Estimada Señora Mala Suerte: Quiero expresarle mi deseo de - TopicsExpress



          

Estimada Señora Mala Suerte: Quiero expresarle mi deseo de romper el vínculo que nos une. Desde hace un año y medio mi vida con usted se hizo muy "pesada". Me siento perseguido: a donde quiera que vaya, usted siempre me encuentra. Hace más de un año y medio me ha acompañado a todo lados y sin dejarme solo. Su presencia se ha notado, y no se ha desprendido de mi vida cotidiana. Hace unos meses fui a una zapatería a dejar dos zapatos de diferentes pares, con la ilusión de que al volver de mi única semana de vacaciones, me encontrara con ellos para no tener que comprar zapatos. Realmente necesitaba arreglarlos. A los diez días volví y para mi sorpresa la zapatería no estaba más ahí, había cerrado y un gigante cartel que rezaba "EN ALQUILER" me decía que no iban a volver. Llamé a la inmobiliaria para que me pusieran en contacto con el dueño de la zapatería y me dijeron que había "desaparecido" y no tenían forma de contactarse con él. Acá usted hizo privación ilegítima de la libertad: se raptó al zapatero, dios sabe a donde lo llevó. Devuélvalo, necesito mis zapatos para el próximo verano. Un día de mucha lluvia, estaba caminando con mucha prisa para ir a una reunión importante de trabajo. En mi andar controlaba paso a paso las baldosas de la vereda para no pisar ninguna que estuviera floja e hiciera saltar el agua con barro sobre mi pulcra indumentaria. De mano contraria una señora egoísta que actuaba cual tren sobre vías, iba hacia delante sin importarle chocarse con todo lo que tuviera enfrente con su paraguas gigante. Yo me tuve que correr de mi camino, y de esa forma pisé la única baldosa floja de la cuadra, estando en la puerta del edificio al cual iba. Me enchastré todo y quedé con los pies húmedos todo el día. Acá usted me puso una vieja de mierda enfrente de mi camino. Le pedí a mi tío que me preste su tarjeta de crédito porque podía comprar las entradas para un show con el 15% de descuento. A los 20 días llega la mensajería con las entradas y cuando las voy a buscar, el mensajero me dice que sólo se las puede entregar a mi tío porque es el titular de la tarjeta. Le doy las explicaciones, le muestro la tarjeta y el D.N.I. de mi tío para demostrarle que la compra no era un timo, y no me las quiere dejar. Saco el Señor Billetín de mi bolsillo, para ver si podíamos solucionar la situación de una manera mas simple (cometa). El mensajero me agradece, pero me dice que no puede aceptarlo y se va. Solamente usted, señora Mala Suerte, me envía a una de las pocas personas honestas del país a mi casa. Una tarde me llama un cliente y me hace el planteo más estúpido del mundo. Le pido amablemente que me deje averiguar su consulta, y pongo el teléfono en "espera". Rebuzno a viva voz "¡por dios! ¿por qué tengo los clientes más pelotudos del país?"... y cuando vuelvo a tomar el teléfono para hablar con mi cliente, éste me dice "no soy pelotudo, mi pregunta puede ser pelotuda, pero yo no soy pelotudo". Señora Mala Suerte, deje de jugar con mis dedos, cuando pongo el teléfono en "espera" se supone que el que está del otro lado no me puede escuchar. Por fin consigo que en mi vida infértil me salga algo bien, mi prepaga me autoriza la FIV-ICSI: me cubre el tratamiento y los medicamentos. No tuve que discutir, ni pelear, ni buscar papeles adicionales para presentar, ni siquiera me piden una colonoscopía ultrasensible multicolor... nada, simplemente me autorizan todo. Me mandan todas las hormonas del tratamiento (que son muchísimas y muy caras), casi todas van en la heladera. Mi única preocupación entonces era sufrir un corte de luz inesperado, cosa que es muy raro que pase en invierno y en el barrio donde vivo. Nunca se me corta la luz. El sábado a las 11:12 de la noche, nos quedamos sin luz. No hablo de mi barrio, no hablo de la cuadra de mi edificio, no hablo de mi edificio, hablo de que el único departamento que quedó sin luz, era el mío. Mientras empiezo a probar los disyuntores, las térmicas, los equipos enchufados a la corriente, no encontramos el cortocircuito. Obscuridad absoluta. Un sábado y a las 11 de la noche. Mejor imposible. Viendo que no íbamos a poder solucionarlo empezamos a contactarnos con familiares, el primero que estuviese en su casa y despierto, iba a recibir nuestros medicamentos para guardar en la heladera. No importaba la comida en el freezer, no importaban los yogures, las leches ni la manteca; lo único que importaba eran las hormonas para la FIV-ICSI. Acá señora Mala Suerte, usted jugó con nuestros nervios. Entonces señora Mala Suerte, verá que mi relación con usted no ha sido la mejor, por eso necesito que se apiade de mi, y que abandone su intento de perseguirme vaya donde vaya. Esto no va mas... no es usted, soy yo. Esta relación me saca de quicio y me pone, por demás violento. Ya mi vida es de por sí, muy entretenida, ando corriendo para todos lados, cumpliendo con mis obligaciones y soportando la vida que me tocó vivir con sus cosas maravillosas y sus cosas feas. Lo hago de la mejor manera que puedo y no necesito su compañía para poder valorar lo bueno y enfrentar lo malo. Eso ya lo sé. Además se vienen momentos de mucha incertidumbre y lo que menos necesito es a usted a mi lado. Si se encuentra aburrida, sin nada que hacer, vaya con algún político corrupto que merece su compañía, acérquese a algún delincuente para que la policía lo atrape, encuentre a algún enemigo y transfórmelo en un ser estéril... pero por favor, salga de mi vida. Le pongo la alfombra roja, pero ¡váyase de una buena vez!. PD: Mis medicamentos están sanos y salvos, su hermana Suerte hizo que ese sábado estuviésemos en casa para actuar rápidamente. La luz volvió sola al otro día.
Posted on: Sat, 05 Oct 2013 22:30:16 +0000

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