HECHOS Creyentes en Crecimiento Lección 9 El Espíritu Santo - TopicsExpress



          

HECHOS Creyentes en Crecimiento Lección 9 El Espíritu Santo separa y envía a Bernabé y Pablo A. Introducción • Antes que Jesús se fuera al cielo, El prometió a los apóstoles que el Espíritu Santo vendría y que ellos vendrían a ser sus testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta la último de la tierra. Hasta ahora hemos visto al Espíritu Santo usandolos en Jerusalén, Judea y Samaria; ahora vamos a ver como usó a Saulo con sus amigos para llevar el evangelio a otros países que estaban alrededor de Israel. Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.(Hechos 13:1) Algunos de los que estaban enseñando en Antioquia eran profetas y otros maestros, los profetas eran maestros únicos, recibían las enseñanzas directamente de Dios a través del Espíritu Santo y no por algún medio natural, ya sea un hombre o libros. Eran hombres y mujeres a quienes el Espíritu Santo les daba las enseñanzas que el Señor quería que enseñaran a Sus hijos. • Las personas podían ser profetas solamente si el Señor los escogía. algunas de las cosas que el Espíritu Santo mostró a los profetas eran mensages a ciertos individuos frecuentemente dándoles a conocer una revelación especial tocante a eventos futuros. (Por ejemplo el profeta Agabo en Hechos 21:10-11, predijo que Pablo algún día sería arrestado por los judíos en Jerusalén y entregado a los romanos). El Espíritu Santo también usó a los profetas para advertir al pueblo acerca de su pecado. • Cuando los profetas hablaron el mensaje de Dios a la Iglesia, el Espíritu Santo les guió a decir exactamente lo que Dios quería. El ser escogido como un profeta era un llamado supremo. Unos versículos importantes son Deuteronomio 18:18-20. • Las cosas que Dios reveló a los apóstoles y profetas para toda la Iglesia ahora están escritas en el Nuevo Testamento como el mensaje de Dios para nosotros. Todo lo que Dios quiere que sepamos como sus hijos está en la Biblia. • ¿Cuál era entonces el propósito de los maestros en la Iglesia? Ellos enseñaron a la iglesia el Antiguo Testamento y cualquier otra enseñanza nueva que el Señor les daba. Dios no nos muestra cosas nuevas por que no tiene nada nuevo que enseñar a sus hijos. Todo lo que El quiere que sus hijos sepan está en Su Palabra. Esto no significa que Dios ya no nos hable hoy, sino que lo hace cuando leemos Su Palabra. El Espíritu Santo toma la palabra escrita y la aplica a nuestra situación particular o en la condición que estemos. El nos guía a confiar y a tomar acción en respuesta a lo que nos dice a través de la Biblia. Dios nunca contradice Su Palabra. Lo que diga a nuestros corazones debe estar basado en una doctrina sana. Por eso es importante que el nuevo creyente estudie toda la Biblia. Así evitará el ser engañado por falsos maestros e investigará con diligencia las escrituras para ver si lo que oye es verdad (Hechos 17:11). En 1 Juan 4:1 el escritor nos exhorta a no aceptar cualquier cosa; nos pide que probemos los espíritus para ver si son de Dios. • Lo que ahora se esté enseñando en la Iglesia debe ser lo que Dios dijo claramente en y a través de Su Palabra. Otra cosa que El quiere para los creyentes es que aprendan para ser maestros como los de Antioquía. Cada creyente tiene una parte en la alimentación y crecimiento de la Iglesia. Hay hombres a quienes se les ha encargado la responsabilidad de cuidar y enseñar a todos los miembros de la Iglesia. Las mujeres también recibieron el llamado para enseñar a las más jóvenes y a los niños (Tito 2:3-5). Un pasaje importante de la escritura es 1 Timoteo 2:12 B. El llamado de Bernabé y Pablo al servicio misionero Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. (Hechos 13:2-4) • Mientras que la iglesia de Antioquia estaba adorando a Dios el Espíritu Santo habló e instruyó a los hermanos para que enviaran a Bernabé y a Saulo a predicar el evangelio a aquellos que nunca habían oído. Así que la iglesia se reunió y los líderes pusieron las manos sobre Bernabé y Saulo mostrando que toda la iglesia aprobaba su salida como misioneros; ese acto mostró que orarían y los sostendrían en la obra que llevarían acabo. Esta tarea a la cual el Espíritu Santo les había llamado no era exclusiva de ellos, sino que toda la iglesia estaba envuelta. Los nuevos misioneros representaban a la Iglesia. El Espíritu Santo todavía llama a creyentes para servir al Señor de la misma manera. Sea que el creyente salga o se quede, cada uno tiene una parte en la misión de la Iglesia. Aquellos que se van siguen siendo una parte de la iglesia local, del cuerpo de creyentes y dependen del sostén y las oraciones de la iglesia. Aquellos que se quedan tienen el privilegio de orar y apoyar financieramanete a aquellos que han sido enviados (Mateo 9:37-38) C. Bernabé y Saulo en Chipre Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. Y llegados a Sa lamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante. (Hechos 13:4,5) • Navegando desde Antioquia