Enfermedades Psicosomáticas y el poder de las emociones. Por - TopicsExpress



          

Enfermedades Psicosomáticas y el poder de las emociones. Por Naxhielly Anaid Aguirre Silva. “Todas nuestras emociones se inscriben al nivel del cuerpo”. Boris Cyrulnik. En muchas ocasiones la enfermedad física es el resultado de un desequilibrio emocional que persiste a través del tiempo. Las enfermedades psicosomáticas son producidas por somatizaciones del individuo, es decir, cuando la relación mente-cuerpo se ve alterada debido a emociones displacenteras, sentimientos negativos, modificaciones del ciclo vital o situaciones de alto impacto emocional, las cuales producen estrés, que puede representarse en forma de síntomas o enfermedades físicas. La Medicina Psicosomática, toma en cuenta las emociones, las considera y las analiza desde un enfoque terapéutico, él cual engloba la totalidad de los procesos integrados entre los sistemas somático, psíquico, social y cultural. Procesos que inicialmente emergen desde lo orgánico y que pueden repercutir en la esfera psicológica y física, como, por ejemplo traumatismos, diabetes, enfermedades gástricas, alergias, enfermedades endocrinas, cáncer, etc. ¿Qué tan lejos pueden llegar las emociones?, ¿Las enfermedades psicosomáticas son un problema mental?, ¿Qué soluciones existen?, ¿Qué tanto perjudica no hablar de los problemas o qué tan malo es no expresar los sentimientos?. Estas y más preguntas son las que se formulaba Dolores mientras le daban su diagnostico, el cual revelaba algo más que una parálisis facial. En cuanto decidí hacer mí reportaje sobre las enfermedades psicosomáticas, me puse a investigar en libros, revistas, periódicos, etc., toda la información que existía sobre estas. Ya instruida, comencé a entrevistar a algunos expertos en el tema. El primero fue el doctor Víctor Manuel García, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Bárcenas Rodríguez Vásquez, doctor homeópata egresado del Instituto Politécnico Nacional, con una maestría en psicoanálisis. El doctor Bárcenas me presento a Dolores, una de sus pacientes, la cual amablemente aceptó contarme acerca de su experiencia con este tipo de enfermedades. Dolores Bonilla es más que una señora de 48 años, es maestra, madre, amiga y hermana. Hace dos años comenzó a sentir mareos y posteriormente padeció una fuerte parálisis facial. Un factor físico detonado por los trastornos emocionales que ella vivió después de su divorcio. Existen diferencias individuales en el modo de enfermar, tanto a nivel psíquico como a nivel físico. En algunas personas cuya salud física ha sido muy buena durante toda su vida, el trastorno emocional puede persistir durante mucho tiempo sin llegar a manifestarse de forma clara a nivel físico, de manera que tendrá mayor facilidad para contraer enfermedades comunes, como la gripe, menor vitalidad, síntomas leves como dolores de cabeza, problemas digestivos u otros, cansancio crónico, etc.,todo ocasionado por la falta de defensas, las cuales bajan de nivel debido al estado anímico. En cambio, otras personas, manifiestan sus alteraciones emocionales a nivel físico muy rápidamente, de forma que es posible que ni siquiera sean conscientes de lo que están sintiendo. Me cité con Dolores a las tres de la tarde en su casa. Llegue puntual, ella me recibió alegre, me hizo pasar y me ofreció un vaso de jugo. Nos sentamos en el sillón de su sala y comenzamos a hablar. Su rostro se veía normal, pero cuando hablábamos sus facciones delataban cierta dificultad a la hora de hacer expresiones. Mientras yo la observaba detenidamente Dolores me contaba su historia. “Después de 27 años de casados mi marido me pidió el divorcio, simplemente por que ya no me quería o al menos esa es la razón que me dio, habíamos tenido problemas y sospechaba que él se traía un amorío con una de sus colegas, pero nunca pensé que él fuera a proponerme tal solución. Jamás estuve de acuerdo, pero él no cambió su postura y terminé firmando aquellos papeles que me provocaron mucho dolor. A partir de ahí mi estado de ánimo cambió, todo el tiempo me sentía insegura, con miedo, sola, me enojaba por todo y lo peor nunca platiqué lo que sentía, sólo refunfuñaba y decía: yo no tengo nada” Freud decía que de las tres causas de sufrimiento humano: los desastres de la naturaleza, el propio cuerpo o las relaciones con los otros seres humanos, esta última era la causa más frecuente