años, pero al final se separaron. No fue una separación fácil. Pero mi madre siempre nos decía algo: “Los problemas de pareja son una cosa, el amor de padres es otra. En los problemas de pareja no se meten los hijos, son de pareja. Pase lo que pase, estemos juntos o separados, el amor de padres es independiente de eso. Jamás pienses que porque los padres se separan dejan de querer a los hijos”. Y es lo mismo que yo pensaba. Siempre pensé que si mis padres no son felices juntos, que busquen su felicidad como ellos quieran. El amor de pareja es diferente al amor de padre. Quien deja de preocuparse por sus hijos al separarse, es porque en realidad nunca fue buen padre. Siempre pensé, y aún pienso, que dos personas que se quedan juntos por los hijos están cometiendo un grave error. Están poniendo el deseo de los hijos por sobre la felicidad de sus padres. Y eso es egoísmo. La felicidad de un padre no puede supeditarse a la complacencia del hijo, ni la felicidad del hijo a la complacencia del padre. Si sucede eso, solo es hacerse miserable uno mismo, y es ser egoísta. Si la felicidad de uno implica automutilarse por alguien, sea quien sea, eso no es verdadera felicidad. La felicidad real siempre parte de la libertad, y debe ir rodeada de la resilencia, tolerancia, comprensión, madurez y demás. Siempre entendí ello, desde chico, asi que su divorcio no me afectó. Al año siguiente de ello, viajé a Costa Rica, a terminar mis estudios secundarios, y por una beca de excelencia académica, hice la universidad. En el colegio mi experiencia fue amarga. Pocos amigos nuevamente…pero los ticos (asi se le dice coloquialmente a los costarricenses) son muy amables y comprensivos, por lo cual logré socializar un poco por primera vez en mi vida. Una vez, llevé al colegio el libro “El Anticristo”, de Nietzsche, y lo leía en el recreo. Un amigo me lo pido prestado por curiosidad, y se lo presté. Jamás pensé que eso me traería los 2 peores años de mi vida…..¿porque? simple: La profesora de español vio ese libro y lo confiscó. Al regresar del recreo, ella preguntó de quien era ese libro, y dije que era mio. Ella era alguien muy creyente, asi que me denostó como si fuera un bicho raro. Todo el salón se enteró…a la semana, todos los salones de ese grado…al mes todo el colegio lo sabía. Y desde entonces fui visto por todos como “el demonio”, “Mr Satán”, “el brujo”, y demás tonterías. Todos me hablaban de su dios, que me iba a ir al infierno, debatían conmigo tratando de convencerme…a veces hablaba con 20 personas, sin mentir, con todas ellas sobre el tema del dios cristiano. Incluso profesores, el sacerdote de la comunidad, superintendentes viajantes de los TJ’s, los cristianos evangélicos del barrio, etc. 2 años de tortura. Cuando entré a la universidad, esperaba que todo fuera diferente. Tenía 19 años cuando conocí a mi primera y única novia. Ella era una cristiana no muy practicante. No le importó que fuera ateo. Cuando estábamos juntos ella no era una cristiana ni yo un ateo, simplemente éramos 2 personas que se amaban. Duramos 5 años juntos. Fue una pelea constante contra su fe y su familia. La familia de ella no me aceptaba por ser ateo. Hablaban del yugo desigual, la luz y las tinieblas que no se juntan, y todo eso. Mi ex estaba en la pelea entre su familia y yo. Era un constante tira y afloja. Su familia la trababa muy mal por estar conmigo. Varias veces pensamos terminar, pero seguíamos. Algo de lo que siempre me arrepentí es de no haber tenido mucho dinero. Desde que viajé a CR, mi padre dejó de ocuparse de nosotros y nuestro hermano menor. Asi q mi madre volvió a hacer las de madre soltera. Ella trabajaba, y le iba bien, pero todo cambió un día. La empresa donde trabajaba cerró, nos robaron la casa, tuvimos problemas migratorios, estuvimos errantes de casa en casa y de trabajo en trabajo. Muchas veces no tuvimos ni para comer ni donde dormir…en ese entonces, conocí el infierno. Cuando estuve en la universidad fue por beca de excelencia academica. Llevaba pocos cursos, porque era media beca. La otra mitad tenía que cubrirla yo, trabajando en lo que sea. En ese periodo mi hermana y yo tuvimos que encargarnos de la manutención del hogar. Trabajaba en lo que hubiera, y si no había simplemente no comía. Muchas veces no tuve pasajes para ir a la U, asi que iba caminando, tanto de dia, tarde o noche. Cuando estuve con mi ex, fue duro. No podía invitarla a salir, a comer algo, llevarle algo muchas veces. Me sentía bajo, impotente, incapaz, miserable. Me sentía pésimo. El trabajar y estudiar, y encima no tener dinero para chequeos