Hasta hace muy poco tiempo, la amistad no era una prioridad para mí... fui un "animalito" con las personas que han estado conmigo desde SIEMPRE: las fechas nunca me las acordaba, anfitrión de cuarta siempre había sido, las juntadas eran esporádicas (sólo en acontecimientos importantes) y la diaria se resumía a cosas del trabajo u ocasionalmente algún menester familiar... Cerca más de ser buenos conocidos o parientes que mínimamente amigos, la gente con la que me rodeaba padecía de mis desatenciones e indiferencias, propias de mi forma de ser con los afectos. No era malo, simplemente secote y egocéntrico. Asimismo, siempre, desde el principio, han sido y siguen las mismas caras las que están presentes en común... Por fortuna, y gracias a una persona muy especial en mi vida, pude probar y masticar las penas más grandes del universo; desde allí he podido descubrir, testear, analizar, evaluar, conocer, descartar, incorporar, transformar, desterrar, crear, escribir, manifestar, resolver, avanzar y eso me ha hecho mejor. Mejor para con las personas y más con los afectos que realmente merecen esa natural retribución de todo lo que nos podamos brindar, TODO. Desde ese inicio, he conocido nuevas personitas y, cada una con sus "cositas", son maravillosas: me han enseñado (simplemente siendo como son) que la diversidad de realidades y la manera en que cada uno ve su mundo es enriquecedor y motivador. Las vueltas de la vida y este gastado "aprender" de las experiencias me ha hecho efecto y, con aval de ellos mismos, puedo decir con todas las letras que tengo AMIGOS. Los de siempre, que ya saben quienes son y se cuentan con los dedos de una sola mano; los que llegaron en el momento justo y no se van a ir nunca más; los que que dicen ser amigos, también son para rescatar. Es un acontecimiento importante, porque es algo nuevo para mí. Sentir el afecto cercano y darle importancia verdadera, ese estar pendiente, ese interés por saber en qué andan, ese saludo todos los días, ese espacio (aunque sea chiquito) que nos damos para dar señales de vida a diario para lo que sea, esa atención para los que no somos tan pegotes pero que siempre estamos cuando las papas queman (de ambos lados). Y todo esto entre la vorágine de todas nuestras rutinas, responsabilidades, ocupaciones, programas, etc. Ahora tengo ganas de decir dos cosas grandes: GRACIAS (por hacerme tocar fondo y poder encontrar así mi natural potencial de ser buena gente) y FELIZ DIA (a todas las personas con las que podemos brindar en este día especial, con las que realmente podemos usar el título oficial). Idicho!
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 13:36:02 +0000
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