Gaciño No hubo ningún fallo en las estructuras ni en los - TopicsExpress



          

Gaciño No hubo ningún fallo en las estructuras ni en los mecanismos de seguridad y la red ferroviaria española es prácticamente perfecta, venían a decir los máximos responsables del gobierno y de las empresas encargadas de gestionar la red y los trenes que circulan por ella. Sólo quedaba la responsabilidad personal del maquinista para explicarse el accidente de Angrois. Pero la ministra de Fomento ha anunciado ante el Congreso de los Diputados que se van a tomar una veintena de medidas preventivas para aumentar la seguridad en el transporte ferroviario y que se va a revisar toda la red. Puede que no haya contradicción entre tanta rotundidad inicial y tanta suspicacia posterior, y de hecho, hasta el sindicato de maquinistas aceptaba que todo es revisable, aunque, matizaban a la ministra, nada está en duda. Por una vez, una ministra asumía la necesidad de la revisión total de una parcela de sus responsabilidades políticas, mientras los presidentes de las empresas involucradas (Renfe y Adif) jugaban a políticos irresponsables y dejaban toda la carga de las decisiones en los criterios de los técnicos. Desconcertante manera de eludir responsabilidades y de confesar que cobran una buena nómina por no hacer nada (si no toman decisiones, ¿qué es lo que hacen presidiendo sus empresas?). Pasa también en Estados Unidos. George Snowden –el analista de una empresa privada que trabajaba en los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en sus siglas en inglés) y decidió denunciar lo que considera intromisiones en la intimidad de los ciudadanos– es un traidor a la patria, que ha revelado detalles de esos programas que pueden favorecer al enemigo. Pero el presidente Obama acaba de anunciar reformas en las actividades de espionaje para que tengan una cierta transparencia en su control y respeten los derechos individuales. Es decir, justo lo que Snowden había denunciado que no se respetaba. En la rueda de prensa en la que anunció esas reformas, Obama manifestó que no cree que Snowden sea un patriota y lo retó a volver a Estados Unidos a defender su actuación, si cree que lo que hizo es correcto. Resultaría más convincente si, de acuerdo con su rectificación, aceptase las críticas del analista y abriese una investigación sobre la manera de hacer espionaje en estos tiempos, y no un proceso para cargarse al crítico. Seguro que entonces Snowden regresaría a su país sin miedo a convertirse en una víctima de la intransigencia supuestamente patriótica. Desde la arrogancia del poder no es habitual el ejercicio de la autocrítica y el reconocimiento de responsabilidades propias. Resulta más frecuente el sacrificio de chivos expiatorios y el desvío de responsabilidades en escala descendente de poder, por supuesto con la agravante de la manipulación de la opinión pública para hacer presentable el cinismo de los que envuelven semejantes maniobras de distracción en la retórica solemne del bien general. A través de redes ferroviarias o de redes de control informático, parece que lo más importante es la acumulación de poder, o por lo menos su apariencia. Admitir errores puede interpretarse como señal de debilidad. Si hay que corregir algo, que aparezca como una concesión generosa y no como una obligación de quien no calculó las consecuencias de su mezquindad o de su indiferencia. Como si todavía los ciudadanos siguiesen siendo súbditos (¿o nunca hemos dejado de ser súbditos?). (Galicia Hoxe. 13-8-13) galiciahoxe/vivir-hoxe-galicia/gh/non-hai-fallos-corrixen-xose-gacino/idEdicion-2013-08-13/idNoticia-821592/
Posted on: Wed, 14 Aug 2013 17:05:10 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015