Está en mi blog, pero también por aquí, el Granito de Arenas, con un saludo cordial: Granito de Arenas / Apostolado No la recuerdo por haber sido mi mejor maestra, sino porque fue la primera –y en mi caso, afortunadamente la única- que se fue antes de concluir el año escolar. Y es un alarde de memoria, pues eso sucedió cuando cursaba… ¡el segundo año de primaria! No recuerdo su nombre, pero sí su apellido: Alfaro. Se separó del cargo porque a su pariente (creo que era su primo hermano) lo encarcelaron por razones políticas y muchos maestros, ella entre ellos, se sumaron a una protesta que duró varias semanas. Aquel pariente llevaba por nombre David Alfaro Siqueiros y por cierto, no obstante las acciones a favor de su liberación, permaneció preso. Tampoco soy psicólogo, pero quisiera saber si alguien que sí lo sea me confirma lo que pienso: si recuerdo ese hecho, luego de más de 50 años, es porque me afectó, y si no resulta exagerado, diría que estoy hablando de una forma de abandono; algo parecido a lo que sufren los niños cuando uno de sus progenitores se ausenta durante su infancia. Me complacería mucho que un especialista en esa área del conocimiento me contradijera y me calificara de paranoico pues eso sería mucho mejor que saber que tengo razón, ya que de ser así, los niños cuyos maestros no están con ellos en el aula –donde la hay-, deben sentirse así, abandonados. Y si esa es una conducta reiterada como ocurre con los escolares de Oaxaca, quizá el daño sea mayor e irreversible. Usted, como yo, tiene en un lugar especial de la memoria del corazón al menos a un buen maestro de cada uno de los ciclos o niveles escolares. Acaso, como me ocurrió a mí, hasta se enamoró de alguno y en este mismo momento en que lee este Granito de Arenas está sonriendo al recordarlo con gusto. De los malos maestros –que también los hay-, mejor ni acordarnos, si es que no ya los olvidamos. Hoy volvieron a su escritorio –los que tienen- los maestros de la aguerrida Sección XXII del sindicato de maestros luego de más de 6 semanas de ausencia y, como si nada… ayer escuché en un noticiario decir a una madre de familia “borrón y cuenta nueva, total, lo que importa es que arranque el año escolar”; como también oí a otra advertir que “nosotros ya contratamos a otro maestro, así que si quiere el que se fue volver a su lucha, que se vaya, no hay problema”. Me gustó el parangón del Secretario de Educación cuando dijo que igual que los médicos no pueden abandonar a sus pacientes, no obstante que estén disconformes y protestando; los maestros no pueden dejar al garete a los escolares, porque igual que aquellos tienen el derecho constitucional a la salud, lo tienen los alumnos a la educación. Lo grave, o lo más grave, es que no parece que este movimiento magisterial vaya a concluir pronto; antes lo contrario: los maestros llamaron ayer a un “éxodo” (sic) a la capital para continuar con su lucha. Cierro con una pregunta inocente: ¿hay una relación entre el encarcelamiento de la señora Gordillo y la protesta magisterial y su recrudecimiento cuando la acusan ahora de evasión fiscal? Gracias por su tiempo y atención PP Arenas
Posted on: Tue, 15 Oct 2013 04:28:07 +0000
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