Hechos 11 a 14 1-(Hech. 11:29).Muchos cristianos de Judea que - TopicsExpress



          

Hechos 11 a 14 1-(Hech. 11:29).Muchos cristianos de Judea que pertenecían a las capas sociales humildes, al enterarse de su difícil situación, los hermanos de Antioquía —gentiles y judíos por igual— mostraron auténtico amor fraternal enviándoles Socorro. En la actualidad, los siervos de Dios reaccionamos de la misma manera. Cuando nos enteramos de que otros cristianos se encuentran en apuros, tomamos medidas para ayudarlos, incluso si viven en el extranjero. Los comités de las sucursales organizan rápidamente grupos de ayuda para atender a los damnificados en huracanes, terremotos, tsunamis y otras catástrofes naturales. Así probamos que de verdad somos todos hermanos (Juan 13:34, 35; 1 Juan 3:17). Dado que Jehová no hace distinciones y desea que se dé testimonio cabal del Reino, nos esforzamos al máximo para que personas de toda raza, nacionalidad y nivel social tengan la oportunidad de escuchar las buenas nuevas y obrar en consecuencia (Rom. 10:11-13). 2-(Hech. 12:5). La congregación se ocupaba en orar a Dios por Pedro. En efecto, elevaban fervientes plegarias. La muerte de Santiago no había logrado acabar con su esperanza ni hacerles creer que las súplicas fueran inútiles. Como ellos, no olvidemos nunca que Jehová valora grandemente nuestros ruegos y que, si se ajustan a su voluntad, los contesta siempre (Heb. 13:18, 19; Sant. 5:16). ¿Conocemos a alguien que esté pasando por situaciones muy duras, como persecuciones, proscripciones o desastres naturales? Si así es, incluyámoslo en nuestras peticiones. Lo mismo podemos hacer por quien afronte dificultades menos llamativas, como problemas familiares, momentos de desánimo o pruebas de fe. Si meditamos un instante, de seguro recordaremos hermanos por los que podemos rogar a Jehová, el “Oidor de la oración” (Sal. 65:2). ¿No es cierto que a nosotros también nos gustaría que los demás oraran a favor nuestro si nos llegaran malos tiempos? 3-(Hech. 12:7-11).El ángel le dio una serie de órdenes muy escuetas: “¡Levántate pronto! [...] Cíñete y átate las sandalias. [...] Ponte tu prenda de vestir exterior”. Él obedeció sin chistar, lo mismo que cuando le dijo acto seguido: “Ven siguiéndome”. Salieron de la celda, pasaron justo por delante de los centinelas apostados en el exterior y prosiguieron en silencio hasta el enorme portón. ¿Cómo iban a lograr franquearlo? Si el fiel discípulo tenía alguna inquietud, no le duró mucho, pues tan pronto se aproximaron a la puerta metálica, “esta se les abrió por sí misma”. En un instante, atravesaron aquella entrada y salieron a la calle, donde se esfumó el mensajero celestial. Al quedarse solo, Pedro comprendió que ¡Estaba libre! Debemos odedecer y seguir las instrucciones que nos imparten los hermanos que llevan la delantera en el pueblo de Jehová. 4-(Hech. 12:5-11). Podemos orar a favor de nuestros hermanos, y debemos hacerlo. 5-(Hech. 12:12-15). ¿Qué quisieron decir cuando afirmaron: “Es su ángel”? Los discípulos de Jesús sabían que a lo largo de la historia los ángeles habían prestado ayuda personal al pueblo de Dios. Por ejemplo, Jacob habló del “ángel que ha estado recobrándome de toda calamidad” (Génesis 48:16). Y respecto a un niño que se hallaba entre ellos, Jesús dijo a sus discípulos: “Miren que no desprecien a uno de estos pequeños; porque les digo que sus ángeles en el cielo siempre contemplan el rostro de mi Padre que está en el cielo” (Mateo 18:10). Cabe señalar que Las Escrituras del Nuevo Pacto vierten el vocablo ág·gue·los (“ángel”) como “mensajero [celestial]” (corchetes del autor y ortografía actualizada). Parece que algunos judíos creían que cada siervo de Dios tenía su propio ángel, esto es, un “ángel de la guarda”. Por supuesto, tal creencia no aparece de forma explícita en la Palabra de Dios. Con todo, es posible que cuando los discípulos dijeron “es su ángel”, creyeran que un mensajero angélico en representación de Pedro estaba de pie a la entrada.*** w05 1/6 pág. 31 Preguntas de los lectores *** 6-(Hech. 12:21-23). Herodes aceptó enseguida la gloria que solo debía darse a Dios. ¡Qué diferente del rechazo inmediato y enfático que manifestaron Pablo y Bernabé ante la excesiva muestra de alabanza y honra! 