Bernabé y Saulo llegaron a la isla de Chipre, que era la región de Bernabé. En el pueblo de Sa lamina en Chipre enseñaron en las sinagogas, aunque Bernabé y Saulo fueron enviados a predicar el evangelio a los gentiles frecuentemente empezaban en las sinagogas ofreciendo a los judíos las enseñanzas antes de dárselas a otros. Hacían eso porque Dios llamó primero a los judíos para que sean Su pueblo especial y a ellos se les prometió que vendría el Libertador. • Las sinagogas eran lugares excelentes para empezar a enseñar por que los judíos conocían el Antiguo Testamento y las promesas de Dios acerca del Libertador, aunque no sabían que ya había venido. Ellos no sabían que Jesús de Nazaret, a quien sus lideres crucificaron era el Mesías prometido por Dios a través de todo el Antiguo Testamento. Estos judíos de Chipre probablemente oyeron acerca de un tal Jesús que había sido crucificado sin entender que El resucitó de los muertos, que ahora estaba sentado a la diestra de Dios y que realmente era el Libertador que Dios había prometido enviar. Bernabé y Saulo fueron testigos de la resurrección de Jesús. Recordemos que Saulo vio a Jesús resucitado en el camino a Damasco. • Bernabé y Saulo tenían una manera de evangelizar: entraban en la sinagoga del pueblo para adorar con los judíos y después de la lectura de la ley frecuentemente se les pedía que hablaran a la congregación (Hechos 13:15). En ese momento explicaban a los judíos acerca de Jesús, quien era y como había traído la salvación a todos los que creyeran. Ellos recordaban al pueblo las profecías tocante a la venida del Libertador y como Jesús las cumplió. • Los judíos y los gentiles como Cornelio asistían a las reuniones. Amaban y adoraban a Dios, conociendo las enseñanzas del Antiguo Testamento y las profecías tocante a la venida del Libertador. Creyeron y voluntariamente se convirtieron al judaísmo circuncidándose. Cuando Bernabé y Saulo compartían en las sinagogas,los que mas aceptaban eran los gentiles. Juan Marcos que fue con Bernabé y Saulo para ayudarles no era el apóstol Juan sino que era un pariente de Bernabé. . Finalmente Bernabé, Saulo y Marcos salieron de Sa lamina y viajaron a Pafos. Al llegar, Lucas quien escribió Hechos ya no le llama Saulo, su nombre judío, sino Pablo, que fue su nombre romano. Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén. (Hechos 13:13) • Después de su llegada a Perge el joven Juan Marcos los abandonó y se regresó a su casa en Jerusalén. Ignoramos por qué lo hizo, aunque más adelante nos damos cuenta que esto no le agradó a Pablo y por eso no lo llevó en el próximo viaje misionero. Eso causó una disputa entre él y Bernabé, quien lo defendió (Hechos 15:36-38). Mucho después vemos que Pablo cambió con respecto a Marcos ya que pidió que lo visitara cuando estaba en la cárcel de Roma esperando su ejecución (2 Timoteo 4:11). D. Bernabé y Pablo en Antioquía de Pisidia Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron. (Hechos 13:14) • Salieron de Perge y se fueron al norte a otra ciudad grande que también era llamada Antioquia. Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad. Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo: Varones israelitas, y los que teméis a Dios, oíd: (Hechos 13:15-16) • En Antioquia fueron primero a la sinagoga, como de costumbre; Pablo enseñó del Antiguo Testamento recordando a la gente las promesas de Dios acerca del Libertador. Luego les dijo que Dios había cumplido Su promesa al enviar a Jesús de Nazaret, el Mesías, pero que los judíos y sus lideres no lo aceptaron crucificándole y enterrándole, aunque al tercer día Dios lo levantó de los muertos. Que ahora todos los que confían en Jesús pueden recibir el perdón de sus pecados y ser aceptados por Dios (Hechos 13:32-33, 38-39). Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree. (Hechos 13:38,39) Pablo les dijo que Dios no les aceptaba por guardar la ley, ¿Por qué? Porque nadie puede guardarla. Es através de la fe en la muerte y resurrección de Jesucristo que todos los creyentes son perdonados y reciben una nueva naturaleza. Así es como Dios los acepta completamente. Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas. Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios. El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios. Pero viendo los judíos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando. Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles,A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. (Hechos 13:42-47) Antes que Jesús fuera enviado al mundo, El sabia que muy pocos israelitas lo aceptarían, pero Dios había planeado que el evangelio debía ir a los gentiles para que a ellos también se les pueda perdonar sus pecados. Dios prometió a Abraham que en él serían benditas todas las familias de la tierra, no solamente los judíos (Génesis 12:3). El versículo 43 nos dice que algunos fueron motivados a continuar en la gracia de Dios (Génesis 12:3). Y la palabra del Señor se difundía por toda aquella provincia. Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites. Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, llegaron a Iconio. Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo. (Hechos 13:49-52) • Tristemente la mayoría de los judíos rehusaron creer que Jesús era el Libertador. Pensaban que su herencia judía y sus propios esfuerzos de obedecer la ley les harían aceptables a Dios. Aunque muchos de los gentiles se dieron cuenta de su pecaminosidad y que estaban sin esperanza, alejados de Cristo. Sabían que su única esperanza de salvación era confiar en Jesús como su Salvador. Bernabé y Pablo no fueron afectados por el rechazo de los judíos. Gozaban de un caminar con Dios en el Espíritu “no basado en las circunstancias.” Aunque les entristeció la dureza de corazón que los judíos mostraron, no permitieron que sus emociones o las circunstancias determinaran el curso, ni el efecto de su caminar con Dios. La verdad de Dios era la fuerza determinante con respecto a su actitud y decisiones. Creyeron a Dios en medio de las situaciones y “sacudiendo el polvo de sus sandalias” actuaron de acuerdo al plan de Dios para sus vidas . E. Bernabé y Pablo en Iconio, Listra y Derbe. Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos. Mas los judíos que no creían excitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos. Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios. Y la gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban con los judíos, y otros con los apóstoles. Pero cuando los judíos y los gentiles, juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos, habiéndolo sabido, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circunvecina, y allí predicaban el evangelio. Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo. Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros. Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra. Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios. (Hechos 14:1-13) • No hay mención de una sinagoga en Listra o Derbe. Estas ciudades fueron de gentiles y las personas adoraban ídolos. No habían sido enseñados acerca del Dios vivo y verdadero como los judíos. • Pablo habló con denuedo acerca del Señor y dio testimonio de la palabra de Su gracia. Cuando la gente vio los milagros que Pablo había hecho los consideraron como dioses que habían bajado a visitarlos. Así que sus sacerdotes trajeron bueyes para sacrificarlos ante ellos. Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces (Hechos 14:14) • Al principio Pablo y Bernabé no sabían que estaba pasando, pero una vez que entendieron lo que pretendían, rasgaron sus vestidos y obviamente se alarmaron de ver eso. Pablo y Bernabé se dirigieron a ellos casi gritando: Y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay. En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos; si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones. Y diciendo estas cosas, difícilmente lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio. (Hechos 14:15-18) F. Bernabé y Pablo regresaron a Listra, Iconio y Antioquia. Después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. (Hechos 14:21-22). • Después de eso regresaron a Listra, Iconio y Antioquia para enseñar a los creyente mas acerca de Dios y de su nueva vida como creyentes. Animaron a la nueva iglesia a continuar en la fe y les dijeron que esperaran persecución y tiempos difíciles como resultado de ser ahora hijos de Dios (1 Pedro 2:21) Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. (Hechos 14:23) • Pablo y Bernabé asignaron hombres para que sean ancianos en cada una de las iglesias que ellos habían comenzado. Estos hombres eran responsables de enseñar y sobrever a las iglesias, así como los apóstoles lo hicieron en Jerusalén y Pablo y Bernabé en Antioquia. • La tarea de ser un anciano es muy importante. Los ancianos deben ser hombres que han sido preparados, equipados y que son controlados por el Espíritu Santo. Un nuevo creyente o un neófito espiritual no pueden ser anciano, ya que hará daño a la iglesia. Dios es muy claro pues solamente hombres maduros en su fe que manifiestan el fruto del Espíritu pueden ser seleccionados para tales cargos de responsabilidad. Para más estudio acerca de los requisitos de los ancianos puede estudiar cuidadosamente y en oración Tito 1:5-9 y 1 Timoteo 3:1-7 G. Barnabas and Paul returned home. Pasando luego por Pisidia, vinieron a Panfilia. Y habiendo predicado la palabra en Perge, descendieron a Atalia. De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos. (Hechos 14:24-28) Pablo y Bernabé retornaron a la iglesia de Antioquia que les envió para reportar lo que el Espíritu Santo había hecho a través de ellos. Mientras el Espíritu Santo nos usa para compartir este mensaje maravillo de la gracias de Dios con otros, también podemos compartir con la iglesia lo que el Señor esta haciendo. Así todos serán animados. facebook/vidanuevapachuca
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 12:47:00 +0000

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