HASTA SEPTIEMBRE! -------------- Vacaciones Decía Epicuro que el necio es aquel que siempre trata de comenzar su vida, y no seré yo quien cuestione la sabiduría del gran hedonista. De manera que no diré que las vacaciones son un nuevo comienzo, so pena de quedar como una estúpida. Pero sí me atrevo a afirmar que una parada en seco del frenesí cotidiano, permite hacer un resset del disco duro, una especie de reinicio que, volviendo al mismo viaje, lo limpia de virus, de residuos tóxicos y de todo aquello que dificulta un buen relato de la vida. El paréntesis vacacional - si no se trata de “vacaciones forzosas”, ni la salud de los propios está en riesgo- es una puesta a punto que, con la ayuda del tiempo reconquistado, permite ver lo importante que palpita por debajo de lo urgente, y quizás, si hay suerte, encontrar un lenguaje menos salvaje para narrar la existencia. Aquello de Sant Exupery, de ver lo esencial, que siempre es invisible a los ojos… Como cada año, éste artículo tiene voluntad de hasta luego…, hasta el luego del retorno, cuando las prisas vuelvan a devorar las buenas intenciones. Me marcho de vacaciones con la convicción de haber tejido una densa complicidad con ustedes, amables visitantes de este espacio abierto en canal. Hace cuatro años que habito en este rincón, donde, como en toda buena atalaya, a veces brilla el sol, y a veces hace mucho viento. No siempre soy cómoda, y, por supuesto, no siempre acierto la diana, pero todo lo que hay aquí es verdad, incluso cuando el tiro sale errado, porque radica en la honestidad de no buscar el aplauso, sino el sentido profundo de las cosas que ocurren. Porque, si poder mirar hacia el mundo cada día, desde una cima tan notable, es una responsabilidad, solo puede hacerse desde la más radical sinceridad. Soy lo que aparento, alguien que se pregunta sin ambages, y se responde con una cierta libertad conquistada, y si ello ayuda a la reflexión colectiva, la responsabilidad se convierte en un privilegio, un lujo. Estos días me retornaran una cierta calma, después de meses de realidad intensa. Como siempre, buscaré los fragmentos de ese espejo roto que es la felicidad, en la vida compartida con los míos, en la belleza del paisaje que me acoge, en los libros que me aguardan, en la plasticidad de los relojes dalinianos que juegan con el tiempo, cuando no manda la agenda. Les diré lo que manda el ritual: sean felices. Pero no en el sentido retórico de las normas básicas de la educación, sino lanzado como un lema radical, una auténtica provocación. Al fin y al cabo, ¿de qué sirve esta puñetera vida, si no conseguimos ser felices? Me despido con Victor Català, en un poema de mi patria chica: “Dormiràs damunt del mar/ en la barca fondejada,/ per guarda, el vell campanar/ i per llànties, l´estelada/ Cadaqués, bell Cadaqués/ de la dolça anomenada/, si no saps amor, el que és,/ vine a fer-hi una passada” Feliz verano.
Posted on: Thu, 01 Aug 2013 05:58:33 +0000
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