7-(Hech. 12:25). Los verdaderos discípulos de Jesús durante el primer siglo E.C. demostraron que eran “semejantes a ovejas” en actitud y acción. Cuando los cristianos de Macedonia y Acaya se enteraron de que sus hermanos de Judea estaban necesitados, reunieron provisiones de socorro y se las enviaron a éstos, ejecutando una “ministración de socorro [diakonía].” Pues reconocían que los hermanos de Judea les habían prestado precioso servicio espiritual a ellos y que tenían una ‘deuda’ correspondiente que hacía apropiado para ellos el “servirles con los bienes materiales” (Nácar-Colunga); “servir públicamente a éstos con cosas para el cuerpo carnal” (NM). Esto fue digno de encomio por parte de las congregaciones macedonias. Aunque ellas mismas se encontraban en condición de pobreza, habían “desbordado en tesoros de generosidad.” ¡Qué gran ejemplo de servicio altruista para nosotros hoy día! 8-(Hech. 13:2-3.) La Biblia no lo explica. De lo que sí estamos seguros es de que el espíritu intervino en su elección. Y nada da a entender que los profetas y maestros de Antioquía de Siria cuestionaran el nombramiento. Por el contrario, lo respaldaron incondicionalmente. ¡Qué conmovidos debieron de sentirse los dos predicadores al ver que sus hermanos, sin envidia de ningún tipo, “ayunaron y oraron y les impusieron las manos y los dejaron ir”! Nosotros también debemos apoyar a quienes han sido designados para cumplir determinadas funciones en la congregación, entre ellos los superintendentes cristianos. Lejos de sentir celos, les demostramos nuestro amor teniendo con ellos una “consideración más que extraordinaria [...] por causa de su trabajo” (1 Tes. 5:13). 9-(Hech. 13:9-12.) Como nos muestra el enfrentamiento de Pablo con Bar-Jesús, no podemos dejarnos intimidar. Es cierto que nuestra forma de hablar siempre debe ser “con gracia” y “sazonada con sal” (Col. 4:6). Pero esto no significa que, a fin de evitar choques, nos quedemos callados cuando alguien intenta socavar la fe de las personas interesadas en el mensaje; eso solo las llevaría a la ruina espiritual. Tampoco podemos permitir que el miedo nos impida denunciar a la religión falsa que, como Bar-Jesús, no deja de “torcer los caminos correctos de Jehová” (Hech. 13:10). En imitación de Pablo, declararemos con valor la verdad y buscaremos a las personas sinceras. Aunque el apoyo divino no sea tan visible en nuestro caso como lo fue en el del apóstol, estamos seguros de que Jehová se valdrá de su espíritu para atraer a las personas merecedoras de la verdad (Juan 6:44). 10-(Hech. 13:17-19). Hay quienes creen que Pablo aludió a pasajes bíblicos que acababan de leerse en la ceremonia sabática. De ser cierta esta suposición, sería un ejemplo más de la habilidad del apóstol para hacerse “toda cosa a gente de toda clase” (1 Cor. 9:22). Nosotros también queremos ganarnos el interés de las personas a quienes predicamos. ¿Cómo podemos seleccionar temas que les atraigan? Entre otras cosas, teniendo presente su formación religiosa. Por ejemplo, si conocen las Escrituras, podemos citarles pasajes que les resulten familiares, e incluso pedirles que los lean de su propia Biblia. En todo caso, busquemos siempre la forma de tocar el corazón de la gente. 11-(Hech 13:13-43) Posteriormente, los misioneros partieron de Pafos y se dirigieron en barco hacia Perga, en la costa de Asia Menor, parece que ya había tenido lugar un cambio en el grupo, pues Hechos 13:13 lo designa de una manera nueva —“los hombres, junto con Pablo”—, la cual da a entender que este apóstol había asumido la dirección. Pero nada indica que Bernabé se pusiera envidioso. Por el contrario, los dos amigos continuaron trabajando juntos para hacer la voluntad de Dios. ¡Qué buen ejemplo para quienes sirven al frente de las congregaciones! En vez de afanarse por sobresalir, los cristianos recuerdan que Jesús les dice: “Todos ustedes son hermanos. El que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado” (Mat. 23:8, 12). 12-(Hech. 14:14-18).No debemos desear gloria por ningún logro que alcancemos en nuestro servicio a Jehová. 13-(Hech. 14:5-7). Ser prudentes nos ayuda a permanecer activos en el servicio a Dios (Mat. 10:23). 14-(Hech. 14:8-13). ¿Por qué los habitantes de Listra llamaron “Zeus a Bernabé, pero Hermes a Pablo”? Zeus era el dios supremo de la mitología griega, y a su hijo Hermes se le conocía por su elocuencia. Como Pablo era quien llevaba la palabra, la gente de Listra lo llamó Hermes, y a Bernabé, Zeus. 15-(Hech. 14:22). Los cristianos esperan sufrir tribulaciones. No tratan de evadirlas renunciando a su fe (2 Tim. 3:12).
Posted on: Tue, 02 Jul 2013 19:04:15 +0000

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