Este incidente ocurrió a un hombre que tenía un buey con el cual se dedicaba a arar cada día. Cuando llegaba el Shabat lo dejaba descansar. Pasado un tiempo este hombre justo perdió todas sus propiedades y necesitó venderle su buey aún gentil. Cuando llegaba el Shabat, el buey rehusaba dedicarse a arar, aún cuando el gentil hombre le pegara cruelmente para que le obedeciera. Por este motivo el gentil decidió devolver el buey a su antiguo dueño. El Tzaddik comprendió de inmediato lo que ocurría y susurró al oído del buey que ahora pertenecía a un gentil y por lo tanto estaba obligado a realizar la tarea que impusiera su amo aún en Shabat. El buey se incorporó de inmediato listo para la tarea. Cuando el gentil vio lo que ocurría, pensando que el buey había sido encantado, no permitió al Tzaddik retirarse hasta que le explicare lo ocurrido. Cuando el gentil escuchó la historia se asustó y se planteó el siguiente razonamiento sobre si mismo: "Si este animal que carece de entendimiento y capacidad de comprensión reconoce a su creador, "¿Cuanto más debería yo, que fui creado a Su imagen y semejanza reconocerle?". De inmediato sintió gran temor al cielo y le fue concedido el privilegio de estudiar Torah. Fue llamado Johanan Ben Torasa (Lit.Hijo de vaca). (Pesikta d´Rav Kahana, cap 24, Midrash Aseret Hadibrot
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 06:24:27 +0000
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