médicos, empeoró mi salud con el tiempo. Por razones de fuerza mayor tuve que regresar a mi país a trabajar, y de paso, a seguir tratamientos médicos. Ya había terminado la carrera, y estaba por obtener la residencia en CR (tenía permiso de estudiante unas veces, permiso de trabajo en otras, pero no residencia), cuando regresé a mi país. Estando en medio de tratamientos para el corazón y otras cosas más, a los 3 meses, mi ex me terminó por teléfono. Ese día me dio un preinfarto. Me terminó de la forma mas cruel posible. Ese día una parte de mí murió. La persona que muchas veces me había salvado del hambre y el frío, murió, y una desconocida le clavó un puñal a mi corazón….fue el día que renací. Antes de eso, era alguien muy tímido y retraído pero me dije a mi mismo, luego de eso: “¿Qué tengo que perder ahora?” Y desde entonces todo cambió. Fui mas suelto, mas hablador, mas confiado. Mis miedos se habían esfumado junto a lo que pensé era todo para mí. Habiendo perdido a quien consideraba la mujer con quien me casaría (ella me había pedido matrimonio), me di cuenta que perder cualquier otra cosa era insignificante. Y dejé ir mis miedos. Por lo menos eso fue algo bueno. Por cierto, mi ex también es psicóloga. ¿Curioso, no? xD En el sufrimiento de la pérdida conocí a mi ex mejor amiga, una chica paraguaya, muy buena gente, o eso pensé. Estudiaba administración, pero entró a estudiar psicología también (no me pregunten porqué tantas psicólogas en mi vida, no tengo idea ). Se convirtió en mi paño de lágrimas, mi confidente. Pero tuvo un cambio…ella tenía muchos problemas, también era cristiana. Su vida era un desastre. Y conocer el mundo ateo (la conoci en un chat ateo) la hizo desencantarse mas de su fe. Al final, tomó la decisión de alejarse de todos los ateos y retomar su fe. Solo quería amigos cristianos con ella. Me eliminó de sus contactos, y nunca mas supe de ella. Solo me dijo que no encajaba mas en su nuevo estilo de vida. Y se fue…elimino su cuenta de FB, y jamás volví a saber de ella… Al tiempo entré mas al mundo de FB. Ahí conocí la página de debates ateos y creyentes, y esta página. Conocí a muchas personas, como en todo lugar, a algunas les caía bien, a otras no. Conocí a quien es actualmente mi mejor amiga. Alguien con un corazón de oro. No exenta de problemas, pero es sin duda el tesoro mas grande que he encontrado en esta vida. Ella sabe quién es. Es, en todo el sentido de la palabra, la familia que mi corazón ha elegido. Y esto es algo que no se lo digo a cualquiera. Ella es, definitivamente, una de las mejores cosas que me han pasado, y agradezco infinitamente a la vida su presencia. Aunque muchas veces peleemos, discutamos, no nos entendamos, sabe el lugar tan especial que ocupa en mi vida. Sabe que lo mejor de mi no lo muestro a cualquiera, y que si lo vió, es porque ella es como ninguna otra. Mientras otros veían en mi a alguien malvado, ella vio mi verdadera esencia. Ella me vio, directamente, sin miedo, y se acercó a mí. Y puedo decir sin lugar a dudas que es el lazo mas importante que tengo, al mismo nivel que mi familia. Para alguien solitario como yo, uno de los motivos de vivir son los lazos que formamos. Lazos auténticos, lazos reales, son lo que nos hace levantarnos cada día. Lo que hace que nuestros días tengan sentido y calor, y una sonrisa. Lo que hace que nuestras noches sean dulces sueños, en lugar de pesadillas. Lo que transforma la soledad en compañía, verdadera compañía. Tú, que sabes bien quién eres, sabes que seré siempre incondicional a ti. Pase lo que pase, eres, definitivamente…¡¡¡mi mejor amiga!!! Actualmente soy el sostén de mi familia. Pago los estudios de mis hermanos, los tratamientos médicos de mi madre, y me sostengo a mi mismo. A veces es duro, pero se que al final, todo será para bien. Aún en las peores circunstancias, no me rendiré. Aún en la oscuridad mas negra, no caeré en el vacío. Aún cuando el destino me golpee una y otra vez, me levantaré, y le diré: “pegas como niña”. Aún cuando tenga que luchar incansablemente, aunque no me queden fuerzas, seguiré caminando. Aún cuando me quede solo, no desfalleceré. Seguir adelante es mi forma de vivir. No rendirme jamás, mi máxima de vida. Mi objetivo, vencer al destino, y conseguir mi felicidad, tal como la deseo, cumpliendo todas mis metas y sueños. Eso es lo que quiero y voy a hacer. Ese soy yo. Bueno, esto sería todo por ahora. Cualquier pregunta háganmela sin problemas. Estoy dispuesto a conversar sobre lo que sea. Saludos.
Posted on: Fri, 19 Jul 2013 03:21:09 +0000
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