Gaby nos comparte esta carta... -Carlos Hoy más que nunca, - TopicsExpress



          

Gaby nos comparte esta carta... -Carlos Hoy más que nunca, deseé con todas mis fuerzas que te aplastara un camión, que se abriera un hoyo bajo tus pies y que desaparecieras al estar en contacto con la lava ardiente del centro de la tierra (o el fuego del infierno, lo que encuentres primero). Después (cuando me di cuenta que esos primeros deseos eran poco probables) pedí con toda mi devoción que te cruzaras en mi camino, que tus ojos se encontraran con los míos, que la distancia entre los dos se redujera al máximo y que se presentara ante mi la oportunidad de robarte un beso. Pensándolo bien, esto último se escuchó casi tan imposible como lo anterior. No me queda mas que esperar que una canción, una palabra, una silueta, un programa de televisión o la almohada sobre la que solía dormir me haya traído de nuevo a tu mente, tan siquiera por un segundo. No sé cuantas veces al día digo tu nombre, solo sé que son las suficientes para sentirme miserable, patética. Arruinas, con una facilidad absurda mi existencia, me matas, me exprimes. Hay momentos en los que siento que te acabarás mis lágrimas, para luego darme cuenta que esas no se acaban, son como mis latidos; me he propuesto contar un millón, pero estoy segura que me cansaré antes de llegar a los mil, tal vez a los cien. Ya me olvidaste, lo dijiste, lo escribiste, pero... ¿lo sientes? ¿Cómo olvidar que estoy ahí para ti? Dispuesta a atraparte cuando caigas, aunque me mate la contusión. Te sueño, te anhelo como un preso a su libertad (uno cuerdo). Me faltas, me dueles, me haces daño y te necesito, como tanta gente allí afuera necesita la heroína. Me ahogo en el cúmulo que forma la desesperación mientras mis manos excavan en mi piel para sacar tus huellas, tus malditas huellas. Me gustaría decir que te apoderaste de mí, para ocultar el error tan grande que cometí al entregarte todo lo que soy. No dejaste nada y no tengo mas esperanza que la que me dan los sueños, las pesadillas y estas corazonadas que tal vez no son mas que calambres, pero yo confundo con mariposas. Comienzo a preguntarme, ¿qué extraño de ti? Tal vez extraño solo esa sensación de estar en casa. Estuviste presente en mis mejores momentos y cuando todo está tan jodido y los quiero de vuelta, es cuando te quiero de vuelta. Y no lo voy a negar, aún y sabiendo que fácilmente podrías matarme, dentro de tus brazos sigue siendo el mejor lugar del mundo. Esos brazos que adoptaron la forma de mi cuerpo (y la conservan, aunque quieras negarlo). Si insistes en que ya me olvidaste, déjame decir que es una lástima, porque historias como la nuestra no pasan dos veces en la misma vida. Pero aun y con todo en contra, sigo esperando que vengas por mí. No me siento capaz de dejar de hacerlo. Porque te espero, como al autobús en la parada, con la incertidumbre de si llegarás o no, pudiendo pararme en cualquier otra esquina y tomar alguna otra ruta menos tortuosa. Pero confío en que, si no es en esta vida, será en un sueño y te veré llegar, ya sin culpas ni remordimientos, sino con valentía, que es lo único que se necesita para buscar la felicidad. Tengo tanto tuyo, que me resulta difícil creer que no crezcan dentro de ti, la mitad de las ganas que siento yo por volverte a ver. Tratas de castigarme con tu indiferencia, de maltratarme, porque te herí, después de que me heriste. Pero ya pagué y aun así me sigues cobrando. Nadie más en el mundo te merece como yo, nadie lucha por ti como yo, contra los demonios de allí afuera y los que traigo dentro, que me carcomen el alma y me patean los órganos internos, pero aguanto, porque tú y la vida me han hecho fuerte, me hicieron para aguantar, huir para mí no es una opción. Invadiste cada una de mis células, me transformaste y no sé hacer otra cosa mas que luchar por ti. Porque un día por fin escuche a tu boca decir que te he hecho falta, solo así podría soltar mis armas y llorar, ya no de tristeza ni de desesperación, ya no para intentar llenar con lágrimas el vacío que dejaste en mi pecho, sino llorar de felicidad, de satisfacción, al sentir que todo lo que he sufrido ha valido la pena. - Gaby Salvatierra -
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 16:03:55 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015