En la palabra de Dios tenemos un sin número de ejemplos de oraciones sinceras, puras y sencillas que movieron el corazón de Dios antes resoluciones que él había tomado por causa de la desobediencia del hombre. Gracias a Dios por su infinita misericordia que continúa extendiendo sobre su pueblo y por comunicarle a sus profetas muchas de las cosa que él piensa hacer. Como creyentes en Jesucristo tenemos autoridad para cambiar muchas cosas. En el ámbito espiritual. Y una de las formas de usar esa autoridad es a través de la oración. ¿Estamos orando por nuestras comunidades? ¿Por nuestros gobernantes, autoridades? ¿Oramos por nuestros pastores los cuales nos enseñan la palabra de Dios, los misioneros que llevan la palabra por mundo y por nuestros líderes espirituales? La palabra nos insta a orar por nuestros gobernantes. (1Timoteo 2:2) Y también por la paz de Jerusalén. (Salmo 122:6) Una oración es eficaz cuando sale de un vaso que su contenido está totalmente rendido a Dios donde la honestidad, la transparencia y la sinceridad hacen que el brazo de Dios se mueva como en el caso de Moisés. Oramos para tener una vida de intimidad con Dios, para exaltar su nombre, expresarle nuestra gratitud por la muchedumbre de su misericordia, por lo que Él es. Y por lo que Él significa para nosotros como su pueblo. “Levantémonos y estemos a la brecha por esta nación y por las demás naciones del mundo. Para que los ojos de los ciegos sean abiertos y la luz resplandezca entre las tinieblas”. "Con toda oración y súplica oren en todo tiempo en el Espíritu, y así, velen con toda perseverancia y súplica por todos los santos." (Efesios 6:18) "Ahora pues, déjame, para que se encienda Mi ira contra ellos y los consuma. Pero de ti Yo haré una gran nación." (Exodo 32:10)
Posted on: Sat, 28 Sep 2013 09:44:16 +0000
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