e importante de los trastornos emocionales. La falta de amor, algunas situaciones negativas, el estrés y la tensión de las grandes ciudades han generado, en los últimos años, una serie de enfermedades que en un principio no tenían explicación y que hoy llamamos: “Enfermedades Psicosomáticas”. Según la revista “Conciencia sin frontera”, en muchas ocasiones la enfermedad física es el resultado de un desequilibrio emocional que persiste a través del tiempo. La palabra psicosomática significa: “factores psicológicos con influencia sobre las enfermedades” A veces acudimos al médico quejándonos de alguna enfermedad o dolencia, y tras hacernos un chequeo los resultados son negativos, no habiendo una justificación al malestar de la enfermedad que creemos tener. Esto causa cierto desconcierto, ya que es más cómodo encontrar una causa física y aplicar un tratamiento, que entender y aceptar que es nuestra mente la que puede estar originando o manteniendo la alteración. Recientes investigaciones demuestran que los factores psicológicos pueden desempeñar un papel importante tanto en la aparición como en el mantenimiento de algunas enfermedades. Dolores comenzó por sentir ansiedad ante la situación, luego la mezcló con cólera y tristeza. Haciendo que el estrés que sentía le provocara mareos y posteriormente parálisis facial, detonada por una discusión. Ella no solía comentar como se sentía, siempre fingía que era fuerte, trataba de no llorar y a partir de lo del divorcio cualquier situación fuera de su control la ponía de malas, así que se guardaba sus enojos y sentimientos. De acuerdo con el libro la mente dividida, normalmente suele aparecer un síntoma que persiste durante meses sin evolucionar en ningún sentido, ocasionando una molestia crónica que vamos soportando como podemos. Todos estamos sometidos a acontecimientos estresantes a lo largo de nuestra vida. Una persona puede sentir, por ejemplo, ansiedad ante uno de estos acontecimientos. La ansiedad conlleva una serie de síntomas físicos, como palpitaciones y liberación de las llamadas hormonas del estrés. Cuando la ansiedad se produce muy a menudo no es extraño que pueda acabar produciendo enfermedades físicas o alteración del funcionamiento de determinados órganos. Es decir, nuestros estados emocionales influyen en nuestro cuerpo. Otro ejemplo, se ha visto que en las personas deprimidas también suele darse un debilitamiento del sistema inmunológico. Dolores nunca imaginó que no decir lo que sentía sería la causa de todos sus malestares físicos, además de psicológicos. Mientras me enseñaba sus estudios y con lagrimas en los ojos me platicó como pasaron las cosas. “Después de tres meses comencé a padecer mareos, primero eran en la mañana, posteriormente en la noche y así fuéron aumentando día a día. Casi todo el tiempo me sentía mareada. La primera vez que asistí al doctor me dijo que era por la falta de sueño y que tenía que asegurarse que era lo que sucedía, así que me mandaron una serie de estudios, los cuales no revelaban ningún problema físico. Aun así me recetaron unos medicamentos, pero solo los primeros días sentí mejorías, luego todo volvió a ser lo mismo, mareos y más mareos. De esta manera me la pase de doctor en doctor, de tratamiento en tratamiento, hasta que un día al llegar a casa me moleste por que mis hijos tenían un desorden en la sala, me puse a discutir con ellos cuando comencé a sentir que ya no podía mover la cara, la boca se me fue de lado, mis músculos estaban adormecidos”. La psicóloga y maestra de la Universidad Iberoamericana Sara Alboukrek comentó en una de sus clases que las emociones no surgen de la nada, sino que están relacionadas con nuestro modo de interpretar lo que nos sucede. Esta reacción puede dar lugar a síntomas como dolores de estómago o de cabeza, tensión muscular, enfermedades infecciosas o enfermedades respiratorias, tal y como han demostrado algunos estudios en los que se ha visto cómo pueden aparecer estos síntomas tras un acontecimiento estresante. “Nuestra forma de ver el mundo también influye en los síntomas crónicos. Las personas con sentimientos y pensamientos crónicos de desesperanza, desamparo y depresión que, además, tienen poca capacidad para enfrentarse a los acontecimientos estresantes o resolver los problemas de sus vidas (la llamada capacidad de afrontamiento), tienen más probabilidades de tener enfermedades psicosomáticas” (Dra. Sara Alboukrek) La