GASPAR OCTAVIO HERNANDEZ (1893-1918) Gaspar Octavio - TopicsExpress



          

GASPAR OCTAVIO HERNANDEZ (1893-1918) Gaspar Octavio Hernández Nació en la ciudad de Panamá, el 14 de julio de 1893, de humildícimo origen, es el más joven de los poetas primeros de la República y también el más sometido al influjo modernista. Autodidacto, mostró dominio sobre los instrumentos de su arte. Fue correcto verificador, y poeta. Agrada en Hernández su voluntad de perfección. Hombre imaginativo, realizó cosas singulares. Y dejó dos libros: Iconografías (1915), prosa que incluye cuentos y notas críticas, y Melodías del pasado (1915); a lo que se agrega La Copa de Amatista (1923), libro póstumo. Murió el 13 de noviembre de 1918, de un ataque de hemoptisis. Demetrio Korsi lo clasificó de gran poeta negro, doloroso, exótico, sincero y desventurado que murió a los 25 años ahogado por violenta hemoptisis, en el despacho de La Estrella de Panamá, periódico del cual era jefe de redacción. Hacia el final de su vida empezó a interesarse por el tema popular. Sus pocos poemas de ese tipo nos indican que ese camino le llevarían al encuentro de su yo esencial. Con todo, su obra constituye uno de los más importantes logros de la poesía panameña. Si Hernández fue un autodidacta, su joven exégeta ha demostrado técnicamente su genialidad poética. Sin su prematura muerte, su modernismo hubiera alcanzado el más alto nivel continental. Se detuvo el mancebo en la rampa, frente al mar transparente. Comenzaba a brillar la mañana. En una de las naves de Aguadulce fondeadas en el puerto, hercúleo marino de color de bronce -cantando un alegre cantar de aldea- enarbolaba el pendón tricolor del Istmo. El mancebo sintióse inquieto de entusiasmo: el entusiasmo le hizo poeta y le inspiró este canto: ¡Ved cómo asciende sobre el mar la enseña que refleja en sus vívidos colores el mar y el cielo de la patria istmeña! ¡Mirad...! ¡Es la bandera panameña, vistosa cual gentil manto de flores! ¡Ved cómo asciende al mástil del velero serpenteando con lánguida armonía bajo la luz del matinal lucero, mientras canta fornido marinero con ruda voz, canciones de alegría! El céfiro de Ancón, puro y fragante como beso de virgen, acaricia la tenue seda del pendón flotante y tierno idilio sobre el mar sonante con el céfiro la bandera inicia. ¡Bandera de la patria! ¡Con celajes de púrpura encendida, con pedazos del cielo de los ístmicos paisajes y de marina espuma con encajes tejieron nuestras vírgenes los lazos! ¡Bandera de la patria! Las estrellas en tus colores su fulgor derraman perennemente vívidas. Por ellas, los hombres duros, las mujeres bellas ¡en patriotismo férvido se inflaman! ¡Ellas, en nuestros fuertes corazones, la llama avivarán del heroísmo, cuando al grito marcial de los cañones, enemigo clarín vibre canciones bajo el ardiente sol de nuestro Istmo! Ellas reavivarán en nuestras almas amor por nuestras fértiles campiñas sembradas de naranjos y de palmas, donde -tras de luchar- núbiles niñas nos ceñirán de mirtos y de palmas... ¡Bandera de la patria! Sube...,sube hasta perderte en el azul... Y luego de flotar en la patria del querube; de flotar junto al velo de la nube, si ves que el Hado ciego en los istmeños puso cobardía, desciende al Istmo convertida en fuego y extingue con febril desasosiego ¡a los que amaron tu esplendor un día! La Estrella de Panamá 23 de mayo de 1915
Posted on: Mon, 02 Dec 2013 22:06:05 +0000

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