Esta semana hemos presenciado la polémica del vuelo presidencial - TopicsExpress



          

Esta semana hemos presenciado la polémica del vuelo presidencial de Evo Morales. Los países europeos han demostrado una vez más su servilismo hacia Estados Unidos provocando la queja casi unánime de los países hispanoamericanos. En circunstancias normales este hecho hubiera llevado consigo el deterioro del prestigio de los países que negaron el aterrizaje del avión presidencial boliviano. Sin embargo existe un problema que afecta notablemente a la credibilidad de los países hispanoamericanos y no es otro que su exacerbado populismo. Individuos como Cristina Fernández (Argentina), Nicolás Maduro (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador) o el propio Evo Morales (Bolivia) adolecen de una imagen infantil y victimista que les resta seriedad en sus críticas a la actitud de los países europeos involucrados a pesar de tener la razón. La diplomacia hispanoamericana está muy debilitada gracias a las nacionalizaciones forzosas de empresa extranjeras y las sospechas de fraude electoral (teniendo a Venezuela como último ejemplo). El fallecido Hugo Chávez reactivó la idea de unidad hispanoamericana (Patria Grande) pero a cambio de un populismo excéntrico envuelto en un victimismo que ha perjudicado a la imagen exterior de Hispanoamérica. Sin embargo lo peor de todo es que ha dividido a nuestro subcontinente entre gobiernos populistas y gobiernos "agringados" creando una fractura difícil de superar. Por otra parte España y Portugal han dejado escapar una gran ocasión de ponerse del lado que dicta la lógica, que no es otro que apoyar a un país hermano que forma parte de la Hispanidad. No obstante existen muchas reticencias a la hora de defender a un país que niega reiteradamente sus raíces hispanas y que aprovecha la mínima ocasión para atacar a la Madre Patria. Pese a todo ambos países han obrado de forma miserable (especialmente Portugal) en una inexplicable maniobra que no ha estado a la altura de las circunstancias que se presupone a estos dos países. En definitiva una nueva muestra de la dicotomía que existe entre los pueblos hispánicos y sus respectivos gobiernos. Seguimos separados y por tanto seguimos siendo débiles. En esta ocasión nos han fallado España y Portugal pero la próxima vez puede ser cualquier otro país hispano. Por desgracia el resultado será el mismo, nos volveremos a echar la culpa mutuamente mientras que el mundo anglosajón tomará asiento para reírse de la Hispanidad nuevamente...
Posted on: Sat, 06 Jul 2013 21:21:41 +0000

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