Este post me ha hecho aflorar una sensación, más que un recuerdo, de lo más profundo de mi memoria: los paseos de noche con mis padres a mediados de los 70, por Neptuno, Galiano y San Rafael. Yo tenía 4 ó 5 años y los paseos eran a pie pues ya no habían coches que comprar. Todavía quedaban lumínicos, pero las vidrieras estaban casi vacías, pobladas de maniquíes desnudos, sombreros y zapatos de plástico que nadie compraba. Tampoco había mucha gente en las calles. Los lumínicos ya no transmitían vida, sino más bien "after life". La gran emoción era en julio, cuando todas esas vidrieras eran cubiertas de papel periódico en señal de que estaban siendo preparadas con todos los juguetes que serían vendidos durante 6 días de locura infantil. Los niños nos apiñábamos cuando encontrábamos algún agujerito entre los papeles por el que adivinar algunos de los juguetes que traían ese año. ¡Qué nervios cuando aparecían las puñeteras listas de los sorteos pegadas en tiendas y bodegas, como si fueran ordenanzas reales, con los nombres de cada niño y el día que le tocaba comprar sus tres juguetes( básico, no-básico y dirigido )! El primero y segundo día volaban los mejores juguetes. Creo que solo me tocó primer día una vez durante toda mi infancia, aunque siempre había quién vendía los cupones de sus hijos. Yo no entendía porqué y mis padres me respondían con evasivas. En la escuela me enseñaban que la Revolución había acabado con los niños pobres...
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 12:16:53 +0000
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