En toda Cataluña, en buena parte de España y en muchos lugares - TopicsExpress



          

En toda Cataluña, en buena parte de España y en muchos lugares del extranjero se identifica el nombre de Alella con el vino, posiblemente porque una larga tradición de viticultores y elaboradores de vinos de extraordinaria calidad ha unido a lo largo de los años, de manera casi indestructible, tierra y producto, proyectando el nombre de este pueblo alrededor del mundo. Posiblemente, uno de los misterios más atractivos de los vinos de Alella sea su propia existencia en pleno Maresme, producto de unas pequeñas viñas, a veces ocultas a la mirada curiosa de los visitantes, que desde hace muchos años luchan por su supervivencia en una admirable y desigual batalla contra la expansión del área urbana. No siempre ha sido así, ya que los vinos de Alella tienen una larga historia y una importante significación dentro de la vinicultura catalana. Conocidos y apreciados ya en la época romana son citados por Plinio y Marcial como vinos layetanos, los vinos alellenses eran, en plena Edad Media los preferidos en la Sede barcelonesa, para convertirse mas tarde en uno de los vinos más exportados desde Cataluña a todas partes del mundo, con especial incidencia en las colonias de ultramar donde había una numerosa población de catalanes. Todavía hoy se mantiene viva toda esta tradición vinícola y los vinos de la Denominación de Origen Alella, continúan simbolizando la voluntad de seguir siendo un pueblo mediterráneo auténtico y, por lo tanto, viticultor, a pesar de la dureza del oficio y de las incidencias padecidas a lo largo de los años, entre las que cabe destacar la plaga de Filoxera, que devastó totalmente los cultivos a finales del siglo XIX. Situada al norte de Barcelona y ocupando una superfície de unas 500 hectáreas, cerca del mar o en la otra vertiente de la sierra litoral, las viñas que configuran la actual Denominación de Origen Alella una de las más pequeñas de la península se han ido modernizando, han incorporado nuevas técnicas y nuevos sistemas de cultivo y de elaboración, manteniendo, sin embargo el criterio de que sólo con la calidad y con una fuerte personalidad pueden los vinos de esta comarca vitícola encontrar su verdadera dimensión universal. Can Magarola. Sede Social de la D.O Alella De los viñedos de Alella se pueden decir muchas cosas, como lo justificaría la larga tradición a la que hemos aludido y el extraordinario y reciente proceso de modernización, sin embargo en el momento actual, posiblemente haya que destacar. sobre todo, el hecho de que es una viña urbana civilizada. Y a pesar de ello sigue viva, ejemplar y ordenada, transformando año tras año sol, agua, tierra y trabajo en un producto luminoso y seductor como es el vino de Alella. Y si por su ubicación es un viñedo urbano, por identidad y vocación podemos decir que es la viña del Maresme. Los vinos alellenses, más que ningún otro, están encastados en la tradición de la mesa barcelonesa de siempre, pero de forma especial en la de aquella Barcelona renaciente e inquieta que, a comienzos de siglo, puso las bases de la gran Barcelona de hoy. Aquella ciudad, aquella época y aquellos hombres fueron sensibles al prestigio indiscutible del vino de Alella y lo incorporaron, en cierta forma, a la simbología del momento y de la ciudad. Uniendo tradición y modernidad, pasado y futuro, campo y ciudad, mar y montaña, la pequeña Denominación de Origen Alella, es hoy además de un símbolo, una realidad tangible en sus vinos elegantes, perfumados y cristalinos, que son un excepcional ejemplo de sabia armonía, ya que en ellos encontramos la serenidad septentrional y la pasión mediterránea. SEDE SOCIAL Can Magarola es una de las masias más antiguas de Alella. Situada en la parte alta de la Coma Clara ha sido testimonio, desde aquella situación privilegiada, de más de 700 años de la milenaria historia del pueblo. Por esta razón, fue escogida como sede del museo que había de albergar el patrimonio histórico, etnológico y museístico de Alella. La creación en 1983 del Patronato de la Fundación Pública Municipal Masia Museo Can Magarola permitió iniciar la restauración y adaptación de este entrañable edificio a las tareas de conservación y difusión de la historia local. Desde entonces, la íntima relación de la vida de Alella con el vino, por un lado, y la colaboración con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Alella, por otro lado, han hecho que Can Magarola sea, además de museo municipal, Casal del Vino de Alella. Sala de cata de vinos de la D.O Alella. Así, la masia ofrece al visitante la posibilidad de catar el fruto de nuestras viñas y muestra la colección de objetos relacionados con las tradición y trabajos vinícolas.La masia conserva restos de edificaciones de finales del siglo XIII y principios del XIV, lo que la convierte en una de las más antiguas del pueblo. Hasta el año 1377 se conocía con el nombre de Mas Oller, fecha en que la compró Arnal Sayol, quien le dio el nombre de Mas Sayol de Munt. En 1625 la adquirió Pere de Magarola, obispo de Eine, Vic y Lérida, quien la legó a su sobrino Pere de Magarola, siendo , por aquel entonces, Can Magarola una de las casas más importantes del pueblo. En el año 1745 la heredó el Marqués de Bárcena al contraer núpcias con la hija de Francesc Magarola, motivo por el cual también se denomina Casa Bárcena. Municipios que conforman la D.O. ALELLA: Alella Argentona Cabrils El Masnou La Roca del Vallés Martorelles Montornès del Vallès Montgat Örrius Premià de Dalt Premià de Mar Santa Maria de Martorelles Sant Fost de Campsentelles Teià Tiana Vallromanes Vilanova del Vallès. Vilassar de Dalt. suarre
Posted on: Mon, 01 Jul 2013 07:39:56 +0000

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