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Estimados Hermanos: Les adjunto Mensaje que compartió en la Reunión de la tarde, el Pastor Alejandro Portillo, será de gran bendición para sus vidas y para compartir en su Grupo de Crecimiento, también les adjunto el Altar Familiar para compartirlo en su Célula OIKOS. Dios les bendice!!! Marcela Videla Secretaria Iglesia de la Ciudad Tel 4242921 ¿CÓMO ESTÁN TUS VASIJAS? 29/09/2013 Texto: 2° Reyes 4: 1-7 El aceite de la viuda 1 Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. 2 Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. 3 El le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. 4 Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. 5 Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. 6 Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. 7 Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede. Introducción Principio espiritual: Cuando traes tu situación, tu problema, tu historia delante de Dios, y obedecés lo que Él te indica que hagas (aunque parezca una locura), Dios SIEMPRE responde, aún de maneras inexplicables. Por eso esta noche te invito a traer delante de Dios tu vida con todas sus situaciones. Los períodos de aflicción, de dolor, de dificultad son comunes a todos, pero sólo a los que creen en Dios se les obran maravillas y milagros en esas experiencias difíciles. Encontramos en este pasaje dos actitudes claves, que te animo a aplicar a tu vida: 1. ACTITUD FRENTE A LA CRISIS Aquí se trata de una viuda y sus dos hijos. El vers. 1 nos habla sobre esta mujer y el gran problema que enfrentaba después de la muerte de su esposo. De acuerdo al pasaje, esta mujer era la esposa de un hombre que temía y honraba al Señor. Desafortunadamente, su esposo murió dejando a su familia una deuda que no podían pagar. Como resultado, el acreedor vino a llevarse a los hijos como siervos. • Reconocer tu situación. Podemos entender fácilmente la emergencia de la situación: para enfrentar este problema ella clamó a Eliseo, el varón de Dios. Por supuesto, acudir al hombre de Dios en esta crítica situación no fue accidental. Cuando el tiempo es tan limitado (“el acreedor había venido”) acudes a aquellos que en verdad pueden ayudarte. Obviamente, esta mujer creyó que el hombre que podía ayudarla era Eliseo, el varón de Dios. Evidentemente, había determinado PELEAR esta difícil situación y pelearla CON DIOS. Hay personas que viven huyendo de sus propias dificultades o situaciones, tanto físicas, de relaciones interpersonales, económicas, espirituales, etc. para no enfrentarlas. • Confesar tu situación No alcanza con tener un reconocimiento mental de tu problema o imposibilidad. Tenés que aprender a confesarlo, a declararlo, que es el primer paso para la búsqueda de la solución. Dios siempre va a poner cerca de ti un Eliseo. v. 2 a “Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Observa la disponibilidad de Eliseo, estaba ahí listo para ayudar a la viuda. No la condenó por la deuda. Seguramente debió haber pasado mucho tiempo antes de que la viuda o su esposo alcanzaran el estado de insolvencia. Ciertamente no se llega a ese punto de un día para otro, sin mientras tanto manejar muchas cosas erróneamente. Sin embargo, el punto no era lo que había pasado, sino la situación en la que hoy estaba. Lo que ahora contaba no era el pasado, sino que en el presente ella necesitaba apoyo inmediato y para encontrarlo recurrió al Señor. Eliseo no trató de despacharla porque el problema era muy grande. Él de seguro no tenía solución alguna para el problema, pero tenía al Dios que sí podía solucionarlo. • Reconocer tus limitaciones Ante la pregunta de Eliseo, ella responde v. 2 b “Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite.” Esta viuda estaba verdaderamente en gran pobreza. No había nada en su casa más que una vasija de aceite. Obviamente en su esfuerzo por querer salir de la deuda vendió todo. No había mesa, camas, ni utensilios de cocina. Lo único que quedaba era la vasija de aceite. Sin embargo, esa vasija era suficiente para que Dios la liberara. Cuando reconocés tus limitaciones e imposibilidades para resolver las situaciones que tenés por delante, comenzando por la más