HE LLEGADO TARDE A TI He llegado tarde a las fibras de tu amor, A los tentáculos de pasión que germinaban Debajo de tu piel escarlata… He llegado tarde para únicamente verte en esa foto Que desvencijada por el tiempo, aún me hace reconocerte; Sé que en ese instante imaginario te toco, Recorro tus labios injertándose con los míos, Mis manos con la ley de gravedad se tambalean Para abrazar tu cuerpo tibio de antaño… Y he llegado a tarde a ti, Para sostener esta miseria de imaginarte en aquella edad De moza y de poliéster tus poros, De cabello rubicundo y sueños poéticos. He llegado tarde porque he nacido nuevamente, Nuevamente unos años antes que tú te vayas, Pero sé que me encontrarás de nuevo, Porque angelicalmente somos dos arlequines del amar, Sostenidos por los instintos solidarios Que conjugan almas gemelas y seres de luz Que aguardan al ángel que entrega lo que no es humano, El simple redentor de lo que sabemos tú y yo. Yo que he llegado tarde a ti, Me desorbito en la galaxia de tu ternura Y es apocalíptico este sentimiento que me emperifolla, Aunque sea en la tardanza de no haberte alcanzado En esta vida a tiempo, pero estoy reconformado De que existas en mí, en mi sangre, en el aire pleno Que me trae tu vibra adivinadora de mi presente, En el espacio bondadoso que te pasa mi existencia Para que me la leas como nadie ha podido leerla… He llegado tarde a ti y no es un símbolo de tristeza, Es una emoción emboscada en la alegría de saberte mía Y de la dicha de nuestros espíritus que hablan entre sí… Porque estas anatomías ilustradas son desapercibidas, Sólo nos permite alejarnos de la comprensión necesaria, Mientras lo invisible e inexplicable para la materia, Nos acerca grandemente como dos seres originados en uno. He llegado tarde a ti, para aprender y aceptar Que he vivido contigo en otras vidas; Tus imágenes me recuerdan a una dama que enamoré En un parque concurrido por la botánica de la naturaza, Emanado por la brisa de un lago procedente del mar Cuando amapolas y los colibríes nos coronaban las auras, Y yo retirado en el balancín debajo de aquel manzano, Te regalaba la más bella de las amapolas Y te imitaba el mejor trino del colibrí cantor. He llegado tarde a ti, ya lo sé en esta interpretación Que me trae el sonido a través del movimiento del silencio, He percibido tu entrega incondicional, Tu vicisitud sobre mis interrogantes Y la esperanza que no me exaspera por tenerte en mí.
Posted on: Tue, 17 Sep 2013 06:05:42 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015