Extracto EL HILO ROJO por Víctor Paul Wierwille (12-03-78) “Romanos 5:1 “Justificados, pues, por la fe (por la creencia, por las acciones), tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” Recibimos la justicia de Dios cuando renacemos. Usted no puede recibir la justicia de Dios sin que Dios lo hubiera justificado previamente. Y El lo justificó con la muerte y la resurrección del Señor Jesucristo. Y cuando El lo resucito de entre los muertos, fuimos justificados. Fuimos hechos justos. Por lo tanto justificados por la fe –la fe de Jesucristo, la creencia en lo que el hizo – tenemos paz. Todo el mundo parece estar buscando la Paz, pero no en el lugar correcto. Usted no obtiene paz por legislación. Usted recibe la paz por medio de recibir al Señor Jesucristo, el príncipe de paz. Usted no recibe paz por medio de empezar una guerra. Usted no recibe paz de ninguna otra parte que no sea del autor de la paz quien es Dios a través de Jesucristo, damas y caballeros. Usted no puede legislar la paz. Usted cree por ella. Porque esta disponible para cada creyente el renacer de nuevo, y no solo tener la justicia de Dios, sino también ser justificados, y el estar en paz. Damas y caballeros, todos estos sitios donde venden esas cosas que usted toma para poder dormir, todas se irían a la bancarrota si empezamos a creer en la Palabra de Dios. ¿Sabe por qué? Porque no necesitamos un sedante para poder dormir en las noches. La razón por la cual necesita el sedante es porque esta muy alterado dentro de usted, usted no tiene paz. Damas y caballeros, ¡¡nosotros tenemos paz!! ¡Nosotros la tenemos! No tenemos que mordernos nuestras uñas hasta llegar a los nudillos. No tenemos porque quedarnos tendidos en la cama contando ovejas. Solamente podemos creer en el pastor, y seguir adelante. Lo ve. Ya lo tenemos, tenemos paz. No es algo por lo que usted ora. No es algo que usted pide a Dios. Lo tenemos. Ya viene incluido en el paquete espiritual de Cristo en usted, la esperanza de gloria. ¡Vaya, ya esta allí! ¡Ya lo tenemos, gente! Cada creyente lo tiene. Paz. Paz. ¡Paz con Dios! ¡Paz con Dios! No tenemos afrenta contra Dios. Dios no esta enojado con nosotros. No estamos enemistados con El. Tenemos paz con Dios. Vaya, que tremendo empuje para el alma de cualquier hombre o mujer, cuando llega el día en el que se de cuenta que esta en paz con Dios. Todas esas pequeñas cosas malignas que estaban allí, todos esos problemas se evaporan; como lo hace el rocío de la mañana cuando el sol brilla sobre el. Solo se evapora. ¡Que tremenda realidad!....”
Posted on: Tue, 09 Jul 2013 19:06:49 +0000
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