En los noventas para ser aceptado en la tribu de jóvenes - TopicsExpress



          

En los noventas para ser aceptado en la tribu de jóvenes enajenados (al menos donde me desarrolle) debías tomar, fugarte del colegio, fumar droga, perder la virginidad, tener unas zapatillas nuevas (bueno ahora es el celular), tener varias amigas en colegios medios añiñados y escuchar música pesada estilo Bon Jovi, por lo pesada digo, una idea bastante parásita de la vida, mala suerte, esa idea maneje durante toda mi adolescencia, sin proponerme mucho, sin mayor esfuerzo buscaba algún espacio que vendan licor a un menor de edad, más sea unas pezcuesudas, y en pleno centro de la ciudad existía ese lugar, era el renombrado “Rosmery”, sitio donde solo entraban los duros de mi colegio, el querido San Pedro Pascual, y otros duros del San Fernando y San Andrés, un antro donde podías beber cerveza y calmar “la leona” con un buen plato de salchipapas, con suerte levantabas vacile con alguna guambrita del Simón, Manuela o Idrovo ¡Qué elegancia!, Mis primitos mayores acudían a ese lugar y lo describían con veneración, Y no fue hasta cuando tuve 17 años que pude ingresar a ese templo de la perdición con algunos compañeros de pupitre, me puse tenso, nervioso y dubitativo, la visita no fue lo que yo esperaba, más bien se convirtió en el acto más furtivo de mi adolescencia; no tome nada, no bailen con nadie, ni comí salchipapas, solo al salir rápidamente del sitio escuche “Sweet Child O Mine” de los Guns N Roses, En la puerta del Ros mire consternado lo grande que es La Marín, al caminar cargado mi vieja mochila, no sé porque imagine que me esperaban mejores aventuras en mis siguientes años.
Posted on: Fri, 22 Nov 2013 20:35:38 +0000

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