trascendente, que es resolver el destino eterno de tu vida, el instante siguiente al que tus ojos se cierren para siempre en este mundo, hasta las menos trascendentes pero que nos quitan el sueño muchas noches, como son situaciones económicas como la de esta viuda, o situaciones de enfermedad, de relaciones familiares, de vicios que nos tienen atrapados, etc. Cuando reconocés tus limitaciones y acudís al Dios Todopoderoso, entonces Dios abre de par en par la puerta de los cielos para escuchar tu pedido: “¿Qué quieres que haga por ti?” Cuando reconoces tus limitaciones, viene el ofrecimiento de la gracia de Dios para tu vida. 2. ACTITUD FRENTE A LA RESPUESTA DE DIOS • Necesidad de preparación v. 3-4 “Él le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte.” Dios a través de Eliseo le dijo a la mujer que pidiera prestadas vasijas vacías y que les pusiera aceite de la vasija suya. Si no tomáramos en cuenta a Dios, esas instrucciones sonarían muy locas. Porque, de acuerdo a las leyes científicas, una vasija de aceite no puede llenar más que solo otra vasija de aceite del mismo tamaño. Por lo cual, científicamente hablando, lo que Eliseo le dijo a la viuda que iba a suceder era imposible. Sin embargo, iba a ser imposible si no tomáramos a Dios en cuenta. Porque Dios no está limitado por las leyes científicas. Cuando se trata de Él, lo que cuenta no es si algo es científicamente posible o no, sino si es Su voluntad o no. Cuando algo es Su voluntad, sucederá, independientemente de lo que los científicos o la lógica digan. Los milagros de Dios son a su manera, no de la forma que nuestro razonamiento indica que debería ser (recordemos algunas sanidades de Jesús). En este caso era más fácil que “milagrosamente” alguien apareciera y le prestara o regalara el dinero que necesitaba, pero Dios muchas veces nos hace ser partícipes del milagro a medida que lo caminamos. Y muchas veces debemos empezar a caminar sin saber por qué Dios nos lleva en esa dirección. Pero cuando obedecemos y no empezamos a plantear (incluso a Dios mismo) nuestras opiniones y mejores pareceres, entonces llega la respuesta de Dios, vemos el final del camino por el cual el Señor nos hizo andar. Obviamente, de lo que ya hemos leído, podemos concluir que Dios deseaba la liberación de la mujer de su problema. Por lo cual, hablando bíblicamente, lo que Eliseo dijo correspondía a la voluntad de Dios en cuanto a esa situación y ciertamente sucedería al 100% si la viuda hacía lo que Dios le dijo, esto es 1) pedir prestadas las vasijas, 2) encerrarse con sus hijos, 3) poner aceite de su vasija en las vasijas prestadas y vacías. No creo que la viuda haya visto en su vida que una sola vasija llenara muchas más vasijas vacías con aceite. Sin embargo, para que Dios ejecutara Su voluntad, ella tenía que creer que lo vería por primera vez. Con Dios, no cuenta si algo ha sucedido con otras personas, lo que cuenta es si creeremos y actuaremos en lo que Él dice. • Obediencia v. 5 “Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite.” La segunda gran crisis que esta mujer enfrentó al mismo tiempo, fue una crisis de fe. La mujer CREYÓ lo que Dios le dijo y lo hizo. Entonces, tan pronto como se fue de Eliseo pidió las vasijas prestadas y vacías “se encerró” con sus hijos, y echó el aceite de su vasija en las demás vasijas exactamente así como Dios le había dicho. Ella no podía “fabricar el aceite, pero podía sostener su vasija y confiar en que Dios hiciera el resto. Podemos pensar que encerrarse con sus hijos para hacer lo que el profeta de Dios le había indicado serviría para que, si esto no funcionaba no pasar vergüenza. Dios jamás te avergüenza Romanos 10: 9-11 9 Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 11 Pues la escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Al contrario, Jesús mismo cuando nos enseñó a orar dijo: Mateo 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Esta mujer se aventuró a solas, con sus hijos, en la misma presencia de Dios, a tomar la respuesta de su Señor. Cuando has decidido en tu mente a “cerrar la puerta” a la incredulidad, a la duda, a lo que otros opinan, y probar a Dios de una manera concreta, ciertamente habrá un derramamiento del aceite del