Esto es para Usted 111 AÑOS de GLORIAS Vivo en Paraguay. Soy uruguayo y olimpista. La opción más lógica, si uno analiza la historia del Decano del fútbol paraguayo, pero, al mismo tiempo, una sentencia a sufrir eternamente en lo que al fútbol respecta. Así pues, en medio del torneo local más aburrido desde que 12 de Octubre y Tacuary estaban en la Primera División, despojado el país de su fervor por el balompié por la paupérrima actuación de su Selección en las Eliminatorias, todos nos prendimos a ese fenómeno social llamado Olimpia. Pero hoy no quiero hablar de mí, ni de la final en sí, ni lo que fue deportivamente la Copa Libertadores. Quiero hablar de usted. Si, de usted, si, esa persona común y corriente, la que vive y transpira fúbol (no “futbol” como señalan los “intelectuales”, dando un desagradable énfasis a la “t”) La que guarda las camisetas viejas y les da un brillo de gloria jugando 10 minutos en un partidito de barrio un domingo de tarde. O de usted, justamente como otros tantos, los “intelectuales”, que con una actitud siempre tan esnobista sostenía que el deporte era tan solo pan y circo, distracción y ocio. El opio de los pueblos post-modernos, desde el televisor. También de usted, que por como venía la mano, consideraba que era un milagro no habernos comido 6 goles con Defensor. Usted, que tenía que aguantar en la oficina los farreos cotidianos de los repolleros y cerristas que entraron directamente a la fase de grupos. También está usted, que por poco envió una nota al Vaticano para que canonizaran a Martín Silva en vez de a Juan Pablo II. Usted que aprendió a putear hasta en arameo por cada gol errado. Y se dio cuenta que se manejaba bien con el portugués. Usted que aprendió de nuevo a festejar atajadas como goles. Usted que le compró a toda la familia camisetas del vendedor ambulante de la esquina (porque para una original no daba) Usted, que se endeudó hasta el alma para comprar UNA entrada a graderías en el Defensores y ser parte del Mosaico. Usted, que aprovechó la ocasión y reflotó los clásicos de Marco de Brix, las cumbias y hasta el Expreso Decano Heavy Metal. Un super mix de 100 temas por 5 mil guaraníes en cada colectivo. Usted, que más que nunca dejó de escuchar al insufrible de Arturo Máximo Rubín, a quien cambió en su dial por Bruno Pont. Usted que se encerraba con la radio vieja que tenía el relato adelantado, para gritar los goles antes que el resto. El que consideraba al Torneo Apertura una pérdida de tiempo. El que no veía la hora de que termine la Confederaciones. El que dejó en el auto por 5 meses la bandera, cuyo blanco se transformó en gris de tanta suciedad, pero igual ondeaba, en aquellos primeros tiempos, ayer, y sobre todo, HOY, orgullosa. Y especialmente USTED, el que sacó alarde de su formación de DT frustrado y no paraba de discutir estrategias y especular con pronósticos con la familia, en el trabajo y en las redes sociales. Usted, sí señor, señora. Que en la noche de ayer, y a pesar de no haber logrado el objetivo final, no tenía nada que reprochar. El que se sintió orgulloso, más que nunca, de ser seguidor de esa institución. El que agradeció a ese grupo de no tan jóvenes por un esfuerzo fuera de serie. Por aguantar tantos palos, malos ratos, críticas. Por el desgaste físico y psicológico. Porque ese grupo, por las circunstancias, y aunque la historia generalmente solo recuerda a los campeones, eran la síntesis de lo DEBÍA ser, en esencia, el Olimpia. El alma mater de tanta grandeza. Y es que a usted nadie le quita lo que festejó, por éxitos propios, y no por fracasos ajenos. Usted, igual que este, aquel, y ustedes, yo y sobre todo ELLOS, todos nosotros, nos merecíamos tener otra vez un día, otra alegría, y aunque quedamos apenas acariciando la Copa, ¿Qué más importa?, volvimos a lo más ALTO de la GLORIA, y más allá de la derrota… Gracias muchachos. Club Olimpia, por tus 111 años, ¡SALUD, SALUD! El Rey sigue queriendo la Cuarta.
Posted on: Thu, 25 Jul 2013 23:17:43 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015