FRENTE AMPLIO: UNA INSTITUCION PARA LA DEMOCRACIA En el - TopicsExpress



          

FRENTE AMPLIO: UNA INSTITUCION PARA LA DEMOCRACIA En el documento de convocatoria a la conformación del Frente Amplio –proceso que comenzó el 9 de septiembre y que culminará a fines de este año–, se afirma que el FA “no es un partido político ni una alianza electoral. Se define como una institución para la democracia que le ofrece a la ciudadanía un espacio para la deliberación, la participación y la representación política, destinadas a encarar las asignaturas pendientes de la democratización de la sociedad, la reforma del Estado y la promoción del desarrollo humano”. Esta afirmación programática ha pasado casi desapercibida por la atención mediática puesta en las opciones electorales del FA. La propuesta de organizar el FA como una institución para la democracia requiere una explicación laboriosa, de la que ofrecemos este anticipo. Para el fa, la democracia no es un medio para el logro de otros objetivos: es su finalidad principal. Dicho de otro modo: la democratización de la sociedad y del Estado es el programa del fa, lo cual requiere a su vez que el Frente y cada una de las organizaciones que lo conforman, se organice y funcione como una institución democrática, tarea nada sencilla dadas las inercias de la cultura política dominante en Bolivia. Por ello se sostiene en la convocatoria que “El diseño institucional del Frente Amplio está orientado a la construcción colectiva de una comunidad política que sea el prototipo de la sociedad y la democracia que anhelamos. Nos comprometemos a experimentar en casa aquellos cambios que propugnamos para el conjunto del ordenamiento republicano, en atención al imperativo ético que recomienda verificar en uno mismo las conductas que desea ver plasmadas en los demás”. Estas declaraciones bastarían para dejar en claro que el FA no tiene nada que ver con las alianzas electorales que se conformaron tras la implosión del sistema de partidos de la “democracia pactada”. El FA aspira a convertirse en una “asociación política de largo plazo, que, alentada desde las regiones, confluya en la conformación de una nueva opción política de alcance nacional”. El punto de partida es la constatación de que “en ausencia de un sistema político pluralista e institucionalizado, se ha instaurado en nuestro país un régimen autocrático que reproduce los peores vicios del sistema de partidos tradicionales: el caudillismo, la utilización prebendal de la administración pública, el sometimiento de la justicia al poder político, la corrupción generalizada, el abuso de poder y el desconocimiento de la legalidad constitucional”. Aunque aún está en proceso de conformación, el FA ya cuenta con una dirección colegiada en la que participan igualitariamente las seis organizaciones instituyentes, una secretaría ejecutiva, una vocería común y cuatro comisiones de trabajo. Contará pronto con estatutos y procedimientos para la preselección democrática de los candidatos a todos los cargos electivos, incluyendo la Presidencia y Vicepresidencia del Estado. El fa no tiene oficialmente ningún precandidato a la Presidencia y, fiel a su ideario democrático, podría tener más de uno sin que ello debilite su consistencia institucional.- Si la democracia es, en términos generales, el programa del FA, es necesario aclarar de qué democracia se está hablando, puesto que todas las agrupaciones políticas de Bolivia –incluyendo al mas– se reconocen como muy democráticas. El concepto de democracia para el fa es más radical y a la vez más institucional que los usos en boga de este concepto. Es más radical porque no limita la democracia a la participación política o al voto, sino que la considera como principio rector de la construcción institucional y societal, es decir, como el conjunto de valores y principios en los que se sustentan los derechos fundamentales de las personas y de los pueblos. Pero, a la vez, es más institucional porque la democracia es concebida como un “orden democrático” indisociable del Estado de Derecho considerado como la forma más apropiada de organización y funcionamiento de la sociedad y del Estado. No es una nostalgia de lo que en realidad no tuvimos sino la enunciación de un anhelo colectivo. Sólo la institucionalidad democrática puede garantizar la vigencia de los derechos fundamentales, la independencia de poderes, la autonomía de la sociedad y la transparencia e imparcialidad de la gestión pública. El proyecto de poder del MAS apunta en la dirección contraria: la formación de un Estado “orgánico” que coopta a la sociedad, que fomenta la desinstitucionalización de los poderes públicos y su subordinación a la voluntad discrecional del caudillo, y el crecimiento de la economía informal e ilegal. En contraposición a ese “programa”, el FA propugna la democratización de la sociedad, la reforma del Estado y la promoción del desarrollo humano, definidas como “asignaturas pendientes” del proceso de reformas que vive Bolivia desde hace tres décadas.
Posted on: Tue, 22 Oct 2013 20:27:54 +0000

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