Hace 19 años que dejé de celebrar con regalos y fiestas la fecha - TopicsExpress



          

Hace 19 años que dejé de celebrar con regalos y fiestas la fecha dedicada a papi, hoy celebraría 91 años. No voy a escribir sobre su muerte, ni de lo desconsolada que me sentí, ni de esos detalles tan íntimos que a nadie interesan. Prefiero escribir sobre cómo marcó mi vida su presencia, para siempre. Papi, no era perfecto, tenía miles de defectos, como cualquier ser humano. Pero para mí era insuperable, pues me amaba por encima de todo, se sacrificó por nosotros y me dio lo mejor de sí mismo durante todos los años que estuvo a mi lado. Podría contar muchas anécdotas de mi infancia y mi adolescencia, unas graciosas, tristes las otras, para meditar algunas…hoy me vienen a la mente y cada momento lo tengo cerca de mí. Papi me enseñó muchas cosas de la vida: estaba adelantado a su tiempo, en cuanto a que la mujer era de la casa. Me enseño a guiar hasta camiones, guaguas escolares, no importaba lo que fuera debía aprenderlo todo. A defenderme de cualquiera y como fuera. También me alertó contra la mediocridad y otra vez su vida la mostró como ejemplo. Me contaba de cierto maestro que por haber sacado 70 puntos en un examen (donde la máxima puntuación era 100) le frenó de golpe la alegría con estas palabras que él jamás olvidó: “si, es cierto que usted aprobó el examen, pero sus notas demuestran que solo tiene adquirida una porción del conocimiento y aún le queda un 30% del mismo por asimilar, usted solo sabe poco más de la mitad y eso es ser mediocre.” De eso aprendí que el 100% es para el que se esfuerza y el que estudia y a eso trate de dirigirme siempre. Así fue que, con tenacidad y empeño papi se propuso estudio Yo, para no ser menos, me empeñé del mismo modo en no conformarme con notas de “aprobado” y traté siempre de sacar la mejor nota que mis capacidades me permitieran. Creo que no lo defraudé, y aunque murió cuando apenas yo cursaba mi maestría en Matemáticas, se que se sentía muy orgulloso, hoy día que estoy como Directora. Su presencia me hizo mucha falta cuando recibí mis diplomas, sin él sentí que le faltaba algo a ese momento. Papi, te llevo en mi corazón, tu recuerdo, sus enseñanzas y conversar contigo, aunque no pueda verte, pues la verdad es que nunca me he sentido sola. Por eso este domingo, cuando al levantarme, mis primeras palabras también serán “FELICIDADES, PAPI” Te amaré por siempre y le doy gracias a mi Dios por tener el Privilegio de tenerte como papá. Ivette
Posted on: Sun, 15 Sep 2013 13:39:55 +0000

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