HACIENDA DE SAN CLEMENTE Esta hacienda fue en su época la mejor - TopicsExpress



          

HACIENDA DE SAN CLEMENTE Esta hacienda fue en su época la mejor y más prospera de Unión de Tula y una de las más grandes y ricas del estado con una superficie aproximada de 22, 000 Hectáreas, que producían miles de cabezas de ganado. Un buen motivo de orgullo para esta hacienda era la venta de bueyes para los rudos trabajos del campo, jalar el arado o conducir una carreta, llegando a valer el doble del precio normal de su época, 1815, porque eran considerados por expertos como “INMEJORABLES”. La hacienda en su época constituía un status de poder e influencias para sus propietarios, ya que el poseía una hacienda era considerado como personaje rico e importante como en la actualidad tener una industria o un banco. San Clemente fue una hacienda muy importante, gracias a los propietarios que tubo, eslabonó un rosario de hombres destacados en el comercio, la minería, el gobierno y hasta en la iglesia, y de paso se vio beneficiado Unión de Tula, con la influencia de estos personajes como es el caso de Don Juan Manuel Caballero, propietario de dicha hacienda entre 1790 y 1825. Don Ramón Fernández de la Barrera, fue otro de los ilustres propietarios quien armado de valor y astucia, fue escalando posiciones en el mundo del dinero y los grandes negocios, consiguió un préstamo en 1771 y como necesitaba una firma para obtenerlo, atrevidamente se entrevistó con el Márquez de Pánuco, Don Francisco Javier Viscarrga, prominente hombre de empresas y lo convence de ser fiador, la suerte le sonríe y su primer negocio tiene éxito, demuestra frialdad y olfato para hacer dinero. En 1770 con el aval del Márquez, vuelve a obtener crédito, se lo otorga el convento de Santa María de Gracia, con un monto de $25, 000.00 y lo utilizo para comprar la hacienda de San Clemente, y para mejorar la cría de ganado con sangre fresca de sementales y vientres de raza pura, logrando colocar a San Clemente entre las mejores haciendas del estado. Siguiendo con su suerte, en 1772 se anota el mejor de sus triunfos, se casa con la riquísima Doña María Eusebia Viscarraga, hija de su protector. Al casarse Don Ramón, recibió como parte de su dote de su esposa $19,00.00 con lo que siguió creciendo se hacienda de San Clemente y con los contactos de su suegro, logro ser de los principales introductores de carne de res en los mataderos en la Ciudad de Guadalajara, para el año de 1787 su hacienda tenia ya capilla con sacerdote permanente logrando diversificar sus negocios en compañía del Márquez. Don Ramón Fernández de la Barrera, un buen político que ocupo diversos cargos en la Nueva Galicia, entre otros el que ocupo en 1769, como regidor en la Ciudad de Guadalajara, murió alrededor del año 1800, heredando su fortuna a sus hijas; Juana de Dios, María Manuela, Josefa y Faustina Fernández de la Barrera y Vizcarraga, huérfanas ya que su madre murió en 1779. Doña Juana de Dios, quien nació en 1776, se caso con el ilustre hombre Don Juan Manuel Caballero, nacido en la Villa de Nestosa, en Viscaya España, en 1770, hijo de don Gaspar Caballero y Doña Teresa de la Colina, embargándose a México en mayo de 1787, y al llegar a la Nueva Galicia se dedicó al comercio manejando las principales importaciones y exportaciones de Nueva Galicia con Europa, fue un hombre generoso, con grandes influencias en el Gobierno y en la Iglesia. Don Juan Manuel Caballero, fue Propietario de la Hacienda de San Clemente por herencia de su esposa, Doña Juana de Dios Fernández, se casaron en el año de 1803, en sus manos la hacienda siguió floreciendo, conservándose siempre en lugares destacados en el comercio estatal, su administrador era Don Rafael Villaseñor. Además de la producción masiva del ganado vacuno de gran calidad fomento también Don Juan Manuel Caballero la industria, en el año de 1815, instalando en la hacienda una fábrica de harina de trigo, con la que generaba más empleos en la región. Durante 25 años no hubo en Guadalajara persona más prominente y destacada que Don Juan Manuel, fue bondadoso y honrado, por lo que siempre muy solicitado por los hombres ricos y por los pobres para recibir sus bondadoso donativos. Otro asunto que nos pinta de cuerpo entero a Don Juan Manuel Caballero, fue la ejecución del testamento de su cuñada, la religiosa, María Manuela, que dejo como su última voluntad, que con su dinero se construyera el Colegio Apostólico de Zapopan, dicho testamento redactado el 29 de febrero de 1803. Dejo $120.00 para dicha obra. En este colegio perduran hoy día los sendos retratos de Don Juan Manuel y de su cuñada la monja María Manuela hechos por encargos de don Francisco Martínez Negrete y su esposa doña Josefa de Alba, y al pie del retrato de don J8uan Manuel se puede leer el siguiente pensamiento: “FUE HUMILDE Y BENEFICIO EN MEDIO DE LA ABUNDANCIA DE SUS FACULTADES”. Murió este ilustre personaje en marzo de 1837, ya viudo y sin hijos siendo sepultado en la Catedral de Guadalajara, legó su inmensa fortuna para que se fundara un monte pio, siendo nombrado como su albacea Don Francisco Martínez Negrete y Don José Pamplona, montepío que funciono por más de 25 años y fue clausurado en 1875, a causa de las múltiples perdidas. -Algo mas para el buen saber!!1
Posted on: Mon, 19 Aug 2013 20:58:44 +0000

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