Es una enfermedad silenciosa y olvidada. Queremos evitar que se - TopicsExpress



          

Es una enfermedad silenciosa y olvidada. Queremos evitar que se extienda ... Cochabamba, a 2.500 metros de altura, entre la Amazonia y el altiplano, tiene un corazón tradicional con un barniz de capitalismo globalizador. Las mujeres, con coloridos trajes típicos, caminan por las calles, en las que los establecimientos escupen los últimos ritmos occidentales y universales. En la ciudad, el doctor Faustino Torrico, de la Universidad Mayor San Simón, una de las mayores autoridades internacionales sobre el Chagas, detalla: “El Chagas lo causa un protozoo, el Tripanosoma cruzi, que viaja dentro de la vinchuca. Y en realidad no se transmite por la picadura: la vinchuca, al picar, defeca, y es en sus heces donde está el microorganismo”. Al rascarse, la víctima introduce el microbio en la herida de la picadura, o se lo lleva a los ojos, o a la boca, y ya está infectada. Es la crueldad de la naturaleza, las vidas que viven sobre otras vidas, la lucha de la supervivencia que señaló Charles Darwin. El biólogo inglés describía a la vinchuca en su relato Viaje de un naturalista alrededor del mundo, donde escribió: “¿Qué asco no experimentará uno cuando siente que le recorre el cuerpo un insecto blando, que tiene por lo menos una pulgada de largo? Su picadura no produce ningún dolor, y es curioso ver cómo se va hinchando su cuerpo; de plano que es, en menos de diez minutos se convierte en una bola”. El Chagas no se descubrió hasta 1909, por el médico brasileño que le dio nombre, Carlos Chagas, y que halló, en un hecho sin precedentes para la medicina, el pack completo: los síntomas de la enfermedad, el microbio que la produce y el insecto que la transmite. Hay quien dice que la afección cardiaca que mató a Darwin años después de su vuelta a Inglaterra fue producida por el tripanosoma, aún desconocido, agazapado dentro de sus células. ¿Es esto posible? Pues sí: “Después de una infección agu­­­­da, que puede pasar desapercibida, la enfermedad puede pasarse 20 o 30 años sin manifestarse, o no hacerlo nunca. Pero cuando se manifiesta puede ser mortal”, nos explica Torrico. Sobre su mesa tiene varias vinchucas muertas en tubos de plástico, son bichos tan desagradables que da grima tomar el tubo. En otra cajita de cristal está presa una vinchuca viva. Si apoyamos el dedo, percibe el calor y se acerca para picarnos, pero el dedo está fuera de la caja. En el microscopio, Torrico muestra el tripanosoma: cuando está en la sangre tiene un flagelo para moverse, cuando infecta una célula se vuelve una bolita. En las imágenes microscópicas, los tripanosomas se agitan como si estuvieran muy contentos. Se estima que este ser diminuto infecta a 10 millones de personas en el mundo y provoca 10.000 muertos al año. Aunque también puede padecerlo un rico (al que le pique una vinchuca, lo adquiera de su madre al nacer o por transfusión sanguínea, que son las principales vías de contagio), este mal es considerado una enfermedad de pobres: las casas de adobe son un paraíso para la vinchuca, con paredes llenas de recovecos y grietas donde puede ocultarse antes de salir a cenar. Así, los más afectados son los campesinos, los olvidados.
Posted on: Tue, 15 Oct 2013 15:53:13 +0000

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