Fabra se encontró al llegar al Gobierno valenciano con una televisión pública de 1.700 trabajadores que tenía una deuda acumulada de 1.200 millones de euros. En un escenario de ajustes durísimos de servicios públicos como la Sanidad, mantener un elefantiásico aparato de propaganda política era una inmoralidad. Intentó reestructurar Canal Nou mediante un ERE que afectaba a 1.200 trabajadores con el fin de mantener el servicio público pero no le dejaron los tribunales. Los sucesivos gobiernos valencianos -del PP- son los responsables de una gestión catastrófica, que ha inflado la plantilla hasta extremos escandalosos y los trabajadores no tienen la culpa, supongo. Pero no es menos cierto que alguien tenía que pinchar una burbuja que engulle recursos públicos necesarios para servicios básicos. Gracias a los sindicatos, en lugar de 1000 trabajadores despedidos, se van al paro los 1700. Que gran oportunidad de inversión(¿o es invasión?) para TV3
Posted on: Wed, 06 Nov 2013 08:06:15 +0000
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