doctora recomienda la lectura del libro “Como comprender las enfermedades psicosomáticas”, de Gilbert Tordjman, el cual detalla a la perfección y con claridad que son estas, en qué consisten, cómo se desarrollan y hasta tratamientos junto con ejemplos. También recomienda el libro “El amor que nos cura”, de Boris Cyrulnik, donde una historia real habla sobre como la mente puede ayudar a la curación del propio cuerpo y todo a base de los sentimientos. “Cuando el corazón no llora, lloran los órganos” Boris Cyrulnik. Dolores no contaba con esta información, desconocía la causa de su malestar. Después de suspirar y ver hacia la ventana, Dolores riendo prosiguió “Después del drama me encontraba en el hospital, donde no encontraban la razón física de la parálisis. Me recetaron unas medicinas que me ayudarían y me mandaron a casa. No mejoré completamente y un día el doctor de la familia me habló sobre las enfermedades psicosomáticas y me puse a investigar sobre estas para encontrarle una solución a mi problema”. No existe mucha información sobre el tema, debería de haber una forma de saber que si no hay una explicación física a un problema de salud probablemente este tenga relación con las emociones. La mente es muy poderosa y de este modo el no decir lo que sentimos, el guardar rencores o sentimientos negativos puede desencadenar enfermedades psicosomáticas. El doctor Víctor Rodríguez, jubilado del hospital Siglo XXI, dice que la medicina moderna tiende a centrarse casi exclusivamente en el tratamiento de los síntomas físicos, pero hoy en día el estudio de las enfermedades psicosomáticas a permitido que la medicina le de un enfoque psicológico a las enfermedades. Por lo que el día de hoy toda las especialidades de medicina se relacionan con la psicología. A pesar de los avances y del descubrimiento de enfermedades psicosomáticas, no hay suficiente información sobre éstas a nivel comunicación en hospitales sobre estas, además de que muchos doctores no las consideran como factores importantes de la detonación de enfermedades. El Dr. Víctor Rodríguez menciona que “desde el punto de vista científico actual, los factores psicosociales juegan un enorme papel en muchas enfermedades; naturalmente a diferentes dimensiones. Un cuadro clínico definido, como por ejemplo la neurodermatitis, conlleva factores genéticos, de alimentación, sistema inmunológico y estrés, los cuales según cada caso y en diferente medida ayudan a la creación e intensidad de los síntomas.” De acuerdo al libro “Como comprender las enfermedades psicosomáticas”, los síntomas físicos que se manifiestan de forma crónica o que aparecen y desaparecen de manera periódica sin que ningún tratamiento médico logre mejorarlos, o que al ser tratados farmacológicamente acaban siendo siempre sustituidos por otros que aparecen después, nos están indicando que existe algún problema o conflicto no resuelto de tipo emocional. Si indagamos un poco, es muy posible que descubramos estados emocionales que pueden estar contribuyendo a la enfermedad física, bien produciendo síntomas directamente o bien debilitando nuestras defensas de modo que seamos más fácilmente atacados por agentes infecciosos y que nos cueste demasiado trabajo librarnos de ellos. Para ello pueden utilizarse varios tipos de tratamiento (que pueden aplicarse juntos, si así se desea): Tanto en el libro “Como comprender las enfermedades psicosomáticas”, como en Internet hay información sobre los posibles métodos para este tipo de enfermedades. 1.- Tratamiento psicológico. Como primera opción se recomienda un tratamiento personal que ayude a las personas a conectarse con su verdadera naturaleza, conocer sus verdaderos deseos y necesidades en la vida y tratar de alcanzarlos. Es necesario que el paciente se exprese y sea escuchado, también se necesita apoyarlo, dándole consejos sin invadir su toma de decisiones. De este modo, habrá bienestar y equilibrio psicológico mejorando su salud en general. La Dra. Sara Alboukrek dice: “Cada paciente es único e incomparable. Con usted trabajaremos un concepto individual para su tratamiento, analizando influencias psicosociales, que hayan podido llevarlo a esa enfermedad. Es por eso que las clásicas enfermedades psicosomáticas no son contagiosas, ya que los aspectos psicosociales influyen a las personas de diferente manera. Así que a menudo se trata el estrés como causa o intensificador de enfermedades, pero lo que una persona percibe como estrés para otra persona no lo es” 2. Tratamiento con Flores de Bach . Remedios naturales elaborados a partir de flores de plantas medicinales que actúan empujando al organismo hacia la autocuración y el equilibrio psicológico, reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1976. Se usan en casos de problemas psicológicos y enfermedades psicosomáticas o “físicas” (en realidad toda enfermedad es psicosomática, pues cuerpo y mente están interrelacionados). 