Hace unos meses muchos mostrábamos nuestra preocupación por lo que entendíamos era un ataque masivo (no sé si concertado) a las libertades básicas en un Estado democrático, que no es la libertad de votar (eso también se hace en las dictaduras), sino la libertad de opinión, de expresión, de reunión y de manifestación. Ahora vemos cómo otra vez la Justicia (el único poder del Estado que está a la altura de las circunstancias en estos años miserables, de ceniza y lodo) actúa en defensa de estas libertades: derecho de reunión en la preparación del 25-S, el ojo perdido por Eshter Quintana, las identificaciones injustificadas de ciudadanos en Madrid, etc. Sin prisa pero sin pausa los tribunales investigan los posibles delitos cometidos por la policía y autoridades, a la vez que se persigue la corrupción política (EREs, Palau, Bárcenas). La última línea de defensa del Estado de Derecho aún resiste.
Posted on: Wed, 03 Jul 2013 09:05:06 +0000
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