Fernando Cano, un Escultor Mexiquense para Presumir. Por Rafael - TopicsExpress



          

Fernando Cano, un Escultor Mexiquense para Presumir. Por Rafael Vilchis Gil de Arévalo. Tratándose escultores, el Vaticano presume a Michelangelo Buonarroit, Miguel Angel, el florentino que talló en forma espléndida “La Piedad”, “El David”, y en sus horas extras pintó la bóveda de la Capilla Sixtina. También Toluca, Estado de México, tiene material de escultura para presumir. Nuestro hacedor de bellas figuras es don Fernando Cano. El escultor mexiquense desde su cuna trae aroma de metal. Dicen sus datos personales que nació siendo vecino de las minas del municipio de El Oro. De ese entonces para acá, su vida la soldó al acero para sus creaciones derivadas de los minerales. Después, en esas cosas que tiene el destino, en “rápido” parpadeo de ¡cincuenta años! su trabajo lo encumbra, la notoriedad de su arte lo llama con acierto Maestro. Está en la fama. La Universidad Autónoma del Estado de México, el pasado viernes, adoptó sus joyas y destinó un nicho tamaño mega para lucirlas. El lugar se llama “Galería Fernando Cano”, espléndida sala para esa riqueza metálica. El evento de inauguración se realizó en el área norte del edificio de rectoría de la UAEM, lo que fue un beaterio, escuela lancasteriana, Instituto Científico y ahora es sede administrativa de la Máxima Casa de Estudios. Nutrida asistencia. Quizá unos 300 invitados. Presídium a ras de piso. Don Fernando acompañado de su esposa Marthel, la maestra Ivett Tinoco García, secretaria de Difusión Cultural, el doctor en Arquitectura Arturo Ocaña y presidiendo el Rector doctor Jorge Olvera. Para estar a tono con el evento, el Rector tomó el crisol de la imaginación para hacer una aleación, con diversos elementos para ponderar la figura del artista. El doctor en derecho Jorge Olvera emulsionó lo material, lo humano, lo espiritual anexándolo a la belleza que sabe producir el hombre de El Oro. Fue una loa, un panegírico muy merecido. Antes, la maestra Ivett Tinoco acercó su fragua para forjar el rollo motivador del acto. El homenajeado dio las gracias por estar abrazado de cálido ambiente humano. Luego, dando unos cuantos pasos, la concurrencia fue dirigida a la galería ataviada para la inauguración. En ese recinto se dieron cita las piezas “Casi un Angel”, “Tecnología Siglo XXI”, “El Llanto del Fauno”, “Mariposa”, “No Amas, No Lloras, No Vuelas, No Nada”, “La Hora del Té”, “La Gata”, “La Diabla de la Catedral”, “la Jaula”, “La Danza del Halcón”, “Ilusiones Pendiendo de un Hilo”, “Al Acecho”, “La Red”, “La Golondrina Triste”, “Bronco”, “Mirando Pasar la Vida”, “Luz Roja”, etc. Hubo grandes ausentes. No pudieron asistir las figuras de hierro que están decorando otros lugares o bien hasta “turistean” o fueron vendidas en el extranjero. No vi todas las figuras. Creo que deben ser como una cien Quiero confesar que fracasé como reportero. La sala estaba saturada de personas y esculturas. Gente universitaria. Gente que gusta del arte y la amplia red de amistades de la familia Cano. Caminaba uno y se topaba con grupos cerrando el paso. Por fin me quedé sitiado con los abogados amigos César Pavón, la ex alcaldesa Laura Pavón, Eduardo Senil, Juan Nava Arellano. Todos coincidiendo en el merecido homenaje al escultor. Comentaron: “Fernando Cano y Leopoldo Flores son figuras relevantes mucho muy nuestras”. No puede omitirse que hubo reconocimientos verbales para la señora Marthel. Apoya mucho a su “Flaco”, como ella lo llama. Estuvo muy activa ayudando a remozar las piezas. Una monja que estuvo observando su trabajo de taller me dijo que “hubo jornadas que terminaron casi desmayados”. La señora, siguió diciendo la monja, es la publirrelacionista de la casa. Está pendiente de los alimentos. Un día la escuchó gritar: “Fernando ya vente a comer. Ya ganó España”. Pero hay más, La señora, como los auxiliares de cirujanos, acerca los materiales que se van a necesitar, soldadura, cautines, pintura, etc. En el reporte la monja no supo indagar cómo consiguen carbón de piedra, (hulla), o antracita para los altos hornos. El cargo directivo de la señora es: Tesorera caja única. Dicen que como manejan mucho metal. La paga es en ¡plata! sin aleaciones. Quedé cerca de los esposos Cano cuando les entregaron una fotografía y gritaron “¡Vivan los Novios!”. Sus amigos no dejaban rendija para saludarlos. ¿Qué era lo que este humilde Frater quería? Platicar con más gente. Ver a detalle las piezas expuestas. Platicar con el autor de la obra. Su trabajo no es fácil. El hierro forjado (o hierro dulce) para darle forma se martillea al rojo vivo y se funde a más de mil 500 grados centígrados. ¿Cómo le hace para darle elegante apariencia de viejo a muchas placas? ¿Acaso remoja las láminas y las coloca a la intemperie para que se oxiden? Hasta las pastas del libro para visitantes son extraordinarias. Eso por lo que respecta a su técnica, pero algo que pudiera haber sido muy interesante es conocer más de sus figuras. Atrás de cada pieza bautizada debe haber una historia, un recuerdo o una fijación. Tengo que volver a la “Galería Fernando Cano”, Todos tenemos que conocerla y debe ser promovida como atracción turística. fraterafael@hotmail
Posted on: Mon, 07 Oct 2013 08:21:58 +0000

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