3. Medicina Homeopática. La homeopatía es una medicina que reúne el conocimiento científico, con la situaciones mentales de cada paciente. Trata de forma individualizada a cada paciente. La salud no es solo la ausencia de enfermedad sino el bienestar físico, mental, emocional y social de las personas, es decir que hay personas que pueden no tener una enfermedad especifica. El objetivo de la consulta no es sólo curar los síntomas, sino sobre todo actuar sobre el origen del desequilibrio o la enfermedad. Cada paciente es único, con su genética propia que le precede, con una historia que sólo está escrita en su vida, por ello debe ser tratado de una forma personalizada. Para conocer al paciente, y encontrar un remedio homeopático adecuado, el homeópata le formulará un gran número de preguntas. “El homeópata debe conocer el historial médico del paciente, su entorno familiar, sus condiciones de trabajo, los hábitos alimentarios, la calidad del sueño, su carácter, la personalidad, las sensibilidades particulares, etc., por ello, su primera consulta suele ser más exhaustiva y prolongada que una consulta medica convencional” (Dr. Barcenas Rodríguez Vázquez.) 4. Y como otro medio alternativo la Acupuntura. La acupuntura, es una medicina complementaría y alternativa a la medicina tradicional, en el caso de las enfermedades psicosomáticas de las que hablamos con anterioridad, puede ser muy eficaz y útil. Las emociones que la acupuntura trata y estudia son: – El cólera. – La tristeza o la pena y su culminación en estados de angustia. – El miedo, que puede derivar en estados de pánico. – Pensamientos obsesivos – Alergias, cuando están descontroladas. Dolores investigó y eligió varios métodos para curar su alma, para desahogarse, así ella logró mejorar su estado de animo y por consiguiente su salud mejoró día con día. Al terminar Dolores concluyó su experiencia con este tipo de enfermedades y finalizo la entrevista. “Después de que me informé encontré las respuestas a todas mis preguntas y decidí el tratamiento que más me convenía. Nunca dejé de visitar a mi doctor general y comencé a asistir al psicólogo. Ahora me siento mucho mejor, creo que es importante estar informados acerca de lo malo que es guardar los sentimientos y de lo peligroso que es tener una actitud negativa hacia la vida, las emociones negativas pueden repercutir en nuestra salud, creo que cada día se abre más la información acerca de estas enfermedades, pero aún así hay muchos huecos y mucha gente no tiene acceso a esta” Es importante informarnos sobre estas enfermedades y sobre todo elegir el mejor tratamiento, sin olvidar que se debe seguir con la observación medica, ya que los malestares físicos deben ser tratados para que no desencadenen otras cosas. Hoy en día las enfermedades psicosomáticas van en aumento en la sociedad, es necesario que la información sobre estudios, soluciones y métodos que se esta generando en el país, y de igual forma a nivel mundial, sean difundidos a la sociedad. El expresarse, el ser escuchado es más que una simple característica del ser humano, es una necesidad que ayuda a la liberación de problemas estresantes en nuestra mente y cuerpo. Hay que ver la vida con buenos ojos y saber controlar las emociones negativas, que son normales y necesarias, pero todo en exceso es malo. No olvidemos: curar lo de adentro para sanar lo de afuera. Como parte importante de este reportaje adjunto aquí algunos ejemplos comunes de malestares físicos relacionados con las enfermedades psicosomáticas. Para más información sobre las enfermedades psicosomáticas se recomiendan las siguientes fuente: - Enfermedades psicosomáticas, ejemplos comunes. - Enfermedades Psicosomáticas: El cuerpo que habla. - 10 tipos de enfermedades psicosomáticas. - Las enfermedades psicosomáticas y la regulación del estrés.
Posted on: Thu, 12 Sep 2013 14:47:15 +0000

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