Espíritu Santo sobre tu vida y tu familia. • El límite de la bendición lo determinás vos v. 6 “Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.” Todas las vacías que pidió prestadas se llenaron con el aceite. El aceite “cesó” solo cuando ya no hubo más vasijas vacías. El valor relativo de cada vasija, para ella, era la capacidad que tenía de recibir (medida de fe) La gracia de Dios es suficiente, en tanto que hubiera vasijas vacías y fe, no faltaría el aceite. Nunca tendremos límites en Dios, sino siempre en nosotros, cuando cesa el fluir de su bendición. La fe es una locura para muchos, pero es la salvación para todo el que cree. “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden, pero a los que se salvan, esto es a nosotros, es poder de Dios” (1° Corintios 1:18) v. 7 “Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.” El aceite fue tanto, que ella y sus hijos pudieron pagar la deuda y vivir del resto. Así que la viuda no había sido liberada de su problema sino que obtuvo un tesoro en el aceite y todo eso porque buscó la liberación del Señor. Acudió a Dios y a Su varón, pobre y oprimida y partió rica y liberada. Efesios 3:20 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén. Dios no sólo te saca de la situación de este momento, sino que te da una nueva perspectiva para no volver a la misma situación. No solo alcanza para pagar la deuda, sino que ahora alcanza para vivir y no volver a endeudarse. Dios siempre hace la obra completa, cuando crees en Él y le obedeces. 3. APLICACIÓN A TU VIDA En nuestra vida podemos encontrar tres tipos de vasijas: 1) VASIJAS ROTAS, que necesitan ser restauradas • Vasijas de frustraciones • Vasijas de relaciones rotas • Vasijas de pérdidas: de alegría, de motivación, de cosas materiales, de sueños • Quizás vasijas que alguna vez estuvieron llenas, pero luego se fueron vaciando y nunca más volviste a su presencia a llenarla, te conformaste con que había un poco de aceite… Jeremías 18: 3-6 3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. 5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. Mateo 11:28 (NVI) 28 Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso Tráelas al altar para que que el gran Alfarero las reconstruya. 2) VASIJAS QUE SE TIENEN QUE ROMPER, porque lo que contienen contaminan el aceite Son las vasijas que nos separan de Dios, de su obrar, de sus bendiciones, tráelas para que sean rotas y hechas nuevas conforme a su propósito y nuevo destino • Vasijas de pecados • Vasijas de vicios o situaciones que nos tienen atrapados • Vasijas de la intolerancia 3) VASIJAS QUE NECESITAN SER LLENAS CON EL ACEITE DE DIOS Estas son las vasijas que representan las distintas áreas de tu vida que necesitan ser llenas de la presencia de Dios: • FAMILIA / HIJOS • ECONOMÍA / TRABAJO • GOZO / ALEGRIA • SALUD • MINISTERIO / SERVICIO A DIOS Pero por sobre todo, y en primer lugar, quiero pedirte que examines la vasija más importante que tenés, que es la VASIJA DE LA VIDA • Esa vasija marca el DESTINO DE TU VIDA. A esto me refería cuando hace unos minutos te hablé acerca de que una de las limitaciones más trascendentes que tenés que enfrentar es resolver el destino eterno de tu vida, el instante siguiente al que tus ojos se cierren para siempre en este mundo • NO ES LO QUE TENÉS FAMILIA BIENES • NO ES LO QUE ALCANZASTE POSICION TITULO LOGROS • ES LO QUE SOS CUANDO PERDES TODO LO ÚNICO QUE PODES ENCONTRAR A TU LADO ES A DIOS ofreciéndote su gracia, preguntándote: “¿Qué quieres que haga por ti?” Es el Dios que te dice que te ama, que tiene planes para tu vida, que tiene un propósito y sueños para que vos alcances en esta vida, pero que por sobre todo ello, está dispuesto a perdonar tus pecados y asegurarte un lugar junto a El en la eternidad. Solo tenés que creer en El, aceptar por la fe que la muerte de Jesús en la cruz y su resurrección de la tumba son el único medio para cambiar tu destino, para llenar tu vasija de la vida con el aceite de su presencia. Romanos 10: 9-11 9 Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 11 Pues la escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Posted on: Mon, 30 Sep 2013 18:18:09 +0000

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