Fragmento de "HISTORIAS DE SILENCIO, LOCURA Y NOCHE" LA - TopicsExpress



          

Fragmento de "HISTORIAS DE SILENCIO, LOCURA Y NOCHE" LA CABAÑA Todo comenzó un frío fin de semana de enero del ...., unos compañeros de la licenciatura y yo habíamos estado planeando un viaje a unas cabañas ubicadas cerca del pueblo La Soledad, colindante con la frontera del estado. Decidimos irnos en el auto de Ángela, aunque Ricardo manejó todo el camino, por perder una apuesta. Ibamos un poco apretados, pero los 6 nos la pasamos bromeando y riendo, lo que hizo más ameno y menos cansado el viaje, por lo menos la primera mitad del recorrido. Llevabamos todo lo necesario, cerveza, alimentos, baraja, dominó y hasta condones. En fin, lo necesario para un fin de semana de diversión. Después de 7 horas de viaje con las dos últimas en un silencio abrumador, a partir de haber tomado ese sendero tan desgastado por el tiempo, donde el bosque parecía ahogado en silencio, llegamos a una cabaña desdibujada y al parecer deshabitada desde hace muchos lustros. La cabaña estaba envuelta en un halo de tranquilidad y abrazada por el espeso bosque. Todo marchó bien, desde la fogata hasta las risas y las pláticas ya en un estado de ebriedad notorio. La sala fue el sitio donde se charló sobre política, se contaron historias, chistes e incluso hubo tiempo para recordar anéctodas de cuando eramos estudiantes. En una de esas anécdotas, José, intentando imitar los sucesos para darle más comicidad a la historia, tropezó con la alfombra y fue a dar de bruces ocasionando la risa de todos los presentes. Esto provocó que José, un poco en tono de burla pero a su vez en tono de molestia, le tirara un puntapié al borde de la alfombra dejando al descubierto la entrada a un sótano del que hasta ese momento ignorábamos su existencia. Corrimos la alfombra y observamos que la entrada al sótano tenía pintadas unas letras color sangre ¡no entren! Advertía ese mensaje abrumador. Todavía hoy, no puedo borrar de mi mente todo lo que aconteció a partir de ese suceso. Los escalofríos siguen recorriendo mi cuerpo y las pesadillas me visitan a diario. Cuando abrimos la entrada al sótano, emergió un aire frío que hubiera hecho tiritar hasta al más avezado esquimal. Lisa, insistía en olvidar ese suceso, pero Adriana y Natalia trataban de convencerla de que sería divertido entrar a ese lóbrego lugar. Posteriormente, pero demasiado tarde, nos daríamos cuenta que era una escalofriante entrada a un destino demacrado. CONTINUARÁ ......... (cuando se me ocurra qué escribir)
Posted on: Tue, 02 Jul 2013 01:55:36 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015