Es innegable que Francisco es un reformador, al menos hasta ahora más en el discurso, pero aún así es bueno sobre todo para la gente pobre del mundo, que requiere un líder que hable por ella, porque ella no tiene voz. El hecho que se abra hacia la teología de la liberación, dando primacía al hombre concreto que sufre, dice de su manera de pensar que es totalmente contraria a la de sujetos que estuvieron en el papado como el próximo santo juan pablo II, y benedito XVI. De todas formas el sigue atado, por su formación religiosa, académica y miedo, a ideas inadmisibles hoy día para la ciencia y para la población en general. En esto no puede esperarse un cambio en él, luego en la iglesia, lo cual es lamentable pues así su mensaje es doble, débil y manipulable. Algunas de sus acciones ´también caen dentro de esa ambigüedad, reflejo de su temor a tocar a algunos grupos de gran poder dentro del clero y la curia romana, es el caso de prestarse a la canonización de juan pablo II, sujeto cuestionado por encubrir a los clérigos pederastas ( lo cual también hizo Benedicto XVI), e íntimo amigo de sujetos despreciables con los cuales se retrataba e incluso los ponía de ejemplo, como fue con marcial maciel fundador de los legionarios de Cristo, igual con el genocida augusto pinochet. A lo anterior se debe agregar su reprobable decisión de dejar funcionando a la orden perversa de los legionarios de cristo, sólo por ser una de las órdenes religiosas más ricas y que más aportan al vaticano, y también por tener esta orden a varios de sus soldados de cristo incrustados en la curia vaticana. El desempeño contradictorio de Bergoglio es entendible y no se puede esperar gran cosa de él, a menos que dé la sorpresa y realice acciones que vayan contra su doctrina, o se atreva a realizar un concilio vaticano renovador.
Posted on: Fri, 14 Mar 2014 17:56:14 +0000
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